Más de 6 mil personas se han unido en una petición colectiva dirigida al Consejo de Distrito de la ciudad de Braintree, ubicado en el condado de Essex, Inglaterra, para que se levante una estatua de Keith Flint dentro de su ciudad de nacimiento. De acuerdo al escrito, el bailarín se convirtió en “el hijo más famoso de Braintree” y su imagen “inspira a cientos de personas a seguir sus sueños“.
“Keith fue amado y respetado en todo el mundo como una pieza indispensable dentro de la industria de la música. Siendo Braintree el pueblo originario de The Prodigy, debemos de recordarlo y reflexionar lo importante que es hablar de la salid mental y del no sufrir en soledad”, inicia el comunicado en la página 38 Degrees.
El pasado cuatro de marzo se confirmó el fallecimiento del vocalista de The Prodigy, banda con la cual revolucionó a la música electrónica como precursor del big-beat y un show en vivo que aun hoy en día es considerado como único en su tipo. La banda confirmó en un comunicado, “es un gran shock y nos da mucha tristeza confirmar la muerte de nuestro hermano y mejor amigo, Keith Flint. Un pionero, innovador y leyenda. Siempre será extrañado”.
Liam Howlett, productor del y fundador del grupo, confirmó poco después que la muerte de Flint se debió a un suicidio. “No puedo creer lo que estoy diciendo, pero nuestro hermano Keith tomó su propia vida este fin de semana”, escribió en Instagram. “Estoy en shock, muy pinche enojado, confundido y con el corazón roto”.
Poco después se vitalizó el informe policial en el cual confirman que Keith murió colgado, razón por la cual se etiquetó como un fallecimiento auto-impuesto y no fue investigado con mayor profundidad.
Hoy estamos de luto ante el fallecimiento de Keith Flint, bailarín de The Prodigy que con el tiempo se convirtió en el vocalista principal del grupo y en su figura más representativa. Una imagen impactante caracterizada por un rostro repleto de piercings y maquillaje, el artista representó una alternativa humana para llevar a la música electrónica a los escenarios más grandes de todo el mundo.
Liam Howlett es un produtor prodigioso y visionario que logró transformar a The Prodigy de un pequeño acto de club al proyecto de música electrónica más grande del mundo. Su primer par de álbumes presentaron una original y ecléctica fuerza musical que combinó lo mejor de ambas escenas hardcore de Essex, Inglaterra, con vocales punk y hip-hop sobre instrumentaciones electrónicas. Logró un reconocimiento crítico y comercial importante, presentándose en las prestaciones más esperadas del año con un álbum que llegó al número uno en 1994, el productor rápidamente se enfrentó ante la intensa tarea de mantener la atención de miles de personas sobre los principales escenarios del mundo.
La resolución estandarte a este problema había sido hasta ese entonces, y sigue siéndolo, el contratar a una cantidad obscena de aparatos visuales. Proyectores, láseres y pantallas gigantes inundan los conciertos de música electrónica más grandes del mundo, pero para The Prodigy no fue así. Liam encontró una opción distinta con el calor y violencia que sólo puede crear un hombre. Lo encontró en Keith Flint, quien entró de lleno como uno de los mejores front-man del mundo.
Carismático, el showman se presentó como una figura atemorizante que brincaba como un pequeño diablillo alrededor de los enormes escenarios, pegando gritos e interactuando de forma directa con la gente. La música densa del productor encontró su alma en la figura de Keith, una alternativa humana al vistoso juego de luces.