Esta mañana la agrupación sonorense Margaritas Podridas estrenó ‘Ceremonia’, el segundo sencillo de su próximo álbum de estudio, el cual ha sido producido por Sebastian Neyra de Mint-Field y con el cual cambiarán su sonido a uno más melancólico, melódico y repleto de texturas experimentales, alejándose del grunge de su pasado.
Esta modificación está más que presente en este sencillo, el cual llegó con un video musical muy bien realizado que coloca al cuarteto en el papel de unas hadas del bosque, mismas que tienen que enfrentarse a una bruja aterradora. Tiene una estética increíble con un imaginario reminiscente de la primer película del Mago de Oz.
“Esta canción es una de las más especiales para mí del nuevo disco; puesto que tengo recuerdos muy bonitos de estarla componiéndola junto a todes. Poncho fue el primero en sacar el riff de la guitarra, a eso Rafa le compuso la línea de bajo, entre todes hicimos una lluvia de ideas para crear el cuento de hadas, y para hacer la melodía de la voz primero tuve que hacer muchos tarareos encima de la música para encontrar la melodía a la que después le pusimos la letra”, declaró la vocalista Carolina Enríquez.
Por otro lado, la bajista Esli, afirmó que es una canción “muy emocionante, me trae recuerdos bonitos y creo que marca una nueva etapa para nosotres. puede que esté un poco desapegado al sonido que teníamos pero eso nos ha permitido conocer un poco más lo que buscamos para el proyecto”.
https://youtu.be/Xvx1Yuf5KNE
La agrupación antes llamada Rotten Daises se dio a conocer dentro de todo el territorio nacional a finales del 2018 gracias al estreno de su primer álbum de estudio Porcelain Mannequin (2018), una oda al terror de amanecer muerta, fuente de un ataque de celos o un intento de violación. Es la representación sonora de la ansiedad que estas chicas sienten al vivir rodeadas de noticias asquerosas; eventos que no deberían de ocurrir en una sociedad civilizada, pero que son la norma en el mundo machista en el cual vivimos.
No pudieron haber elegido un mejor ícono visual para expresar lo que es su música que su maniquí, él «representa a todo lo que pasa con las mujeres, es una figura ideal de mujer, es un cuerpo objetivado, desnudo, cubierto de sangre», explica Carolina. «A la gente le gusta ver mujeres desnudas, pero no les gusta ver lo real, la realidad es que los cuerpos están cubiertos de sangre”, finaliza.
El álbum brilla entre violentos up-tempos, rompimientos armónicos y distorsiones que podrían ser fácilmente catalogadas dentro del movimiento grunge. Pero, contrario a muchas, esta no es una agrupación revival más a un género tan explotado, es una adaptación del movimiento al imaginario de dos niñas, repleto de elementos fúnebres y ataques de ansiedad que contienen un gran discurso social.