Texto de Fabiola Álvarez @soyphabs y Ernesto Cruz Yáñez @joernie9607
Fotografías de David Barajas (@daviddbarajas) y Daniela Méndez (@ladanisela)
Asistencia de fotografía de Fabián Mecate (@_mecate)
Coordinación de locación de Valac (@valac_dj_)
Locación: El Pasagüero
Hay de leyendas a leyendas y Liza es una de ellas. Pionera y figura de mil batallas dentro de la vida contemporánea del Drag en México. Ella naltece la tradición y los valores clásicos de este Arte: los de la clase, la elegancia y, por supuesto, el entretenimiento.
Una diva de las marquesinas que ha visto suceder la historia frente a sus ojos: en los centros nocturnos, en los escenarios y en cada espacio donde se ha parado el Drag nacional (hasta el momento).
Hoy es la cuarta super estrella de de nuestro especial God Save The Queen(s) del mes de junio. Un trabajo editorial dedicado a conmemorar y celebrar a la comunidad LGBTQ+, esta vez desde una de tantas luminosas trincheras: la cultura drag en México.
Bienvenide seas al mundo de la única e irrepetible Liza Zan Zuzzi:
¿Cómo definirías tu drag?
‘’Creo que hoy en día mi drag es muy amigable en el sentido de que es muy fácil relacionarlo con alguien de tu familia, de tu escuela o de tu espacio de trabajo. Seguro conoces a alguien que se comporta como mi drag (risas). Siento que ahorita muestro cosas con las que es muy fácil empatizar y eso lo hace, digamos, para toda la familia’’.
¿Recuerdas el momento en el que decidiste que querías hacer drag?
‘’Realmente no creo que yo lo haya decidido sino que llegó a mi y con el paso del tiempo solo lo profesionalice. Apareció frente a mi y como siempre he sido una persona muy comprometida, decidí llevarlo a las últimas consecuencias y aquí estoy’’.
Creemos que el drag es político por naturaleza porque su sola presencia irrumpe en la cotidianidad; sin embargo, nos gustaría saber si tu propuesta se fundamenta en alguna consigna específica:
‘’No creo que se rija bajo una consigna política específica, más bien suma su fuerza al movimiento Drag en general porque, como bien dices: usar peluca y tacones en una sociedad heteronormada ya es disruptivo, ya cuestiona aunque no digas algo con tu voz como tal; y al final esto es colectivo, entonces creo que lo mío es una aportación a algo más grande que yo’’.
En ese sentido, ¿consideras que los programas mainstream centrados en el Drag han ayudado a normalizar su presencia en los espacios públicos? Normalizado para el público casual, ese que no consume Drag con frecuencia.
‘’Totalmente. El hecho de poder tener presencia en espacios más allá de la vida nocturna nos mantiene en la cabeza de la gente y eso abre el panorama para muchas personas que nos veían con cierto prejuicio.
Al final somos parte de la industria del entretenimiento y lo que hacemos deriva de herramientas artísticas; entonces, si el público casual se acerca a nosotras desde ese enfoque, entiende de mejor manera lo que hacemos más allá del morbo. La gente ha ido entendiendo que vive en un mundo diverso’’.
Y al final también tienen una repercusión directa en la cultura popular, ¿no? Ahí vemos a hombres hetoresexuales o a señoras amas del hogar que retoman frases o chistes de estos programas y los vuelven parte de su cotidianidad. ¿Qué piensas al respecto?
‘’Me halaga. Realmente creo que de eso se trata el impacto y es chistoso porque de cierto modo es darse cuenta de que los mismos grupos que antes te segregaban, ahora entienden y abrazan algo de lo que tu comunidad ha hecho’’.
¿Cuál consideras que es la posición actual de la Ciudad de México dentro del universo drag?
‘’Sin duda es un punto clave a nivel mundial: por la cantidad de dragas que hay, el número y la diversidad de propuestas, el público y el dinero que mueve, es una de las capitales mundiales del Drag. Además, fuera del tema de los números, México es un escena muy ambicioso en cuanto a conceptualización y ejecución. Hay de todo para todos los gustos y corrientes’’.
Con toda esta atención mediática que ha recibido y recibe el Drag, ¿consideras que se han disparado los egos al interior del movimiento?
‘’Sí, tal vez; pero creo que es inevitable porque al final pues es el mundo de la artisteada, ¿no? Y esas cosas pasan. Al final el reconocimiento es resultado del trabajo y lo importante es no olvidar quiénes somos y de dónde venimos.
Igual no diría que el ego es del todo malo: de cierto modo alimenta nuestras ganas de seguir adelante y hacer cosas cada vez mejores; sin embargo, hay que saberlo gestionar porque también puede limitar nuestra visión de las cosas y frenar nuestro crecimiento como artistas y como personas.
Todo es cuestión de mantener un balance’’.
Como una draga con mucho recorrido e historia, ¿cómo consideras que son las condiciones laborales para las dragas en la Ciudad de México?
‘’Creo que con el paso de los años se han abierto muchas oportunidades laborales porque ahora todo mundo quiere dragas en sus espacios: en fiestas, bares, restaurantes, negocios en general… Pero la verdad es que es mal pagado, y a veces de este lado cometemos el error de, por querer el espacio y la exposición a como dé lugar, aceptamos condiciones deplorables que malbaratan nuestro trabajo.
Por eso, cada que se acercan a pedirme un consejo, les digo: valora tu trabajo, sólo tú sabes lo que cuesta y lo que mereces por estar ahí. Es la única manera de revalorizar nuestra labor’’.
Además de las opciones que ofrece la vida nocturna y los realitys shows, ¿qué otros espacio crees que podría tener un hueco para el Drag?
‘’Pues creo que mientras sea tratado con dignidad y se pague como merece, prácticamente cualquier lugar o formato dentro del contenido de entretenimiento sería capaz de albergar drag y nosotras de adaptarnos a ello.
Al final también depende de que nosotras cambiemos el chip y nos demos cuenta de que no existe solo una manera correcta de llegar, que podemos crecer y posicionarnos a través de diferentes caminos y que a veces la fama o los números no son la manera exclusiva de medir que lo estamos haciendo bien’’.
¿Te da miedo pensar en el momento en el que todo este hype por el Drag pase?
‘’No, porque nunca nadie sabe lo que va a pasar y tal vez en diez años estemos mejor. Lo cierto es que seguro dejará un precedente para las próximas generaciones y tal vez no tendrá el impacto de hoy pero ya será una industria más estable, con la capacidad de ofrecer oportunidades a todas quienes se lo tomen en serio y trabajen duro por ello.
Al menos ahora ya nos hizo darnos cuenta de que no tenemos que mirar al extranjero para encontrar nivel e inspiración: aquí en México ya se hace drag de primer nivel y tal vez no nos habríamos dado cuenta sin esta explosión mediática.
Estamos por buen camino, no me cabe duda’’.
Como acción individual y colectiva, en un ejercicio de autocrítica, ¿dónde crees que están en la áreas de oportunidad dentro del drag mexicano?
‘’Tratarnos realmente como una comunidad. No que necesariamente todas todas seamos amigas pero que al menos respetemos el trabajo de las otras y entendamos que para mejorar nuestras propias condiciones nos tenemos que asumir en el mismo barco.
Aceptar que hacer Drag también es una responsabilidad personal y colectiva y que en medida de que lo veamos así, seremos mejores y más fuertes como escena.
Lo que decimos y hacemos tiene un poder que requiere asumir sus consecuencias; entonces creo que algo que también podríamos hacer en una sociedad como la nuestra es recordar que nos fundamentamos en el amor y podemos promover un mensaje más positivo’’.
Por último: ¿qué sueños te hace falta cumplir dentro del Drag?
‘’Llegar a espacios donde el Drag aún no tiene presencia: imagina un programa liderado por una draga sin que el contenido sea necesariamente sobre Drags o la comunidad LGBTQO+; o tener una estrella Pop o de música ranchera y que sea Drag.
Probablemente mi sueño más grande es tener un espectáculo gigante con bailarines, orquesta, teatro, burlesque… Donde puedan converger muchas disciplinas artísticas y cosas que me gustan para dar un gran show’’.