“No queremos ser fotografiados, no queremos aparecer en revistas. Tenemos una responsabilidad y es con la música”, declararon Thomas Bangalter y Guy-Manuel de Homen-Christo en su primera entrevista púbica, a la revista británica independiente Jockey Slut en abril 1996. Fue entonces, cuando los reflectores empezaban apenas a colocarse sobre este par de productores franceses, cuando Daft Punk empezó a tomar forma.
Ellos iniciaron su carrera artística un par de años antes. Tras haber fracasado con su banda de rock Darlin, en la cual compartieron alineación con Laurent Brancowits de Phoenix, Homen decidió tomar su bajo y Guy su guitarra. Las dejaron encerradas en sus respectivos armarios y empezaron a experimentar, juntos, con distintos tipos de sintetizadores y cajas de ritmos. Tomaron su nombre de una reseña negativa, la única que se escribió, de Melody Maker a su anterior banda “es una mierda loca (daft) punk”.
La elección de su nombre “fue natural”, declaró Homen-Chisto. “Habíamos pensado por tanto tiempo en el nombre de nuestra banda pasada, que esto fue casi como una revelación”, afirmó sobre esta elección que representó a la perfección lo que hizo que Daft Punk fuera un proyecto tan querido en todo el mundo. La falta de tomarse en serio a sí mismos, esa facilidad que les dio para experimentar y construir aquel discurso que terminó no solo por cambiar a la música electrónica, si no de impactar con fuerza en la cultura pop mundial.
Los robots, generando sonidos que parecen sacados del futuro y construyendo con ellos un pop digerible para la actualidad. Humanos Después de Todo; aun y después de vender más de seis millones de discos, solo en los Estados Unidos; tras transformar su falta de rostro público en un ícono que rompe con generaciones y culturas; posterior a firmar una colección de cuatro álbumes que han sido coreados como algunos de los lanzamientos más influyentes en la historia de la música electrónica. Humanos Después de todo.
Hoy Daft Punk anunció la disolución de su proyecto. Pero la música seguirá con nosotros, enamorando a propios y a extraños. Es por ello que decidimos hacer un repaso a su discografía de estudio, recorriendo la historia y la evolución artística de este duo francés que cambió para siempre la forma en cómo se produce y vende la música.
Tras haber logrado entregarle un demo al DJ Stuart Macmillan en una fiesta de EuroDisney, Thomas Bangalter y Guy-Manuel de Homen-Christo consiguieron su primer contrato discográfico con Some Quialita Recordings. El sello de techno y música house les dio la facilidad para estrenar ‘The New Wave’ en 1994 y regresar para grabar el clásico ‘Da Funk’ un año después, mismo que se convirtió en el sencillo más exitoso de su debut junto con ‘Around The World’.
Stuart trabajó incansablemente para posicionar ambas creaciones en estaciones de radio y en sets de DJ’s reconocidos, creando un hype mayúsculo por el estreno del álbum debut del dúo, mismo que fue editado por Virgin Records en 1996. Previo a su estreno, el anuncio fue recibido como “uno de los debut más esperados en mucho, mucho tiempo”, de acuerdo a la revista británica Musik.
El éxito fue incuestionable. Basados en su ecléctico gusto por la música electrónica y de club de aquel momento, Daft Punk logró crear un álbum en el cual todo aquel universo musical podía caber de forma cómoda y divertida en un mismo espacio. “Mantiene vivo el sentimiento de descubrimiento y exploración”, declaró eMusic sobre este álbum esencial que los colocó como los reyes de la música club. Aunado a esto, despertó una curiosidad internacional por la industria en la cual se desenvolvían, aquella del french-house con docenas de proyectos creando música pop electrónica, repleta de detalles en texturas y armonías increíbles.
Además, sus miembros mostraron que estaban interesados en crear algo que fuera sobresaliente no solo en el apartado musical, puesto que el impacto de su iconografía y de sus videos musicales, dirigidos por Michael Gondry, Spike Jonze y Roman Coppola, se convirtieron en clásicos absolutos de la biblioteca del audiovisual centro en la industria de la música.
Tras el gran grado de atención y fama internacional que recibió el duo gracias a su debut, ellos decidieron empezar a re-diseñar su proyecto para mantenerse enamorados de la música que hacían, pero también para mantener su anonimato lo más posible. Es por ello que empezaron a utilizar un par de cascos de metal diseñados por los diseñadores franceses Alex and Martin en cada una de sus entrevistas y presentaciones en vivo.
Integrados con pantallas LED, los robots se convirtieron en una sensación que llegaron a ser invitados a programas de Cartoon Network. Su marca se completó con su integración, puesto que “es más divertido y entretenido así, nos da la oportunidad de desarrollar un personaje que conjuga la ficción con la realidad”. De esta forma, sus integrantes se encontraron “felices de volver a las masas”, rompiendo con el miedo que tenían por transformarse en personas públicas.
La adopción de los cascos también representó un nuevo giro en su enfoque musical. En este material, el duo se alejó de la música de club para compartir sencillos y piezas de un pop de fácil acceso. Pegajoso, aunque encantador que llegó repleto de texturas creadas con distintos sintetizadores, riffs de guitarra, bajos funky y detalles a piano. Fue un álbum aun más diverso, que mantenía su esencia electrónica, pero la abría a un público que no fuera necesariamente el de los clubes y raves europeos.
El concepto terminó por definir a toda una generación de escuchas que se enamoraron de la imagen y de las melodías de Daft Punk. Su público objetivo, similar al de Gorillaz, fueron los niños. “Lo concebimos como un intento de re-conectar con la actitud curiosa y juguetona de la fase de la infancia”, señalaron, por lo cual decidieron también crear en su grabación un sentido persistente de la nostalgia. Es por ello que decidieron utilizar docenas de sampleos de caricaturas y canciones que escuchaban a finales de la década de los años 70 y principios de los 80. Su mundo sonoro y su forma de trabajo se vertió por completo en sus infancias.
En el lapso de tiempo más corto entre álbumes de Daft Punk, el duo se deshizo de la inocencia pop de Discovery (2001) y de su pulcritud de sonido para empezar a experimentar con sonidos un poco más -disruptivos-. Grabado y producido en una sesión intensa de seis semanas, Human After all (2005) presentó una cara más cruda de lo que el proyecto podía entregar.
Basados en el libro 1984 (1948) del legendario escritor británico George Orwell, Daft Punk quizo salir de su mundo limpio de maravilla pop-futurista para integrarse en un espacio sucio. Un futurismo cyber-punk en donde la inocencia es lo primero que muere y todos somos manipulados por los medios masivos de comunicación.
Para su creación, decidieron usar una paleta de sonidos minimalista basada en sampleos de voces, riffs de guitarra eléctrica y beats crudos. Su principal influencia sonora fue el garage house y, aunque mantuvieron la sensibilidad y estructura pop de su pasado proyecto, este probablemente sea su álbum más complicado de digerir. También fue el menos exitoso en relación a ventar y crítica, aunque temas como ‘Robot Rock’, ‘Technologic’ y ‘Human After All’, se transformaron en hitos generaciones de igual tamaño que sus pasados éxitos.
El proyecto tardó ocho años en volver a sacar un álbum de estudio. En el intermedio, se enfocaron en una de las giras más aclamadas de toda la historia en su escenario piramidal para Alive 2006/2007. Además de en proyectos alternos como la banda sonora de Tron Legacy (2010) que llegó a estar nominada a un Grammy y colaboraciones como ‘Stronger’ con Kanye West por el cual hicieron su primera presentación en televisión y ganaron su primer Premio Grammy en el 2008.
Todo esto hizo que su posición dentro de la industria se reforzara aun sin un material de estudio inédito. Sus cabezas de robot empezaron a generar furor y rompieron la barrera del tiempo para convertirse en iconos inconfundibles. Sus seguidores esperaron y esperaron hasta que finalmente decidieron revelar la fecha de estreno de su cuarto álbum de estudio Random Access Memories (2013).
Otro éxito incuestionable a nivel crítico y comercial. Alejándose del minimalismo punk de su anterior proyecto, su último material de estudio se caracterizó por contener instrumentaciones orquestales con secciones de viento, cuerdas, pianos y tambores de todo tipo sin dejar a un lado los sintetizadores y la base electrónica que les caracteriza. Es un álbum magno con un reparto infinito de colaboradores de primer nivel, entre los cuales se encontraron Giorgio Moroder, Panda Bear de Animal Collective, Julian Casablancas de The Strokes, Paul Williams, Pharell Wiliams y Nile Rodgers.
Fue un álbum ecléctico al por mayor que les valió el Grammy al Mejor Álbum del Año. Con una variedad de sonidos increíble que saltaban del french-house clásico de Daft Punk al italo-disco de Moroder, el indie-rock sabroso y pop de Julian Casablancas, el pop con detalles funk de Pharell Williams y la experimentación vaporwave de Panda Bear. Todo esto condensado en un álbum rico en emociones, baladas íntimas, golpes orquestales, sobre un proyecto que quiso dejar de ser robot y mostrar una humanidad, cálida y frágil. No puedo haber una mejor despedida para el proyecto.