A 10 años del Viva la Vida de Coldplay, el triunfo de la vida y la influencia mexicana

// Por: Staff

mié 13 junio, 2018

Por: Hermilo Isaac

Muchos ven en el cuarto álbum de Coldplay al renacer de la banda, pues Viva La Vida Or Death And All His Friends (2008) fue un cambio significativo en su carrera.Todo cambió: el estilo de composición, los sonidos, las progresiones rítmicas, las letras, los atuendos y hasta el arte.

Una luz tras la tormenta 

La banda venía de un tercer álbum, el X&Y (2005), que les dio muchos dolores de cabeza. En su afán por perfeccionar su sonido y crear un mejor álbum que el anterior, el A Rush Of Blood To The Head (2002), se aliaron del genio creativo y ambiental que es Brian Eno, y que incluso tiene participación en varias canciones, como en ‘White Shadows’, ‘Speed Of Sound’, ‘Low’ y ‘Square One’ en los teclados. Venían de haber hecho los mejores arreglos en la guitarra que han compuesto, con guitarras más pesadas como la gloriosamente infame ‘Twisted Logic’, que nunca ha sido tocada en vivo, y los finales de ‘What If’ y ‘X&Y’, a los que absolutamente nada les debemos.

Coldplay compuso cerca de 50 canciones para X&Y (2005), pero sólo 13 canciones fueron escogidas para la producción final, incluso tras haber pasado por el juicio de la banda de desechar todo y volver a hacerlo, como la versión alternativa filtrada de ‘Talk’, que cuenta con el sampleo de ‘Computer Love’ de Kraftwerk. Un álbum con el que la misma banda está inconforme y ahora sólo tocan ‘Fix You’, siendo uno de sus más grandes himnos.

El inicio: una visita a México

El tormento terminó en días de marzo del 2007, cuando Coldplay vino a México a concluir su gira mundial con un par de fechas agotadas en el Auditorio Nacional. Durante su estadía, Chris Martin aprovechó para visitar, entre otros lugares, el Museo de Frida Kahlo, ubicado en Coyoacán. Quién pensaría que de una pintura nacería la inspiración para todo un álbum conceptual, para darle un giro total a su estilo. El cuadro pintado con unas sandías y la inscripción de “Viva La Vida” en una de ellas fue uno de los elementos que detonó en la inquieta cabeza de Chris para regresar al estudio.

Parte del tormento post- X&Y fue el cambio de personalidad que tuvo Chris Martin, y que incluso orilló a que fuera expulsado de la banda durante un tiempo. En la redención y el regreso contaron, además de nueva con Brian Eno, con Rik Simpson y Jon Hopkins, quienes no necesitan cartas de presentación y sus manos son perceptibles en Viva La Vida (2008), pues Coldplay concibió el álbum más versátil, el más atrevido, el más experimental. Le apostaron al Pop Barroco, al Shoegaze, al Afrobeat e incluso a desempolvar viejas creaciones, como ‘Violet Hill’, que fue el primer sencillo de este disco, y que ellos mencionan fue una canción que finalmente encontró su estribillo después de tanto tiempo, siendo tan vieja como tal vez sus primeras composiciones.

Una oda a los polos entre vida y muerte

Coldplay se convirtió en una fuente creativa, componiendo un gran número de canciones para este álbum, que incluso ni con 6 sencillos ni con un EP unos meses después, el Prospekt’s March (2008), no se dieron abasto para publicar todas esas ideas. Si bien el eje central del X&Y era la contraposición de los opuestos, en Viva La Vida mantenían esa máxima, pero acotada a la vida y a la muerte.

El último tema del disco, ‘Death And All His Friends’, es una protesta ante todas esas cosas que llevan a la muerte, a la separación, a la confrontación, -“No I don’t a battle from beginning to end // I don’t want a cycle of recycled revenge // I don’t want to follow the death and all his friends”-, sumando las voces de los 4 miembros en un enérgico coro, siendo que normalmente Guy Berryman no participaba en la voz, hasta apenas unas cuantas canciones en el álbum pasado.

En contraposición está ‘Lovers In Japan’, no se sabe con certeza el origen del nombre, pero podría deberse a que en Japón se le conoce también como la tierra del Sol naciente, por donde comienzan los días, los nuevos días traen nuevas oportunidades consigo de hacer, de mejorar. En el contexto de la letra, habla de una pareja que pasa por dificultades, pero el entusiasmo y el amor profesado lleva a escribir, -“Tonight maybe we’re gonna run // Dreaming under the Osaka Sun // Ohohoh, Ohohoh // Dreaming of when the morning comes”-. De hecho termina esta canción y comienza ‘Reign Of Love’ dentro del mismo track. Esto tal vez fue hecho a propósito, uniendo el sentir, la línea de la idea de ‘Lovers In Japan’ con el triunfo del amor, de la vida por sobre las adversidades. Coldplay habla de aquellas cosas o situaciones que nos “pueden llevar a la muerte”.

En ‘Yes’ hablan sobre las tentaciones, sobre el resistirse a ellas y ser presa del sentimiento de culpa, del remordimiento. En este mundo tan hedonista es fácil pasar de largo los sentimientos de alguien, de menospreciar actos y muestras de cariño y amor desinteresado, yendo en línea recta hacia las pasiones carnales, y sin el mínimo cuidado por la salud mental de la otra persona. Aquí cuentan con la brillante participación de Davide Rossi en las cuerdas con un arreglo en escalas pentatónicas, como una serpiente que está hipnotizada. -“If you only, if you only said yes // Where there you will’s everybody’s guess // God only knows I’m trying my best // But I feel so tired of this loneliness”-.

La muerte y libre interpretación de la vida

En la etimología japonesa encontramos el significado de ’42’, cuarta canción del disco, y que presenta 3 grandiosos cambios en la estructura musical. En estricto sentido significa la muerte, e incluso varios edificios en Japón no tienen el piso 4. La clásica forma de composición de Coldplay con un piano que va abriendo paso para los demás instrumentos mientras suenan acordes menores y Chris habla sobre aquellas personas muertas en vida, que viven ensimismadas, con una perspectiva pesimista sobre la vida o con exceso de realismo.

No podemos pasar de largo ‘Lost!’ y ‘Strawberry Swing’, las canciones que poseen mayor número de percusiones en su discografía. Las líneas de ‘Lost!’ hablan sobre la sensación de fastidio, de frustración que se puede pasar en el camino a obtener una meta, y la forma de automotivarse sin caer en la soberbia, -“You might be a big fish in a little pond // Doesn’t mean you’ve won cause along may come a bigger one”-. Una de las canciones con una estructura muy sencilla, y un órgano de iglesia que irrumpe en medio de djambés, tom de piso y palmadas. La forma tan sigilosa que tiene de integrarse cada instrumento crea una simbiosis sonora muy rica. La guitarra no tiene mayor complicación más que repetir la misma figura durante esos 4 minutos con el efecto de “delay” en reversa. Las palmadas, el tom de piso, el bombo, una gaita, teclados, cellos, el bajo, una guitarra acústica y la voz de Chris Martin proyectada en distintos canales la hacen la favorita de muchos. La canción tiene muchos acordes mayores, pues Chris menciona que no le agradan mucho los menores, y es este elemento el que le da cierto toque optimista a la canción.

Su lado más experimental fue al haber tocado terrenos del Shoegaze con ‘Chinese Sleep Chant’. La emulación de la pared de sonido que llevó a Kevin Shields ser reconocido como una de las personalidades que revolucionó el sonido de la guitarra, se hizo presente aquí. Un pedal de “fuzz” o distorsión haciendo cadena con un “delay” con excesivo “feedback” y las voces de Chris Martin y Jonny Buckland con un filtro de reverberación y haciendo falsete para contraponerse al chorro de sonido que hace imperceptibles los rasgueos.

El track homónimo, un clásico

El tema ‘Viva La Vida’ fue criticado, tanto para bien como para mal, por un lado había acusaciones de plagio por parte de Joe Satriani, y por el otro era un himno para motivar masas, para sentirse invencibles, como lo consiguió Pep Guardiola con el equipo español de fútbol Barcelona F.C. Con Davide Rossi en las cuerdas narran una historia semejante a la de Jesucristo, al hacer referencia a los días de Domingo de Ramos, cuando los israelitas le veneraban, y una semana después le daban muerte de la manera más penosa en ese entonces, simbolizando la cruz como una vergüenza.

Esta canción le concedió a la banda el premio Grammy por mejor canción del año y es considerada de los últimos grandes himnos de Coldplay, además de ser la única canción de este disco que ha sido interpretada en la reciente gira, salvo algunas excepciones. Coldplay se reinventó e hizo un disco que comenzó a dividir a los seguidores, que terminó siendo más claro ese corte con el siguiente álbum Mylo Xyloto (2011). La pintura de Eugene Delacroix de “La Libertad Guiando Al Pueblo” fue usada para hacer alusión al triunfo de la vida sobre la muerte.