// Por: Oscar Adame

vie 24 mayo, 2019

El aclamado productor danés conocido por el nombre artístico de Trentemøller estrenó por medio de un comunicado de prensa a ‘Sleeper’, una canción instrumental que se convierte en su primer sencillo original tras el estreno de Fixion (2016). 

La pieza fue publicada de golpe y promete ser el primer track de una larga lista de lanzamientos sorpresivos que podrían encaminar al lanzamiento de un nuevo álbum de larga duración. La canción fue grabada dentro de las instalaciones d ella casa discográfica en la cual el productor ejerce en su natal de Copenhague, Dinamarca, In My Room. 

Además, a través de su cuenta de YouTube oficial, el productor escribió “han pasado casi tres años, ahora la espera casi ha terminado, es hora de despertar dormilón”, junto a un video musical dirigido por el mismo Anders Trentemøller y que nos muestra un traveling-in en slow-motion a través de un puente escandinavo. 

La importancia de Trentemøller

Anders Trentemøller es un compositor y productor de música electrónica proveniente de Copenhague, capital de Dinamarca, que ha recibido aclamación crítica y comercial gracias a sus intrincadas producciones repletas de elementos. Su acercamiento que varía entre instrumentaciones orquestales y melodías minimalistas lo convirtieron en un músico con una visión única, logrando expandir sus dulces melodías a piezas catárticas que se disfrutan en los escenarios más grandes del mundo. 

Él inició su carrera como guitarrista en varias agrupaciones independientes de los años noventa, pero en los dos-miles encontró en la soledad de la música digital a su verdadero motor creativo, lanzando su primer álbum bajo el nombre que lo distingue,  The Last Resort (2007). A partir de ahí, gente como Röyksopp, Mew, Moby y The Knife le solicitaron remixes y su popularidad se acrecentó hasta llegar a Coachella en el 2011, en el que la NME lo considera como el mayor breakout del festival. 

Con el paso del tiempo su música sólo se ha diversificado entre experimentos con todo tipo de instrumentos electrónicos y acercamientos competitivos, entregando álbumes tan aclamados como Into The Great Wide Yonder (2010) y Lost (2013).