Hoy Sadfields, una de las mayores promesas del under mexicano, liberó su primer disco Homesick. Un trío de chicos delgados que ocultan el rostro con su cabello y se adueñaban de los escenarios más importantes del under mexicano.
Una agrupación de shoegaze que desde hace un par de años está presente en las tocadas más intensas de la ciudad, uno de sus más grandes secretos. Es por ello que Miguel Flores, líder de Sadfields, decidió enviarnos una carta en la cual relata las emociones que experimentaron al grabar Homesick.
Incluso si todo lo que suceda a partir de ahora termina por ahogarse en la irrelevancia, nada nunca podría compararse con el hecho de haber grabado un disco debut en el estudio de un discípulo de Steve Albini. No hubiéramos querido hacer ninguna otra cosa a los 21 años.
Para el momento en que por fin esté disponible el resultado de lo que hicimos, nuestros nervios ya deberían de estar deshechos, nuestra paciencia habrá encontrado su límite y estaríamos viviendo únicamente de una insaciable adicción por Galaxie 500.
Jamás esperamos que el período de producción y lanzamiento se demorara hasta este punto; dado que hemos podido decir bastante al respecto,no quisiéramos detenernos a hablar más acerca del tormento que nos ha hecho pasar este álbum. Lo único cierto es que nos cuesta trabajo creer en las coincidencias desde el día en que empezamos a componer las melodías.
Homesick apareció ante nosotros como el medio ideal para descargar el cúmulo de emociones provenientes de la incertidumbre y la fugacidad constante. Nos orilló a dejar que el instinto tomara el control por completo. Nos obligó a ponernos a la altura delas cosas que sabemos y las que nos apasionan.
Sería terriblemente frívolo el considerar que todo lo que hemos pasado se deba a algo tan problemático como la suerte. Si somos sinceros, cada uno quería vivir una experiencia así, prácticamente desde que entramos en contacto con la música, e hicimos todo lo posible para que fuera justo como lo queríamos.
Al final, cada contratiempo que se presentó en este último año tuvo una consecuencia primordial, y es que en un contexto horrible donde sólo se nos permite existir a través de la vía digital, Homesick nos permitió apostarle todo a la memoria. Para cuando por fin pueda ser escuchado ya habremos tocado una innumerable cantidad de ocasiones, ya habremos arruinado más de un escenario y, a aquellos que decidieron prestarnos su atención, ya les habremos obsequiado un fragmento de nuestra esencia. No creemos en coincidencias.
A partir de este día, es mejor que se sepa por adelantado nuestra recomendación: Reproducir las canciones en orden y NO ESCATIMAR EN VOLUMEN. La producción de este disco estuvo siempre encaminada a trasladar toda la experiencia de un show en vivo hasta sus bocinas. Se lo debemos a un increíble sujeto que luce como si tocara en Nine Inch Nails. No queremos hacerlos sentir tristes, queremos que odien estarlo.
– Miguel Flores, Sadfields