Mew en El Plaza Condesa #WARPGigs

// Por: Oscar Adame

jue 4 octubre, 2018

Fotos por: Carlos Mena

Artista: Mew

Lugar: Plaza Condesa

Fecha: 03 October 2018

Miles de almas eufóricas y nostalgicas se reunieron en los interiores del Plaza Condesa para celebrar las quince primaveras de uno de los discos más queridos de los años recientes. Frengers (2003), el tercer disco de estudio de Mew fue presentado por la banda danesa de rock progresivo y celebrada por los presentes. 

La agrupación liderada por Jonas Bjerre transformó con su música  las paredes del Plaza, impregnándoles su sombrío imaginario con proyecciones de gatos violinistas, muñecas matrushka a punto de desmoronarse, lobos de tres cabezas, brujas, demonios y princesas, representados en visuales tan extraños como hermosos. El mundo de Mew es uno de cuentos de hadas de antaño, llenos de elementos fantásticos y maravillosos pero con aterradoras descripciones llenas de violencia.

No resultó extraño que su concierto sirviera como un portal a aquel mundo de peligros, Mew dio inicio con ‘Repeaterbeater’ a las 20:00 hrs, entre gritos y aplausos eufóricos. Es una canción que describe una terapia psicoanalítica, en donde la mente de los miembros se abre para compartir sin ningún tipo de barrera su mundo interior. Una gran introducción si se ve bajo ese nivel de lectura, aunque la verdadera fiesta empezó cuando Johan Wohlbert se subió al escenario con su bajo bajo y empezó la icónica línea de ‘Special’, seguida por la melancolía infantiloide de ‘Zookeeper’s Boy’, temas que fueron interpretados sin ningún tipo de corte instrumental, tal cual se escuchan en And The Glass Handed Kittes (2005)

Con ‘Satellites’ y ‘Candy Pieces All Smeared Out’, la banda se abrió al amor deseado de sus últimos dos discos, + – (2015) y Visuals (2017). Como un estreno en vivo bastante sorpresivo, los daneses decidieron interpretar ‘Count To Ten’, una canción que ni siquiera fue muy bien promocionada y que escribieron en el 2016 para la campaña promocional de una línea de juguetes de Transformers, fue un bajón energético pero al mismo tiempo una buena anécdota de la confianza que tiene Mew en su público mexicano para arriesgarse a presentar canciones que en cualquier otro lugar no creo que se atreverían a interpretar. 

Sus seguidores se mostraron llenos de energía, saltando con cada canción, coreando cada línea de este primer set que finalizó con la interpretación de otros tres clásicos de su aclamado disco del 2005. ‘Apocalypso’ abrió un mundo lleno de terror con los gritos histriónicos de Bjerre, pidiendo por respuestas ante historias ficticias a las cuales nunca podrá entender, seguida por la fantástica ‘Saviours of Jazz Ballet’, con simios surrealistas tocando las cuerdas detrás de ellos, y la introspectiva ‘Louise Louisa’ en la cual el vocalista termina declarando, “quédate conmigo, no quiero estar solo” sobre unos visuales que muestran un terrible accidente de tráfico con muñequitos de porcelana rotos, rodeados de sangre. 

Es un gusto estar de vuelta aquí, vamos a tomar 10 minutos de descanso y regresaremos para tocar Frengers en su totalidad, siéntanse libres de ir a tomar un trago o lo que quieran“, anunció Bjerre con la timidez que le caracteriza entre los gritos de los mexicanos, a punto de escuchar por primera vez en vivo a aquel disco que cuenta en su booklet con la frase ‘Not Quite Friends, But Not Quite Strangers’, frase que queda impregnada en la palabra compuesta Frengers (2003) y que ha significado casi de forma literal la relación de Mew con nuestro país, lejanos físicamente, pero cercanos en mente. 

‘Am I Wry? No’ fue gritada por todos los presentes con sus cinco cambios armónicos, gran trabajo de guitarras y batería vertiginosa, no fueron pocos los que derramaron una lagrima previo a ‘156’, tema en el cual la agrupación relata una escena de acoso. ‘Snow Brigade’ sirvió como un momento catártico con todos los presentes gritando directo al micrófono de Jonas, quien decidió mantenerse en silencio ante el ruido que generaron los presentes. 

El dueto con la vocalista sueca de Stina Nordenstam en ‘Symmetry’ fue interpretado con una grabación en video de la intérprete que data del 2003, un verdadero viaje en el tiempo que fue recibido con grandes aplausos. ‘Behind The Drapes’ preparó la emotividad de ‘Her Voice Is Beyond Her Years’ y ‘Eight Flew Over, One Was Destroyed’ intensificó la catarsis violenta de su mundo de fantasía con visuales aterradores de un camino lleno de muerte y destrucción previo al relato de ‘She Came Home For Christmas’, una canción pop que en sus visuales un oso enorme persigue a una princesa. 

‘She Spider’ dio inicio al termino del viaje a través del duelo en contra del desamor que narra el disco con una disculpa al amor perdido, dando fin con la magna ‘Comforting Sounds’, en la cual Jonas Bjerre empieza cantando en soledad, sin ningún tipo de instrumento como fondo musical, para luego ser acompañado de una instrumentación orquestal de alrededor de 30 elementos en un continuo increscendo. 

Entre un camino con osos de peluche y gatos violinistas, conejos flautistas, muñecas rotas y todo tipo de juguetes de antaño como flotando como la orquesta acompañante de la banda, el público fue transportado a una luz cegadora que en los últimos segundos terminó por apagarse por completo. Un viaje que será recordado como uno de los mejores de la vida de muchos, uno que terminó como en un libro, con los héroes agradeciendo a una multitud con una sonrisa tímida en el rostro y prometiendo que regresarán pronto.