El pasado sábado, UNKLE se presentó como el headliner de la cuarta edición de Guadalupe Valley Wine, Food & Music Festival, un evento que enalteció las riquezas naturales, culturales y gastronómicas de una de las regiones más hermosas del estado de Baja California, el Valle de Guadalupe, el corazón de Ensenada.
La banda liderada por el compositor y productor James Lavelle se presentó en el cierre de festival, debajo del cielo estrellado de Valle de Guadalupe, con el propósito de calentar a todos los presentes en una madrugada fría con música electrónica tensa, de vanguardia, y unos visuales espectaculares que transportaron a todos quienes los vieron al mundo de ciencia ficción generado alrededor del proyecto.
El grupo fungió como uno de los grandes catalizadores para que el trip-hop mantuviera su papel como un género popular y de vanguardia gracias al éxito crítico y comercial de su álbum Psyence Fiction (1998), unos cuantos años después del despegue de Massive Attack, Tricky, Portishead y la etapa con bases electrónicas de experimental de Björk.
Su importancia radica a que gracias a su imaginario, logró darle una nueva capa de profundidad al género, distinguido por su sonido lento, sensual, de una complejidad rítmica intrincada, armonías frías y melodías con características pop. En él, Lavelle relata historias que parecen alienígenas dentro de su enfoque por describir los elementos más ordinarios de la vida del ser humano como si fueran cosas espectaculares. Las letras, en su mayoría románticas o repletas de un humor ácido inconfundible, lo llevaron a representar a una comunidad hambrienta de un imaginario rico dentro de un proyecto fino de música electrónica.
Es así como el eterno director de UNKLE se unió a DJ Shadow en 1997 para producir Psyence Fiction (1998) con la ayuda de colaboradores de la talla de Thom Yorke de Radiohead, Mike D de Beastie Boys, Richard Ashcroft de The Verve y Jason Newsted de Metallica. Un material que fue considerado como un concepto demasiado ambicioso, pero exitoso por la crítica de su época, en donde convergen géneros diversos, otorgando una multiculturalidad única en su fuerza de trabajo, basada en la colaboración y en unión de estilos musicales.
Su influencia es notoria en la posterior gestión de proyectos musicales masivos que funcionan a modo de colectivo, con un director en su cabeza y docenas de músicos saliendo y entrando de su mundo con cada lanzamiento. Del proyecto animado Gorillaz, a la electrónica futurista de Handsome Boy Modeling School, varios han encontrado su método de trabajo replicando aquel que gestó Lavelle en su debut.