A través una entrevista en exclusiva con la BBC, Coldplay anunció que pese a tener un nuevo álbum en puerta, no tienen nuevos planes para iniciar una gira mundial. Así lo afirmó el vocalista y líder del proyecto Chris Martin en un noticiero como parte de la promoción del material doble Everyday Life (2019), el cual saldrá a la venta este viernes.
“No giraremos con este álbum, tomaremos un par de años para encontrar la forma de trabajar en una gira que no sólo sea ecológicamente sustentable, si no también benéfico para la naturaleza”. Él continuó declarando que “todos nosotros estamos haciendo lo mejor para sacar ese trabajo, queremos tener un impacto positivo”.
Aun no queda claro cómo logrará esto el quinteto británico de post-britpop, pero es una realidad que la producción de conciertos tiene un impacto muy negativo gracias a la cantidad de energía eléctrica que utilizan en bocinas y equipo de iluminación, eso sin contar la basura de consumo que se produce dentro de los eventos y hasta la contaminación sonora. La banda tiene un objetivo muy bien cimentado y puede confirmarse como un agente de cambio social bastante beneficioso para la manutención de la salud del planeta. “Nuestro próximo tour será la mejor versión posible de lo que puede ser una gira ecológica… estaremos muy decepcionados si no es neutral en su marca de carbono”.
Coldplay es una banda inglesa formada en 1996 por Chris Martin, Jonny Auckland, Guy Berryman, Will Champion y Phil Harvey en la universidad. Sus primeros demos salieron a la venta bajo el nombre de Starfish, mismo con el cual empezaron a tocar en fiestas universitarias, en pequeños bares y cafeterías cuando Pharlaphone se fijo en ellos gracias al lanzamiento independiente de su EP Brothers & Sisters (1999).
Las composiciones de Chris Martin empezaron a tener una influencia inmensa a los pocos días de haberse estrenado su disco debut, Parachutes (2000), un material influido en la sensibilidad pop de las bandas de Oasis, el discurso motivante de R.E.M y las magnas instrumentaciones del U2 de Joshua Tree. Sencillos como ‘Yellow’ y ‘Shiver’ mostraron un pop sincero y bien estructurado creado por un hombre frágil que le cantaba al desamor desde el amor mismo.
Paulatinamente la banda fue creciendo con los experimentos más intensos de A Rush Of Blood To The Head (2002), con melodías basadas a piano y guitarras repletos de efectos de loop. X & Y (2005) presentó la producción de Brian Eno a la agrupación, quien se encargó de hacerlos sonar más grandes, con arreglos orquestales detrás de ellos y guitarras muy brillantes, cosa que se mantuvo en Viva la Vida (2008) y que cambió en Mylo Xyloto (2011) para centrarse en los sintetizadores.
Desde entonces son considerados como una de las bandas más grandes del mundo. Una agrupación que tuvo un impacto enorme dentro del llamado movimiento post-britpop, con líderes haciendo a un lado la hiper-masculinidad de la pasada figura del rockstar para hablarle a una generación más emocional, sin una gran guerra detrás.