Frank Ocean: Los Chicos No Lloran #RetratosÍntimos

// Por: Staff

mié 28 octubre, 2020

Por: Ernesto Cruz Yáñez

#RetratosÍntimos es una nueva serie de WARP en la cual profundizamos en la psicología de la obra de los artistas más relevantes de la industria musical. En este caso, hablamos del rapero Frank Ocean.

En 2005, el rapero norteamericano Kanye West declaró ante las cámaras de MTV NEWS: “Desde el principio, el hip-hop nació como un movimiento que buscaba hacer contrapeso al racismo, al clasismo y la opresión que ejercen los blancos contra las personas de raza negra alrededor del mundo; sin embargo, al ser parte de esa cultura, debo aceptar que también hemos sido injustos con otros, particularmente aquellas personas que abiertamente se declaran homosexuales o lesbianas. De hecho, me atrevería a decir que hemos hecho todo lo posible para convertir al hip-hop en un antónimo de todo aquello que sea diferente a la heterosexualidad. Y eso no va a cambiar hasta que reconozcamos nuestro error”.

FUTURA FREE

Frank Ocean. Un nombre y un apellido que, a estas alturas, podrían ser un culto. Músico, fotógrafo, modelo, escritor, editor, periodista. Artista por encima de todo.

Pero, más allá de su condición como talento multifacético, este personaje es la muestra contundente de la naturaleza humana. Contradicción, claroscuros, la duda. Celebridad  que logra el hermetismo en la época en la que nadie puede esconderse. Genio de silencios ante los reflectores; pero de exposición absoluta cuando se trata de comunicarse con el público a través de su obra. Conocemos  todos sus rastros pero nunca se sabe dónde está. Afroamericano queer. El David Bowie de nuestro siglo. El héroe de tus héroes. El ídolo que hace lo que quiere sin miramientos, sin la tibieza de hacer para simpatizar. Peter Pan que utiliza las patinetas y  los coches como un ancla de la niñez fallida. Inseguro hasta el tuétano.

A principios de 2013, después del ciclo de su segundo álbum, el norteamericano adelantó para la BBC que ya estaba trabajando en su siguiente placa. Terminó su primera gira y pasó por todo el ciclo de programas nocturnos de Estados Unidos. Y así, con los titulares esperando, desapareció. No más Twitter, no más Facebook, no más Tumblr, no más entrevistas, no más de nada.

Era demasiado tarde. La expectativa había germinado

Marzo, 2014. Sin avisos, cuatro fotos de su persona en cabinas de grabación empiezan a circular por todas partes. Los medios intentan profundizar la noticia sin éxito. Octubre, 2014. Su Tumblr se reactiva por unas horas. Dice que el disco está casi terminado y que quiere completar cinco producciones antes de cumplir treinta. En ese momento, le faltaban tres años y tres álbumes para la meta. 2015, abril. Habían pasado cinco meses desde lo último que se supo de él. Tumblr otra vez: una foto de él sentado junto a dos pilas de revistas tituladas ‘Boys Don’t Cry’. Un pie de foto: tengo dos versiones, tengo dos versiones. Una revista, el disco número tres, 15 de julio. Momentos posteriores, Billboard asegura que el disco será lanzado tres meses después. El día pactado llegó y se fue. Sin álbum, sin revista, sin actualizaciones del caso. Nada. Otro año se fue sin más información.

  1. Son los primeros meses y aparece una imagen con una decena de fechas, algunas pasadas y otras por llegar. Las que arrojaban la mayor posibilidad se acercaban al verano. Pero julio una vez más, otro murmullo que quedó huérfano. Agosto. Una transmisión en vivo aparece en su sitio web. Blanco y negro. Él aparece y, sin decir una sola palabra, empieza a trabajar en la construcción de una escalera al cielo. De nuevo los rumores: día diez del mes. Ya podemos imaginar lo que pasó. 18 de agosto. El video de la escalera se reactiva. Ahora tiene sonido: 45 minutos de audio acompañados de una especie de documental sonorizado con música nueva. ENDLESS. El drama no había terminado. 48 horas después del lanzamiento de su álbum visual, llega a Apple Music: Blonde, el cuarto material discográfico. Acompañado de un video que promocionaba el único sencillo –Nikes– también decide distribuir de manera gratuita su primer proyecto editorial: una revista que retoma el título Boys Don’t Cry. Disponible en las ciudades principales de Estados Unidos y algunas locaciones alrededor del planeta. Cuatro años habían pasado. Cuatro años de misterio y compromisos quebrantados. Cuatro años que parecían no tener fin. Y, según la respuesta de la gente, cuatro años que valieron toda la pena. Frank Ocean.

nostalgia, ULTRA

Christopher Edwin Breaux llegó al mundo sin la suerte que cualquiera podría atribuirle a esos que denominamos como elegidos. Nació entre el abandono de un padre al que jamás volvió a ver y la abrumadora presión de una ciudad que te obliga a ser exitoso para sobrevivir: Long Beach, California. Su madre no se fue -e incluso- hizo todo lo posible para maquillar la pobreza que fácilmente afectaría el sueño infantil de quien sea. A sus cinco años, mamá e hijo tomaron maletas y emprendieron un viaje en búsqueda de lugares con estilos de vida mucho más modestos.

La travesía fue larga y, aunque Christopher ya sabía hablar, no fue hasta que Katanya Breux encendió el estéreo que su hijo aprendió a entender el mundo a través de las palabras… A través de su propia voz. Marvin Gaye, Anita Baker, Stevie Wonder pero sobre todos y todas, Prince.

‘’A los diez años supe que quería dedicarme a la música. En realidad, no fue una a causa de una epifanía ni de un foco prendido sobre mi cabeza. Pasábamos mucho tiempo en la oficina de mi madre y en el automóvil; entonces, lo único que podía hacer era cantar. Un día mi madre me dijo que podría ser bueno en eso. Tiempo después entendí que cuando eres pobre y eres negro, no basta con ser bueno… Tienes que ser fantástico. Ahí decidí que no podía tomarlo como un hobby, debía  asumirlo como la vida misma’’.

Katrina fue uno de los huracanes más destructivos en la historia del océano Atlántico. Su intensificación en los días clave devastó a Cuba, Bahamas y estados como Texas, Florida, Alabama y Luisiana. Al final del ciclón, la zona metropolitana de Nueva Orleans tuvo los peores índices de afectación  debido a las fallas que tuvo el sistema de diques y alcantarillado, lo que se convirtió en el mayor desastre de la Ingeniería Civil que se tenga registrado en la vida contemporánea del mundo.

Cerca de tres mil muertos, cientos de desaparecidos y millones de damnificados que incluso hoy, siguen sin reponerse por completo. A nivel económico también fue una hecatombe: 108 mil millones dólares en pérdidas.

Y sí, a estas alturas cualquiera puede imaginar la relación tóxica que surgió entre Christopher Breux y los fenómenos naturales: a pesar de que su casa tuvo la fortuna de no colapsar, el estudio de grabación en el que trabajó por casi dos años se hundió hasta el fondo de un charco gigante. Demos, cintas de grabación y horas de esfuerzo podridas por el agua.

Subido en un Nissan Máxima 2002 color naranja, Lonny Breux –como lo llamaba la madre de su mejor amigo-  tomó los diez mil dólares que le quedaban y condujo hasta California para terminar el disco que había pensado años atrás.

‘’Hasta ahora, ha sido la época más complicada de mi vida. Siempre pensé que cuando llegara a los 20 sería toda una sensación juvenil y estaría listo para vivir como rey.  La realidad fue muy distinta, era bastante miserable. Incluso trabajé como artista del  sándwich en un Subway; pero nunca dejé de pensar en mi música’’.

El 18 de febrero de 2011, Breux colgó de su cuenta de Tumblr un link para descargar nostalgia, ULTRA, un trabajo denominado como mixtape que retomaba el concepto elemental de la curaduría de canciones con un tema específico grabadas en cassettes.

nostalgia, ULTRA está conformado por catorce tracks y su título hace referencia directa al tópico que reina la atmósfera del trabajo: La añoranza del pasado y la incertidumbre que genera la modernidad. Como una yuxtaposición entre lo viejo y lo nuevo, Lonny utilizó pistas icónicas de bandas como Coldplay, Radiohead, MGMT y The Eagles para instrumentar algo completamente nuevo; además, goza de las mayores virtudes de Breux como compositor al fusionar los tres ejes principales de su escritura: la percepción que tiene del contexto social, el amor y su estatus como individuo dentro de la Tierra, a través de la cultura pop.

We All Try (2011)

El 27 de octubre de 2010, en su cumpleaños número 23, Christopher Edwin Breux murió para darle vida a Frank Ocean. Inspirado en la película ‘’Eleven’s Ocean’’ y en su personaje principal interpretado por el mismísimo Frank Sinatra. Ocean sintió que se vería mejor en las revistas; sin embargo, existe un motivo de mayor contundencia:

‘’Cambiar mi nombre es lo más poderoso que he hecho en toda mi vida. Fue un acto de libertad absoluta. Con esto, tomo mi existencia desde el principio y me hago cargo de todo. Es el último regalo de cumpleaños para Christopher y el primero para Frank Ocean’’. 

CHANNEL ORANGE

’Quien sea que lea esto, en donde quiera que esté… Empiezo a creer que somos demasiados. Demasiados esperando a ser vistos, escuchados, tocados.  Llevo tres años gritándole a las nubes en búsqueda de algo. Piedad, tal vez. La búsqueda de una lluvia que traiga paz para mi mente. Hace cuatro años conocí a alguien. Yo tenía 19  y él también. Pasamos ese verano y el siguiente haciendo lo mismo: juntos. El tiempo se congelaba y lo veía sonreír hasta que llegaba la hora de la siesta. Compartíamos el pecho y el silencio. Con el tiempo entendí que estaba enamorado de él. Después de eso, no hubo esperanza ni escapatoria. Se había convertido en mi primer amor sin siquiera tener la oportunidad de elegir. El amor que cambiaría mi vida. Me cuestione por aquellas mujeres con las que estuve y recordé cuanto lo disfruté; pero nada de eso se parecía al amor, a este amor. Recordé las canciones de mi adolescencia y a la primera chica que besé. Después de él, estaba frente a un lenguaje que no conozco. Cierta noche, toque su puerta. Estacioné mi Nissan Máxima frente a su casa, el mismo coche con el que dejé Nueva Orleans para venir a California. Él salió y sólo pude decir lo que sentía. Me abrazó para decirme con gentileza que lo había intentado con todas sus fuerzas; pero que no podía aceptar quererme de esa manera. Me fui porque era tarde y su novia lo esperaba en la sala.

Han pasado tres años y a veces todavía me pregunto si no fui suficiente. Tres años de respirar y decir que todo va a estar bien. Sin creerlo realmente, las cosas sí fueron mejores. Nunca estuve solo, aunque lo pensara. Ahora puedo agradecer que te conocí porque me ayudaste a definir quién soy. Fue una experiencia de muerte que me llevó a la vida. Ya no tengo secretos conmigo mismo. Agradezco a mi madre por hacerme tan valiente. Gracias a ti, jamás te olvidaré… Gracias a todos ustedes. Jamás había tenido tanto respeto por mi vida. Soy un hombre libre… Y si te acercas lo suficiente, puedes escuchar cómo el cielo cae lentamente a través de las gotas de lluvia’’.

-Frank-

Este texto apareció en el perfil de Tumblr de Frank Ocean apenas unos días antes de la salida de su segundo material discográfico. El post se complementaba con lo siguiente: ‘’El carro sigue estacionado. Espero que los bebés del futuro no tengan que escuchar toda la mierda que nosotros escuchamos. Esta carta es para todo aquél que quiera leerla. No soy un rumor y estoy aquí para contar mi historia’’.

La carta abierta se convirtió en un hito pop sobre la libertad. No hubo conferencias de prensa, no lo hizo en televisión nacional ni lo vendió como reportaje a los grandes programas de chismes. Frank Ocean ni siquiera mencionó las palabras ‘’gay’’ o ‘’sexualidad’’ en su texto.  Sólo lo escribió. Y fue tan importante como aquél día de 1971 cuando David Bowie se declaró abiertamente bisexual. Tuvo el mismo impacto que aquella sentencia de Sid O’ Connor en la que advirtió que nadie tenía derecho a opinar sobre lo que hacía o no con su clítoris.

En la portada de la revista Rolling Stone se leía:

‘’FRANK OCEAN NO SALIÓ DEL CLÓSET, SÓLO ESCRIBIÓ UNA CARTA DE AMOR’’.

Channel Orange vio la luz el 10 de julio del 2012. Nominado a seis Grammys y ganador de dos como ‘’Mejor Álbum Urbano del Año’’ y ‘’Mejor Artista Nuevo del Año’’. Para esta placa, Ocean reclutó a Malay como su productor principal y encargado de la dirección musical. Con colaboradores de la talla de Pharrell Williams, André 3000, John Mayer y su amigo Tyler The Creator, recibió la distinción de ‘’mejor disco del año’’ por más de 70 publicaciones alrededor del mundo.

En Channel Orange, Frank redefinió todos los géneros de la cultura afroamericana. Soul Futurista. Reggae del Espacio. Gospel Electrónico. R&B Operístico.

Beyonce para MTV Europa (2016)

‘’Blonde es un clásico instantáneo. Deberían integrarlo al programa de educación infantil de Norteamérica. Uno de los mejores discos del siglo. Frank acaba de escribir una carta de amor para el futuro’’.

Playboi Carti para la revista The Fader (2018)

‘’Sin duda alguna, Frank Ocean es la persona más más obsesiva con la que he trabajado. En total grabamos voces para cinco canciones; pero hicimos variantes suficientes como para 100 canciones. Es muy inquieto con sus ideas, nunca está realmente satisfecho. Tanto que presiento que nunca sacará ninguna de esas canciones’’.

Raf Simons para la revista Boys Don’t Cry (2015)

‘’Frank Ocean es un muchacho muy extraño. Me intriga mucho su pasión por los autos. A veces me da la impresión que es una especie de cliché para tener contento a su lado heterosexual’’.

Timothée Chalamet para la revista V Men (2018)

‘’Nunca había sentido a un periodista tan comprometido con su trabajo hasta que Frank Ocean me entrevistó el otro día. Regularmente los reporteros se halagan cuando preguntas algo sobre su vida, y como fan número uno de su obra, también quería resolver algunas dudas. Nunca me dejó. Me ignoraba de manera deliberada cuando hacía referencias a sus canciones. Espero no haberle caído mal’’.

Anna Wintour para la revista Vogue Japón sobre la Met Gala (2017)

‘’La atención se la llevó Rihanna pero creo que la verdadera declaración de moda y personalidad la hizo Frank. ¡Llevó una camisa desplanchada y un pantalón que le quedaba chico a la fiesta más exclusiva de la moda! ¡Y se le veía bien! Eso es una muestra de audacia’’.

Miguel desde su cuenta de Twitter (2013)

‘’Frank Ocean pasará a la historia como uno de los artistas más sobrevalorados. El hecho de que su música sea rara no significa que sea buena. Me parece que eso habla de los bajos estándares de la sociedad actual’’.

Travis Scott para Rolling Stone (2017)

‘’Después se su increíble set en el Festival Panorama, decidí contactarlo para agradecerle la experiencia. Lo primero que le dije fue que White Ferrari era mi canción favorita de su repertorio, a lo que me respondió: entonces elegí bien. ¿Sabías que tengo 41 versiones de esa canción? No me pidas que te las muestre, probablemente te la arruinaría’’.

Barack Obama para el New York Times (2016)

‘’Generalmente los músicos que invitamos a la Casa Blanca vienen con sus vestuarios más costosos, acompañados de super-modelos. Pareciera que quieren opacar al presidente (risas). Y luego está ese muchacho Frank. Él llego con Vans y trajo a su mamá. Le pregunté a Michelle pero no me supo decir si eso era una falta de respeto o la muestra de su genuinidad’’.

¿Qué tan lejano está un año luz?

En un lapso de apenas 48 horas, Frank Ocean estrenó ENDLESS, Boys Don’t Cry y el esperadísimo Blonde. Los tres proyectos forman un ambicioso conglomerado de los intereses estéticos del artista: lo visual, lo editorial y lo musical. Atrás habían quedado los acercamientos con ritmos bailables y ahora coqueteaba con la deconstrucción de los planteamientos pop tradicionales. Los temas también cambiaron: quedó  exhibido el interés particular de Ocean por el futuro, la desolación, el nirvana y las aspiraciones de sus contemporáneos.

La influencia de su estadía en Londres fue clara. A pesar de la abstracción sonora, las piezas en ENDLESS y Blonde recurren a la intimidad en situaciones específicas y no tanto a sentimientos en su estado más puro. Un disco que suena al viaje de regreso a casa, ese que mira el exterior a través de una ventana por la  cual escurre lluvia y frío.

Una versión de Frank que cada día lidiaba mejor con las inseguridades dejó el hermetismo y comenzó a involucrarse en una serie de proyectos que validarían su capacidad multifacética.

Programa de radio en Apple Music. Modelo editorial para Petra Collins. Desertor político de los Grammys. Siete canciones nuevas. Fotógrafo para Vogue. Editor y director creativo de un número completo de la revista i-D. Una gira por los principales festivales del circuito veraniego. Cinco cancelaciones. Diseñador de su propia mercancía.

Aquí, ahora. Dicho su relato en más de tres mil palabras, sólo queda hacerle caso y entender que su historia –nuestra historia- es el único espectáculo que nos pertenece. Para Frank Ocean, la bisexualidad, su condición como hombre de raza negra, el huracán Katrina, la ausencia de su padre, los esfuerzos de su madre y la cercanía con la pobreza son sólo alicientes de su obra; pero no las razones que definen todo su trabajo. Porque hay mucho más. 

En realidad, todo este tiempo  se ha tratado de una sola cosa: Ser el artista más brillante de su época. Y eso es lo único que realmente importa. Los chicos sí lloran.