Bianca Castro-Cerio nació con el sol abrasador chicalense de fondo. Allá en Baja Norte, donde las temperaturas son extremas y también suele serlo el carácter de la gente, Bianca creció con una familia muy unida y dispuesta a comer en serio. Su familia llegó de Europa después de haber sobrevivido a los campos de concentración de la Italia fascista y los prisioneros de guerra nunca olvidan: en su casa de Tecate la bisabuela de Bianca tenía un pequeño sótano donde guardaba comida y vino que hacían en su propio rancho.
Como en muchas otras historias de infancia de chefs, en la de Bianca la comida jugó un papel fundamental. De cómo llegó a la cocina y de ahí a hacerse repostera, Bianca Castro cuenta que siempre fue rebelde. Su mamá le dejó de hablar porque cuando la mandó a estudiar Diseño Gráfico a una universidad en la Ciudad de México dejó la escuela y se gastó la colegiatura. No fue sino hasta que consiguió una beca en Monterrey que su mamá le volvió a hablar y ya estaba Bianca encarrerada en la universidad cuando quiso volver a Mexicali porque su abuelo estaba muy enfermo. Su mamá accedió a que volviera, pero le aseguró que no iba a mantenerla. Para encontrar un ingreso le pidió a su abuela, su nona, como ella la llama, que le enseñara a hacer pasteles. Desde entonces a Bianca se le puede encontrar entre postres y bizcochos.
Su carrera la llevó a conocer a la Sociedad Mexicana de Parrilleros, donde por casualidad la invitaron a colaborar con cocina salada. Con el tiempo comenzó a familiarizarse con las técnicas de esta comunidad en torno a los sabores del humo y el fuego para después aplicarlas en la elaboración de postres. Bianca es, además, la única mujer dentro de este cónclave que se reúne cada cierto tiempo para participar en competencias internacionales de parrilla.
Este instrumento se ha vuelto fundamental en la cocina dulce de Bianca, pues le ha permitido transformar sabores y obtener notas que en un horno no se obtienen. Con un entorno que le permite obtener ingredientes de calidad privilegiada, ha sabido integrar todo lo que la Baja le ofrece: dátiles, frutos del bosque, aceitunas, aceites. La noticia de sus postres excepcionales se ha extendido rápidamente de ambos lados de la frontera y Bianca es hoy una de las cocineras más queridas de la región.
Para probar su cocina es necesario acercarse a Baja o estar pendiente de las múltiples colaboraciones que tiene en la Ciudad de México o en Los Ángeles, pero este año Bianca Castro-Cerio se integra al cartel del Guadalupe Valley Wine, Food and Music Festival. No te pierdas sus famosos postres a la parrilla este 14 de septiembre en Bodegas del Valle, Valle de Guadalupe.
Los boletos de la experiencia #Feastival, incluyen toda la comida que prepararán los chefs como Bianca Castro-Cerio, Grupo Kobayashi, Drew Deckman, Dante Ferrero y muchos más. Encuentralos aquí.