Antón Álvarez Alfaro, Crema, C. Tangana, Puchito, El Madrileño, El Descubridor de Rosalía, El Rey del Trap Español, El Creador de La Pasta, el hombre que por los días presume de ser un ‘Caballo Ganador’, pero que por las noches se encuentra ‘Llorando en la Limo’ está a punto de lanzar un nuevo material de estudio que promete ser uno de los mayores riesgos de su carrera.
El álbum llevará por título El Madrileño (2021) y de él ya hemos podido escuchar adelantos como ‘Demasiadas Mujeres’ y ‘Tú Me Dejaste De Querer’, sencillos que prosiguen con un nuevo enfoque para C. Tangana, alejándose del trap duro para centrarse en fusionar a los géneros y al imaginario de la música urbana con los ritmos tradicionales del folclore español, como el fandango, el bolero y el flamenco que le dio sus primeros cuatro Grammys por co-escribir El Mal Querer (2018).
“Tener éxito y sonar en todo el mundo no es lo único. Creo que recuperar las raíces o la tradición puede ayudarnos a dar el próximo salto”, declaró con respecto a su visión de la próxima evolución de la música en español. “Es el momento de hacer cosas que tengan un mayor significado cultural y relevancia, que inspiren a más gente”, afirmó sobre este nuevo enfoque que le ha traído un gran éxito crítico y comercial, puesto que ambos sencillos obtuvieron la primera posición en las listas de éxitos españolas, convirtiéndose además en los mayores estrenos del año dentro del territorio europeo.
Y es que si hay que hacerle caso a la visión de alguien con respecto a los pasos que va a tomar la industria de la música de habla hispana, ese es C. Tangana. Innovador, rompedor, generador de su propia industria, tras luchar por años contra los artistas de música rap y los medios de su país de origen que querían mantenerlo como “un artista marginal, al igual que todos ellos”, él logró abrirse un espacio dentro de la industria de la música a nivel global, apoyándose en su visión de hacia dónde se estaban dirigiendo las cosas “al escuchar que J. Balvin y Maluma empezaban a sonar en las discotecas y en las radios”. Él se convirtió en la figura musical más reconocida de Madrid al “tratar de hacerle ver al mainstream que también había figuras urbanas en España, con su propia idiosincrasia”.
El hombre que ha “cambiado la industria de un país entero” es uno de los artistas hispanos de mayor proyección y éxito de los últimos años. Su estrategia de comunicación y marketing auto-gestada basada en un personaje egocéntrico y derrochador, un romántico sin cura que gasta todo su tiempo en fiestas, alcohol y en generar más ganancias, ha sido estudiada por las mejores universidades españolas hasta el hartazgo. Además, sus frases más famosas e imagen de -dandy moderno- han encontrado un sitio muy especial dentro de la cultura pop española, convirtiéndose en referencias que salen en la plática del día a día de todos los habitantes de la ciudad.
Hoy, tras un lustro de carrera musical, C. Tangana se ha convertido en el sinónimo musical de Madrid, España. Además, de un gran prospecto para la música en español que pretende ser un nuevo punto de inflexión, una evolución para industria global con ayuda de su próximo material. “El siguiente paso es posicionarnos a todos los niveles, no solo números, ventas o views, si no a nivel cultural”, declaró. “Estoy intentando de hacer algo moderno con mi folclore que hable a todas las generaciones, no solo a aquellas que solían escucharlo”, agregó.
Lo que más me llamó la atención del comunicado que me mandaron es que dice que estás preparando un álbum nuevo llamado El Madrileño, saldrá en el 2021. No tenía conocimiento de esto, es algo totalmente nuevo, ¿no?
Sí, no hemos hecho ninguna comunicación oficial hasta… bueno, todavía no hemos hecho comunicación oficial. Pero, después de los últimos singles como que el rumor se hizo tan fuerte que lo mejor es decirlo abiertamente.
Algo que me ha llamado la atención de tus últimos sencillos es que empiezas a no hacer trap denso, si no que lo estás combinando con géneros más representativos, folclóricos. Yo creo que la forma en la cual se va a terminar de legitimar el trap y el reggaetón en los círculos que todavía no lo aceptan va a ser a través de estas fusiones.
No sé si se tiene que legitimar, ya estamos viendo que hay bastante respeto a nivel industria para esta música. Aunque antes sí que estaba un poco más –echado de menos-, la gente no la valoraba tanto. No sé si se va a tener que legitimar, pero sí siento que necesitamos un paso más dentro de la música hecha en español. No es suficiente con el éxito que ya ha llegado, dentro de los mercados globales nuestro idioma se convierte en uno de los más importantes, si no es que el número uno. Ahora mismo la canción más escuchada del mundo es Bad Bunny con ‘Dákiti’ y no es el primero a quien le pasa, es algo normal.
El éxito ya está ahí. Yo creo que ahora es el momento de hacer cosas que tengan un mayor significado cultural y relevancia, que inspiren a más gente. Tener éxito y sonar en todo el mundo no es lo único. Creo que recuperar las raíces o la tradición puede ayudar a hacer eso. A hacernos replanteamientos. A mí me gusta mucho todo lo que está pasando en la industria regional mexicana, con los corridos. Creo que es un ejemplo de aportar algo o renovar la escena sin repetir fórmulas.
Es interesante lo que me dices porque siento que se está utilizando el auge mediático del reggaetón, trap, para re-introducir estas otras expresiones musicales que estaban un poco escondidas.
Sí, a mí me gusta mucho lo que está sucediendo con los corridos. Yo me siento muy identificado dentro de la distancia. Primero, porque es un género que me gusta y que siempre he admirado. Me gusta verlo así de fuerte y con esa presencia. Aparte porque me siento identificado. Yo estoy intentando de hacer algo actual, algo moderno, con mi folclore que hable a todas las generaciones, no solo a aquellas que solían escuchar a aquel folclore. Me siento muy identificado con esos artistas y con esa generación.
Algo que me interesa mucho de tus entrevistas es que dices que eres muy consciente de que estás interpretando a un personaje. Yo creo que la mayoría de los artistas son conscientes, pero no lo dicen. ¿Tú por qué estás tan interesado en decir que C. Tangana es un personaje?
Pues. Creo que es un discurso que para la gente que me conoce de España, aquí, ya está más que utilizado. Quizá en las nuevas letras, estoy tratando de evitar la sobre-actuación. Digamos que yo, como me veo a mí mismo, es como si yo hubiese ido muchas veces a ver la lucha libre y ya me supiera los trucos, ¿no? Siento que para la gente que me sigue desde hace mucho, puede ser así. Es por ello que ahora estoy tratando naturalizar todo y ser más espontáneo, menos personaje.
Creo que hay que decirlo porque, en general, no estoy nada a favor con esta cultura del espectáculo en la que todo mundo está interpretando un papel. Tanto en redes sociales, como en televisión, los medios de comunicación, las imágenes, el arte, todo, son cosas que la gente se cree a puntillas y al final es horrible. Vivimos pegados a Instagram creyendo que vamos a tener esos cuerpos, todo ese dinero, ese derroche, esos estilos de vida. Me parecía interesante decir y hacer explícito que todo mundo está haciendo un papelón, desde los políticos, a los jugadores de fútbol, los artistas, incluso la gente normal cuando postea algo en sus redes sociales.
Aunque yo creo que es algo que todo el mundo se da cuenta. Todo mundo se da cuenta que nadie puede ser todo el tiempo el artista tan increíble que se cree. Hay veces que uno se levanta de la siesta con una mala cara y lo único que ha hecho es pedir un poco de comida basura y mirar la tele, ¿sabes? Pero de eso no se pueden hacer series o películas porque serían muy aburridas.
¿Crees que este hartazgo de la sociedad del espectáculo ha hecho que C. Tangana sea un personaje tan –over the top-?
Sí, probablemente. Yo he tenido muchos conflictos con eso y es una cosa que va dentro de mí. A la vez lo odio, a la vez lo uso y a la vez es parte de mi discurso. Estoy en conflicto con eso, es algo que me ha dado muchas cosas y que me ha quitado otras. Pero, yo recuerdo que al inicio era lo que más miedo me daba. Yo solo quería hacer música en el estudio, ser un bohemio y que nadie me mirase. Luego, de repente toda esa película se convirtió en parte muy importante de mis letras, de las cosas que yo escribo, las cosas más interesantes o bonitas que he hecho hablan sobre eso.
Pese a que sí te recargaste mucho sobre ello, ahora mismo estas regresando a tu lado bohemio. Se nota incluso desde el tipo de música que estás eligiendo hacer, ¿no?
Sí, totalmente. Es algo que siempre ha estado ahí. Yo creo que nunca me ha abandonado. A mí me recuerda mucho a la época de 10/15 (2015), el mixtape. La forma en cómo escribía las letras es la forma en cómo estoy escribiendo ahora. Temas como ‘Drama’ o ‘Bolsas’ son algunos… me pongo a escribir y me siento en la misma época. Con esa ilusión, con algunas cosas ya sabidas, bastante más experiencia, pero me recuerda bastante a cómo era entonces.
Es algo interesante, justo una de las cosas que tenía escribas por aquí es que tu personaje normalmente se enfoca en los vacíos del éxito, de la riqueza. En ese entendido, ¿por qué es que C. Tangana sigue buscando el éxito y la riqueza si sabe que a fin de cuentas no lo va a hacer feliz, si va a terminar ‘Llorando en la Limo’?
Pues. Principalmente es una inercia porque yo nunca había viajado en limo, en mi puta vida, hasta que empecé a hacer todo esto. Ya uno tiene puesto el rumbo hacia algo. Luego, también porque quizá el mensaje es que el éxito es algo parcial. Para mí, seguir haciendo música es el éxito.
El otro día estuve viendo una entrevista que me hicieron la primera vez que fui a Las Vegas por unos Latin Grammys en los cuales estaba nominado, por una cosa secundaria, pero estaba nominado… ganamos, de hecho. Ahí me preguntaron –bueno, todas estas letras que tu escribes, el personaje de éxito, no sé qué, esta carrera en ascenso, no sé qué, ¿hasta dónde ves que llegará C. Tangana, hasta dónde quieres llevar a C. Tangana? -. Yo le dije que no quería llegar a ningún sitio más, ya había llegado a donde tenía que llegar. Para mí, levantarme todos los días en una ciudad distinta, tocando para gente distinta en una gala de los premios, en un festival con otros artistas, en el estudio. Ese era el lugar en donde yo quería estar.
Puede ser que ahora las letras están cambiando precisamente porque yo ya estoy acomodado. No me paro a pensar tanto en las bondades o maldades de ese estatus. Ahora han vuelto a interesarme otro tipo de cosas que antes me llamaban más la atención. Pero recuerdo que se lo dije hace tres años. Yo ya llegué a donde quería estar y para mí ese sigue siendo el verdadero éxito, poder hacer la música sin tener que hacer dos trabajos, turnos de nueve a o cinco o los turnos de noche. Eso es lo que para mí significa el éxito.
Literalmente seguir haciendo lo que te gusta y vivir experiencias a través de ello sin preocuparte por nada más. Suena bastante bien, de hecho.
Así es.
Hay un cover de ‘Llorando en la Limo’ que me llamó mucho la atención de una banda llamada Cariño de allá, de España. ¿Sí la escuchaste?
Sí, claro que sí. Las conozco, además, recientemente.
A mí me encantó porque modificaron un poco la letra para que se adapte a su estilo de vida. En lugar de –la limo- es –los pinos-, en lugar de –en un Ferrari-, es –en la casa de Natti-.
Sí. Está muy guay. Además, siempre es un honor que la gente haga este tipo de cosas porque significa que perteneces a la cultura popular de un lugar. Cuando, de repente, años después de lanzar una canción, un grupo que ni siquiera es de tu género o generación, la coga y haga una versión. A mí esas cosas me agradan mucho.
Claro, es como si tu canción se convirtiera en un meme. De repente C. Tangana empieza a significar a todos y aparecer en todos lados.
Eso es. Sí. Digamos que mi máxima ambición artística podría ser esa, pertenecer al imaginario colectivo, quedarte ahí. Que tus frases sean recurrentes, que se usen en Madrid, que la gente se vista de una forma parecida a cómo lo hiciste en algún momento. Quedarte ahí, en lo que todo el mundo tiene como referencia.
En esa misma canción dices – Dios bendiga al reggaetón, Dios bendiga a Daddy-. ¿Qué consideras que C. Tangana le debe a Daddy Yankee?
Creo que mi carrera no hubiera sido nunca jamás si no hubiera sido por el auge del reggaetón y de las estrellas de la música urbana en español porque la música que yo quería hacer, era una música estaba muy vinculada a la cultura urbana norteamericana en la cual ellos están en constante contacto con el mainstream. Esa era la música que yo quería hacer. Se alimentan del R&B, del pop, se juntan con los productores más tochos, su intención es trascender en la cultura, impactar realmente.
En España, la idea que teníamos de la música urbana era el rap. El rap muy estricto, tosco, rudo, que no quiere abrirse a nadie y que pretende siempre ser marginal. Para hacer el equilibrio, lo que sucedió fue que entraron las estrellas del urbano latino y en la radio empezaron a sonar Maluma o J. Balvin. En ese momento, yo aproveché y mi estrategia fue tratar de hacerle ver al mainstream que también había figuras urbanas en España, con su propia idiosincrasia y que podían suceder.
Eso fue gracias a que el mainstream, la radio y las discotecas aceptaron a las estrellas urbanas de la música latina, si no hubiera pasado, yo nunca hubiera podido tener una carrera como la que he tenido. Sin esa apertura de lo que ellos hicieron de la música para todo el mundo. Aunque seamos urbanos, hacemos música que puede escuchar cualquier persona.
En ‘Yelo’, C. Tangana dice – he cambiado la industria de un país entero-. Consideras que es porque fuiste el primero en adaptar la visión que se tenía en Puerto Rico, en Colombia, de hacer una industria real con esta música. Fuiste el primero de verdaderamente tratar de sacar dinero, generar cultura pop alrededor de esta música.
Sí que creo que he sido uno de los pioneros. Quizá no el único y desde luego no ha sido culpa mía porque hay mucha gente que trabajado en este entorno. Pero, sí que yo generé un discurso que ahora es bien visto, pero que en su momento me costó muchos enfrentamientos dentro de mi propio gremio y sector. Medios especializados, otros artistas, la industria en general tenían una mala opinión con respecto a lo que estaba diciendo.
Cuando escribo ‘Yelo’ es de cara a toda esa gente que ahora ha tenido que aceptar que el camino que yo proponía es mucho más justo para los artistas. El que los artistas traten de marginarse en sus reductos gusta a los periodistas porque descubren cosas que escucha poca gente y hay un –coolness- en la marginalidad. Pero, para los artistas que tienen un talento, una carrera de tres o cuatro años tras los cuales ya no pueden seguir creciendo porque no hay una cultura, no hay una industria, es una putada. Creo que ese cambio ha dado lugar a que los chavales puedan invertir tiempo y dinero en la música.
El otro día Alizzz y yo estuvimos en un estudio. Había un par de chavales jóvenes, a quienes les sacábamos fácil 10 años. Cuando salimos del estudio, Alizzz me preguntó -tío ¿tú te acuerdas cuando tú y yo teníamos su edad? -. Nosotros nos planteábamos estar en un estudio un martes a las tres de la mañana porque teníamos que trabajar y estos chavales están ahí porque piensan que realmente están trabajando. Ahora lo vemos normal, pero cuando yo era joven era una locura pensar que con esa edad estabas invirtiendo tu tiempo en eso. Cualquiera te hubiera dicho –para de hacer eso, busca un trabajo y después te dedicarás a tu hobby-. Así que algo de culpa sí que tengo.
¿Viendo estas imágenes, de chicos entrando a los estudios por la madrugada, te dan una perspectiva positiva del cómo va a seguir creciendo la música en español en el mundo?
Sí, bueno, medio, medio. Creo ahora, para que se dé el siguiente paso, los artistas deben arriesgar un poco más. Ahora ha habido una carrera para llegar al punto en donde estamos, tener el nombre y que se respete la música hecha en español en todo el mundo. Pero el siguiente paso es apostar… y creo que ya lo están haciendo. Bad Bunny te puede gustar más o menos, pero es una figura que trata de apostar por la originalidad. Él quiere realmente marcar tendencia, hacer cosas nuevas, traer a gente joven. Es claro que eso es lo que está pidiendo ahora mismo la cultura y la gente joven. Ese es el siguiente paso.
Que los americanos no nos llamen solo para introducirse al mercado en español, si no porque realmente lo que nosotros hacemos tiene un valor cultural muy heavy y que realmente lo admiran. Yo recuerdo que cuando Justin Bieber hizo la colaboración de ‘Despacito’ a las pocas semanas salió un video de él cantándola, riéndose de ella. Se reía de ella, se estaba burlando de la canción. Fue algo que la gente le crítico. Esa es la imagen que creo que aún se tiene de esto y el paso que hay que cambiar es posicionarnos a todos los niveles, no solo números, ventas o views, si no a nivel cultural.
¿Qué le dirías al chico que quiera ser el próximo C. Tangana?
Que no quiera ser C. Tangana y que busque una perspectiva única y original que solo se la puedan dar a él y que solo tenga él.