El romance gótico de ‘Wuthering Heights’, el debut adolescente de Kate Bush

// Por: Oscar Adame

lun 23 enero, 2023

Han pasado 45 años desde el estreno de una canción que lo cambió todo. ‘Wuthering Heights’ no es solamente la primer composición realizada por una mujer que alcanzó la cima de las listas de éxitos del Reino Unido, y de la mitad de Europa, también fue una pieza que redefinió las posibilidades de la música pop gracias a su enfoque lírico y a su intrincada melodía a piano.

Todo empezó en 1977, un año previo a su publicación, cuando la joven Kate Bush de 18 años de edad terminó de leer la novela homónima de Emily Brontë, una artista que, irónicamente, fungió el mismo papel de Bush como el primer caso de éxito femenino dentro de su área de expresión artística; en este caso, como la primera autora británica en obtener el reconocimiento de la crítica y del público, obteniendo un best-seller tan impactante, como también lo fue inesperado.

El espíritu que te atormenta

El texto, una novela gótica, trata sobre un drama romántico entre una mujer llamada Catherine y un hombre llamado Heathcliff, quien atraviesa la mitad de la historia tratando de vengarse de ella debido a que, pese a amarlo, lo rechazó por su futuro poco prometedor y terminó casándose con otro hombre debido a su dinero. Él se va del pueblo y vuelve como un hombre rico, comprando todo lo que le pertenece a su ex-pareja romántica, transformándose en un hombre repleto de odio.

En un punto intermedio, ella muere y su espíritu atormenta a su ex-amado convertido en rival hasta que los hijos de ambos se dan cuenta de que se aman y deciden casarse, rompiendo con el odio entre ambos y descubriendo de que estaban, legítimamente, predestinados a amarse. Es aquí donde Kate Bush tomó su inspiración para la canción.

“La escribí en una sala, en una noche de marzo alrededor de la media noche. Había luna llena y las cortinas estaban abiertas, cada vez que buscaba por ideas, volteaba a ver a la luna. En realidad, fue bastante sencillo (…) Tomé el libro, leí unas cuantas páginas y tomé algunas líneas. El nombre Cathy ayudó porque así fue más sencillo proyectar mis propios sentimientos de amar a alguien a tal nivel que terminas odiándolo. Pude entender el sentir de Cathy”, señaló en 1979 para su propia revista de fans titulada Kate Bush Club Mag.

Musicalmente, el tema imprime un sentimiento melancólico, frío e inocente a la perfección. Desde las cuerdas, hasta los golpes a los distintos pianos que integran la melodía, los cambios de ritmo y el introvertido solo de guitarra de David Gilmour, todo suma a la narración de una chica que lamenta haber perdido la vida.

Kate toma el papel de una Catherine ya fallecida, su espíritu, que trata de entrar a la casa de Heatchliff para darle malos sueños. Quiere entrar en él para asegurarse de que sigue siendo recordada por su amado, pase lo que pase, sea de la forma que sea, encontrando una luz de esperanza, el candelabro.

Afuera, es tan obscuro y frío como ella misma, puesto que supone el mundo del más allá al cual no quiere acceder. Por miedo, se queda en casa y se asegura de que sea recordada, aunque aquello suponga una tortura para su ex-pareja.