“Si nosotros lo hicimos, si el género lo hizo, siendo un género tan marginado desde que empezó… Cualquiera puede y cualquier género puede”, me declaró Jhay Cortez desde la cima de un edificio de la Colonia Condesa. La primera planta estaba atascada de seguidores de su música y la calle se vio congestionada gracias a los cientos de adolescentes con playeras de J. Balvin o de Bad Bunny que trataban de mantener la mirada arriba, en búsqueda del autor de ‘No Me Conoce’, ‘Cómo Se Siente’ y ‘Subiendo De Nivel’. Los paparazzis tampoco faltaron, emocionados ante el morbo de tener una fotografía del nuevo novio de Mia Khalifa.
Esta fue la segunda vez que me senté a platicar con él, finalmente en persona y con la emoción a tope ante lo mucho que había conseguido desde la publicación de Famouz (2019). Éxito tras éxito, quien solía componer y producir a modo de -fantasma- para artistas como Ozuna o Natti Natasha, se transformó en el primer cantante hispanohablante en llegar al #1 del Billboard con una canción 100 por ciento en español; un hito que consiguió en conjunto con Bad Bunny gracias a su colaboración ‘Dákiti’, éxito de mil millones de reproducciones que terminó por materializar algo que ya todos sabíamos: Hoy en día el español es la lengua número uno en el mundo.
“Es como dice el Conejo”, me afirma, mientras toma un sorbo a su taza de café, “ya no hay que querer cantar americano o hacer cosas que ellos hacen para poder ser mundial hoy en día, ya lo somos. Estoy orgulloso de mi género, de la música que hago”. No puede tener más razón, y le contesto con la misma frase: “Es como dice el musicólogo Zellner, el reggaetón es histórico al ser –el primer género de lengua no inglesa que tiene estos niveles de reconocimiento a una escala global-“.
Jhay Cortez sobresale gracias a su sonido futurista, repleto de detalles armónicos bastante más suaves que los tradicionales golpes de bajo del trap, en canciones que cargan con un fuerte sentido de la sensualidad. Aunque su música no es directamente una reivindicación a nuestras raíces sonoras, como puede ser lo realizado por C. Tangana o el mismo Bad Bunny en sus últimos lanzamientos, Jhay Cortez ha logrado otorgar algo único a su comunidad al imprimir una versión de lo que puede ser el futuro del trap, otorgándole un segundo aire que ya era necesario. Es sexoso, pero de una forma íntima y hasta nostálgica; aquella suavidad lo ha transformado en uno de los talentos más interesantes y únicos del reggaetón, imprimiendo una visión única al movimiento.
“Hoy en día somos más y somos más fuertes. Hoy en día tenemos los pantalones más puestos en el sitio para luchar con quién sea y llevar la bandera que sea de dónde tú eres a otros lugares y otros países. Extender la cultura y la música”, afirmó.
Oye Jhay, hace dos o tres años tuvimos una entrevista por teléfono y hablamos un chingo sobre tu amor al reggaetón. Hablamos sobre el baúl de discos de tu madre, sobre cómo escuchabas El Abayarde todos los días, pero también me gustaría expandirlo un poco para saber si escuchabas trap en inglés. Creo que aun no se ha hablado mucho en la escena del trap en español sobre la influencia del trap anglosajón…
Claro… Sí, aunque no era trap en ese momento, era más hip-hop, más rap; pero, sí, yo creo que eso fue lo que me permitió hacer trap con tanta facilidad. Pues, haber escuchado a 50 Cent, Eminem, después Drake, cuando llegó, que era súper fanático desde el principio, principio. También Kanye West. Todos estos artistas quedaron en mi subconsciente y cuando vino la era del trap, era más fácil buscarle la vuelta.
No estoy diciendo que rápido caí en tiempo, pero era más fácil porque ya tenía un conocimiento y me gustaba.
Pero sí caíste en muy buen tiempo, caíste justo en la explosión.
Sí, gracias a Dios, gracias a Dios.
¿Crees que lo hiciste un poco a propósito, caer justo en el momento idóneo al trap? Porque tú ya estabas bien inmiscuido en la escena del reggaetón, pero no llegaste haciéndolo.
Gracias a Dios creo que llegó a un buen momento, como quien dice, entré en esa época de la nueva y estos artistas. Después de la generación del Conejo, Anuel y Ozuna. Pero estoy súper agradecido, yo creo que el tiempo de Dios es perfecto y todo tiene su cometido. Yo estaba supuesto a salir en este momento.
Yo tengo la idea de que cuando un productor, un compositor, da el paso para ser un artista es porque ya tiene una imagen en mente que quiere otorgar, un objetivo discursivo. Tú, cuando empezaste a ser Jhay Cortéz, Jhay Cortéz, ¿cuál era tu objetivo?
Mi objetivo siempre fue ser artista y si no podía ser artista, quería hacer música. No importaba si escribiera, produjera, grabara, yo lo que quería hacer era música y vivir de ella. Gracias a Dios, desde que comencé, estoy viviendo de ella. He hecho tantas cosas gracias a ella y he cumplido tantos sueños de poder trabajar con artistas que admiraba, que respetaba.
Pasaron un montón de cosas que me permitieron pasar de compositor y productor a artistas. Quizá ver todos los errores que cometieron los artistas con los que trabajé o quizá cosas más de backstage; en lugar de esperar a salir yo y vivirla, pues ya tenía más experiencia y sabía por dónde irme.
¿Dirías que tenías una visión, una regla, de acuerdo con lo que habías vivido con otros artistas de lo que no tenías que hacer?
Claro. Sí, tenía. Como quiera, uno comete errores. Pero, sí tenía una idea de lo que no tenía que hacer y lo que sí. También la velocidad… Obviamente cuando no estás con otros artistas, tienes tu propia velocidad, pero cuando ves cómo trabajan los artistas profesionales y las superestrellas… Para ser una superestrella debes tener un nivel de persistencia y dedicación hacía el arte que es extra-curricular. Eso lo aprendí de estrellas como Yandel, que trabajé con Yandel, Don Omar, que trabajé con él también. Un sinnúmero de artistas.
Don Omar fue tu ídolo de niño, ¿no?
Sí, sí, sí. La verdad que sí. Yo creo que es el artista que hizo que yo decidiera ser artista. Él me inspiró a decir que esto es lo que yo quiero hacer.
¿Qué te transmitió Don Omar de niño?
Diantres, en verdad yo creo que Don Omar fue esa figura en mi vida. Siempre a esa edad de 14-15, uno, quizá si no tienes amigos, si tienes muchos amigos o no… Yo, por mi parte, era un niño que se mudaba demasiado.
Viví con mi abuela, viví con mi papá, viví con mi mamá, así que era muy difícil hacer amistades y quedarme con ellas. Don Omar fue el artista en el que yo me aferré y para mí era mi amigo porque yo escuchaba su música y sentía, sentía ganas de ser alguien, soñaba. Mano, en lugar de ver a Spiderman o a los Power Rangers o, quizá, como la gente que idolatra a los deportistas, yo era así con los artistas y, en este caso, Don Omar.
El cambiarte tanto de hogar no te permite tener algo a lo cual aferrarte. El arte, la música te lo permite… Don Omar se convirtió en tu casa.
Don Omar fue ese artista que me ayudó a escaparme de mi realidad y que me ayudó a inspirarme y a soñar a querer ser alguien.
Una vez le planteé una pregunta a J. Balvin en la cual le decía -te la pasas diciendo el lema de latino gang y demás-, por lo cual quiero saber si con tu música tienes la intención de enaltecer a la cultura hispana.
Claro, siempre, siempre. Hoy en día somos más y somos más fuertes. Hoy en día tenemos los pantalones más puestos en el sitio para luchar con quién sea y llevar la bandera que sea de dónde tú eres a otros lugares y otros países. Extender la cultura y la música.
Como dice el Conejo, ya no hay que querer cantar americano o hacer cosas que ellos hacen para poder ser mundial hoy en día, ya lo somos. Con más orgullo, estoy orgulloso de mi género, de la música que hago.
A mí me queda claro que es la representación, pero a mucha gente no le queda claro y me gustaría saber desde tus palabras cómo es que la música, cómo es que el impulso del reggaetón, del trap en español, ayuda a la cultura hispanohablante.
Hermano, hay muchos jóvenes que quizá están pasando muchas cosas en su vida, nadie sabe, y quizá la música es su momento de escape, es el momento que puede ayudar mucho a que no cometer estupideces al solo quedarse en casa, escuchando música, o ir a un concierto. Aparte de que hay muchos jóvenes que tienen el talento de hacer música y en vez de irse para la calle o hacer cosas que quizá no deben, el género los inspira a meterse a un estudio, estudiar música o hacer algo constructivo… Algo constructivo, algo de productividad.
Ayudar a los jóvenes a soñar. Si nosotros lo hicimos, si el género lo hizo, siendo un género tan marginado desde que empezó… Cualquiera puede y cualquier género puede.
Está buenísimo, ¿crees que a ti te pasó eso, que la música te ayudó a no caer en todo aquello sobre lo que hablas?
Sí, la música me salvó de muchas cosas que quizá ignorantemente o no… Uno quiere ser cool y tener dinero, tener cosas lujosas o quizá hay cosas que te llevan a tenerla más rápido o lenta… La música, aunque fue un poco más lento, me ayudó a tenerla.
Bueno, muchas gracias Jhayco. ¿Te gustó la entrevista?
Gracias. Claro que sí, la pasé muy bien.