La primera vez que vi a Javiera Mena sobre un escenario, fue por allá del 2015, la vi subir ante su público con una capa negra y un atuendo completamente plateado, como si se tratarse de un show cósmico, venido de otra galaxia. Frente a sus sintetizadores Javiera embrujó los oídos y sentidos de los asistentes.
Tiempo después me enteré de que la chilena es gran seguidora de la astronomía y el universo. “Me gusta mucho el arte cósmico, la gente que se inspira en el cosmos para hacer cosas, yo soy una de ellas, los planetas, la luna, me parece como raro que a la gente no le interese algo que esté ahí, maravilloso y tan gigantesco, especial, y a la vez desconocido, me apasiona ese tema“, me dice Javiera, mientras el tono de su voz se vuelve más intenso, como de una niña hablado de sus juegos favoritos.
Al hablar del universo hablamos de lo desconocido y uno para conocerse en la introspección tiene que recurrir a varios actos, como el de verse al espejo, tal es el nombre de su última producción Espejo (2018). “Es un disco que también tiene mucho de cosmos, del macrocosmos y del microcosmos a través del espejo, y las canciones hablan de eso, del autoconocimiento, de la soledad, temas a veces incómodos pero siempre con una base electrónica, también baladas; puedes tener una canción house, es un disco bien nutrido en cuando a ritmos“, me platica Mena.
La evolución de Javiera en sus discos ha ido del folk a la electrónica, de las guitarras y el piano a los bits, con una voz fresca. “Este es un disco que se conecta con mi primer disco, también tiene house, poco, tiene un mood más tranquilo, se conecta con la parte más orgánica, me encanta porque las letras tienen esa unión con el folk de la guitarra y la voz“, escucho a Javiera, a más de 7000 kilómetros, mientras ella está en Chile.
Cuando aplicamos el ejercicio de vernos al espejo podemos preguntarnos qué vemos, y si aquello que vemos nos gusta o no, en parcialidades o total. ¿Qué ves en el espejo cuando te miras?, ella responde de inmediato “me gusta mirar la confianza, eso es lindo porque confiar en uno mismo no es fácil, a veces se pierde pero es parte del ser humano. Y no me gusta que soy muy desordenada, siempre olvido las llaves cuando voy a salir, me gustaría mirar al espejo y ser muy ordenada a pesar de que he mejorado un montón, pero como dicen ustedes los mexicanos soy desmadrosa“.
Aunque en todo caos siempre hay algo de orden, Javiera insiste en el desmadre que dice ser. “Todo tiene su lado positivo, el lado desmadroso me hace ser curiosa, acercarme a gente que no conozco, soy conversadora y, claro, por otro lado está lo negativo de todo, olvido cosas, la mente anda un poco volátil y pierdo la noción de que mañana tengo que ir a un lugar. Practico la meditación budista tibetana, es un hábito que me ha ayudado mucho, considero que tenemos mucho que aprender de la cultura tibetana y culturas orientales“.
Pero no todo espejo es puente para el autoconocimiento, también está el otro, el Black Mirror, ese reflejo en negro que conlleva la tecnología y las redes sociales. “Las redes sociales pueden ser un espejo muy oscuro, por un lado son una herramienta muy poderosa que a mí me ha ayudado un montón para difundir mi música en Chile que está un poco aislado, así que me ha servido, pero también un lado muy negativo es que producen comparaciones, hacen que los niños estén creando mucha frustración, esa es la parte negativa que produce mucho dolor. Por ejemplo, los comentarios que pueden llegar de mi música trato de no engolosinarme con lo bueno ni con lo malo, sino que no estar tan pendiente, en un momento del día me meto obviamente porque es una herramienta, pero no soy de las que está todo el tiempo con el celular“.
Hace pocas semanas que la nacida en Santiago de Chile, ha vuelto de una gira por España, uno de los países donde mayormente ha apostado para su música, en sus propias palabras me cuenta que la gira ha incluido varias ciudades. “Me fue muy bien en Madrid, ahora regresaremos a ciudades como Galicia, Zaragoza, son varias fechas y muy contenta, si me volvieron a llamar será por algo. Aunque con diferencias con su público latino, el público europeo no es que sea menos cariñoso, digamos que es más templada la gente, son más templados, es la palabra, y los latinos somos más calientes, la gente que te está esperando te da un abrazo, el público europeo es más templado y los latinos 100% calientes“.
Javiera fue una de las grandes llaves para que Chile tuviera una presencia musical muy fuerte en México, más allá de los años de los Bunkers, hoy la escena chilena se posiciona como una de las más atractivas en nuestro país, artistas como Gepe, PedroPiedra, Francisca Valenzuela o la misma Mon Laferte han logrado consolidar un sector del público mexicano, le comento que pienso que ella fue un eje fundamental para que esto suceda, Javiera me responde segura de sus palabras “México es un país al que he ido mucho tiempo y tengo un público muy fiel, muy sólido. No es fácil ir a México desde Chile, es toda una movida la que tienes que hacer, pero la gente siempre está ahí, siempre comentándome en redes sociales, México es como un gran amigo que no ves por trabajo pero siempre está allí, tienen una onda de fidelidad, una conexión que siempre va más allá, siempre van a estar escuchando mis nuevos avances y adonde vaya, a Querétaro, a San Luis Potosí, lugares que no todos los artistas chilenos tienen la posibilidad de visitar y bueno, siempre me dan ganas de regresar y hace mucho tiempo que no voy. La música chilena empieza a estar en el mapa, antes estábamos muy aislados, por una mezcla de cosas que se dio en México, gracias al Vive Latino, la música en reactor con la música chilena, la época de ‘la Reclu’, recuerdo (cabe señalar que Javiera Mena y “la reclu” fueron roomies en la ciudad de México…y Rulo también) y creo que fue una mezcla con lo nuevo con un producto muy bueno, muy buen arte muy bien producido, tenemos un color diferente a todos latinoamericanos, somos un país más frío de clima, estamos un poco aislados, y ahora está como este renacer“.
Chile es uno de los países que ha implementado leyes en su sector creativo y musical, por ejemplo, la radio chilena, debe programar al menos 20% de la música local. Por otro lado, artistas chilenos deben abrir los grandes conciertos a bandas internacionales. “Esas instancias son necesarias porque son medidas que las mujeres tenemos que tomar para pararnos como iguales en lugares como un estudio de grabación o con una guitarra, que son lugares masculinos hasta al momento, como bajista, como baterista, entonces hay una cultura de que las niñas tengan menos iniciativa porque la cultura les dice que no. Entonces creo que está bueno que haya leyes para cambiarlo, ahí hay algo más de raíz, sabemos que vivimos en una cultura muy machista también“.
La cantante de éxitos como ‘Carretera’ o ‘Luz de Piedra Lunar’, estará haciendo promoción de su último material por lo que resta del año. En México se aproxima algo en noviembre, sin embargo no hay algo concretado todavía. Por ahora la gira continúa en España y regresa a Chile, donde tiene programado un concierto el día 29 de septiembre.