México es uno de los centros culturales más importantes del mundo. Todos los años, el arte mexicano inunda al mundo con pinturas, películas, libros y música, industria en la cual miles de propuestas pelean en el underground con sonidos innovadores y discursos que resaltan por un espacio protagónico. Este año no fue la excepción, con el apoyo de festivales, promotores, medios y el gran trabajo artístico de cada una de las propuestas, hemos logramos llegar a varios de los proyectos musicales más prometedores del país.
Estas iniciativas lograron cosas sobresalientes a lo largo del 2018 y merecen un reconocimiento por apostar a sus sueños y entregar música que ha alegrado a los oídos de cientos de personas a lo largo de los últimos 12 meses. Esta es sólo una pequeña muestra del talento que se expuso en 2018 por todo el país.
Esta cantante regiomontana de 28 años logró hacerse un hueco dentro de lo más distinguido de la industria emergente del 2018 gracias a su sinceridad y gran gusto. Tras separarse de Las Delailas, Fer se animó a iniciar el viaje que siempre había querido hacer, uno en el cual pudiera hacer música bajo sus propias reglas, impregnando su esencia personal y la de su familia, con figuras de peso dentro de su desarrollo personal y artístico.
Ella posee una historia basada en el amor y la entrega. Una narrativa desgarradora que inició cuando supo que su abuela, Olga, quería ser una artista, figura que se mantiene como una constante en su música. Una romántica, que juega con elementos soul dentro de instrumentaciones basadas en los electrónicos del R&B. Canciones modernas que tienen una base nostálgica, piezas escritas por una joven en honor al mayor modelo a seguir que tuvo de niña.
En esta lista tenemos presentes a dos de los hijos de Bostich de Nortec Collective, figura central del desarrollo de la industria de música electrónica en todo el país gracias a su revolucionaria fusión de techno con música norteña. Este hombre ha hecho tanto bien a su música como a sus hijos, pues el joven Eduardo Amezcua se ha alzado como uno de los productores más interesantes del país con tan solo 18 años de edad con un proyecto que se alza como una mezcla atrevida y exótica de géneros que varían del Hip-Hop al Down Sample, inspirado en Tyler, The Creator.
Aquella mezcla lo representó por varios años, pero en este 2018 Grenda volvió con un material titulado Different Reasons (2018), un segundo disco de estudio que lo muestra jugando con elementos nativos de la sampledelia que recuerdan al trabajo más atmosférico de propuestas como Oneohtrix Point Never. Cuando rompe con la psicodélica, Eduardo logra ingresar beats del hip-hop electrónico más bailable a sus mezclas de forma orgánica y brillante.
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Desde un primer acercamiento se pueden apreciar los puntos altos, bajos e influencias de Joaquín García, uno de los cantautores más interesantes y completos, aunque rezagados de la Ciudad de México. Él volvió en este 2018 con un disco titulado The Riverman (2018), en el cual hace aun más evidente su amor por el folk de Nick Drake.
Es un larga duración de ocho canciones de un folk precioso, lleno de detalles en su instrumentación y de melodías emotivas, se relatan historias de lucha y superación, repletos de up-tempos y de detalles en cuerdas e instrumentos de aire que hacen que una escucha atenta, valga por completo la pena.
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Tras haber experimentado un accidente en el 2015, imposibilitándole el uso de guitarras a causa de fracturas múltiples en sus manos, la cantante mexicana tuvo que buscar otros medios con los cuales seguir con su carrera musical. Encontró inspiración en artistas alternativos que tienen su base en los sintetizadores atmosféricos y los ritmos new-wave, proyectos como M83 y Santigold.
El resultado fue Looking Up (2018), un material redondo, obscuro, repleto de capas de sonidos que premian las escuchas atentas y constantes. Es un material construido a base de las historias que vive su autora día a día, van desde solitarios viajes a pie por la ciudad a desamores desastrosos. Al final, encontramos piezas que cargan con la violencia del grunge, la intelectualidad del trip-hop y hasta la sensualidad del reggae.
La agrupación independiente mexicana de la que más se ha hablado en el transcurso el año, Mint Field probó en 2018 que es una de las propuestas más completas y talentosas que ha entregado el país en toda la década. El duo integrado por Estrella del Sol y Amor Amezcua logró el reconocimiento internacional con la publicación de su disco debut homónimo en febrero del presente año. Un material en el cual sus integrantes exploran los sentimientos de desaliento que llegan al dejar la adolescencia atrás, con instrumentales delicados basados en dinámicas del post-rock y experimentos comunes del shoegaze.
A través de 13 canciones, estas chicas de 22 años tocan temas como el cambio en ‘Cambios Del Pasar’ y ‘Nada Es Estático y Evoluciona’. La pérdida de ‘Nostalgia’ y ‘Quiero Otoño de Nuevo’. Sin embargo, en donde la agrupación brilla más por la profundidad de su mensaje, sinceridad y trabajo instrumental, es en el tercer corte del disco titulado ‘Ciudad Satélite’, una canción sobre el desamor que llega cuando te das cuenta de que el mundo no está formado alrededor del amor utópico que nos mostraron por años las películas de Disney.
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Tras dos años, un cambio de nombre, la pérdida de varios integrantes y la integración de otros, este año finalmente Moonatic hizo su debut con un material titulado Another Sky (2018). Un álbum que fue ideado y producido para escucharse entero siendo conformado por un solo track.
La música juega con movimientos intensos dentro de su tempo, con instrumentaciones que normalmente se desdoblan con detenimiento, agregando poco a poco elementos en su haber. Por un momento suena a un álbum de post-rock que juega con las mismas reverberaciones y juegos de guitarra que Jónsi en Sigur Rós y por otros tantos suenan trompetas y juegos de guitarra similares al math-rock de American Football. Es un disco complejo en el cual uno se puede perder sin problemas entre sus melodías frías.
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Han pasado cuatro años desde que Renee Mooi grabó su primer álbum de estudio, un material conformado por una serie de canciones “complicadas, cabronas, ruidosas, fuertes, raras y súper rebeldes” que se ha mantenido guardada en el baúl de sus recuerdos. Un material intenso que a lo largo de los últimos meses ha mostrado finalmente sus primeros destellos de vida, con un par de canciones que sobresalen por su caos instrumental y gran interpretación vocal.
Aunque la cantante está segura de que estas piezas ya no la simbolizan como artista, la realidad es que son un par de joyas noise-rockeras que hacen que no podamos esperar por el lanzamiento del material entero.
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Brillante propuesta con evidentes influencias del catastrófico grunge de Nirvana y la estética de Hole. Rotten Daisies salió de la nada, sorprendiendo a los seguidores de la música extrema sonorense con guitarras violentas repletas de fuzz, melodías intensas y gritos al odio auto-humillativo. Todo creado por un cuarteto de chicos que no han de pasar de 20 años, escondidos debajo de vestidos, mucho maquillaje y maniquíes ensangrentados.
Escuchar a este cuarteto es un viaje en el tiempo de la mejor forma posible. No es una agrupación revival más a un género tan explotado como el grunge, es una adaptación del movimiento al imaginario de dos niñas, repleto de elementos fúnebres y ataques de ansiedad. Este es uno de los proyectos más sinceros y ricos que hemos encontrado a lo largo del último año. Una verdadera muestra de que la música nunca deja de impresionar, sin importar su edad y procedencia.
Este trio de chicos delgados que ocultan el rostro con su cabello se han adueñado de los escenarios más importantes del under mexicano gracias a su shoegaze, lento, pero pasional. Su primer disco de estudio, Homesick (2018), es uno de los lanzamientos más influyentes que ha visto la Ciudad de México a lo largo de estos meses.
Su estilo ha impreso una nueva moda nostálgica en el centro del país, repleto de hermosas melodías pop que se esconden entre el ruido ensordecedor de sus guitarras.
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Tras cinco años de hacer ruido dentro de la industria independiente del centro del país, este año al fin se publicó el disco debut de Trillones bajo el título de Tal Vez Sí Existe (2018). Este proyecto experimental de Mexicali se caracteriza por sus complejas melodías, sonidos hiper-texturizados y cantidad de elementos, en su mayoría electrónicos, que componen a sus canciones.
Polo Vega, artífice detrás de este proyecto, lo describe como “música hecha con máquinas frías para calentar el alma” y eso es justo lo que encontrarás en este álbum. Elementos fríos acumulados de forma tal que parecen humanos, parecido a los experimentos que realizaron en su momento múm o Balmorhea.
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