Ayer la cantautora Rosalía estrenó un par de nuevas canciones en el lanzamiento de ‘Fucking Money Man’, integrado por ”Millonària’ y ‘Dio$ No$ Libre Del Dinero’. El mismo contó con un fuerte trabajo promocional en España, contando con una página completa dentro del diario El País con la imagen de un montón de billetes volando detrás del título del material. Un anuncio que se pagó dentro de las páginas de negocios del periódico.
Ambas canciones están unidas con un puente instrumental precioso que silencia el bailable beat de su primera parte en un down-tempo que integra sintetizadores atmosféricos. Además, es de remarcar que ambas fueron escritas en catalán, aunque integran lineas en español e inglés de igual forma.
Las mismas han sido aclamadas por la crítica internacional, ganando el reconocimiento de Best New Track en Pitchfork, siguiendo con la racha de recepción crítica que ha recibido a lo largo de este año, tras el lanzamiento del homenaje al reggaetón clásico que representó ‘Con Altura’ y a su pista de trap ‘Aute Cuture’.
Tras el estreno el año pasado de su segundo álbum de estudio El Mal Querer (2018), la cantautora se ha mostrado ocupada integrándose a tantos géneros como le sea posible. A principios del año confirmó que estuvo trabajando en colaboraciones con Dua Lipa, Billie Eilish y Pharell Williams, además se agregó al último álbum de James Blake en la interpretación de ‘Barefoot In The Park’.
Con electrónicos derivados del trap y un concepto que rodea al poder femenino de la novela occitana del siglo XIII, Flamenca, Rosalía logró renovar con un gran resultado a un género tan intrínseco, clásico e intocable como lo es el flamenco. Tomó a la tradición de su natal España para presentarla a una nueva generación hambrienta de nuevos sonidos, combinándola con ganchos pop irresistibles, una producción de primer nivel y sonidos cinemáticos.
Este material ha puesto a Rosalía en lo más alto de la atención mediática y lo tiene bien merecido, el concepto del disco es asombroso, con ilustraciones y videos que remarcan la religiosidad alrededor de una figura femenina que sufre por un desamor. Todas las canciones son adictivas y presenta una evolución importante para un género que no había visto una disrupción en décadas.