Con la actual era del streaming, la oferta de contenidos es gigantesca. Cada cierto tiempo, tenemos casos como el de The Tomorrow War, en que una película destinada a la pantalla grande, aparece así de la nada en una plataforma como lo es Amazon Prime Video.
La película estrenada originalmente en diciembre del 2020, pero debido a los cierres de cines, evento causado por la pandemia, se retrasó al 23 de julio de este mismo año. Esto fue hasta que Amazon decidió adquirir la cinta producida por Paramount Pictures, por una exorbitante cantidad de 200 millones de dólares, y estrenarla en su plataforma de video.
Es así como de la nada, el filme protagonizado por Chris Pratt e Yvonne Strahovski, llegó prácticamente sin aviso previo, a las salas de todos los hogares del mundo que cuentan con el servicio de Amazon.
El fenómeno es particularmente extraño y muy similar al de otros casos, ya que el marketing no fue para nada notorio, e incluso los primeros avances aparecieron muy poco tiempo antes de su estreno, por lo que Amazon no decidió apostar en una estrategia a largo plazo, en la que se generaría anticipación previa a este estreno.
The Tomorrow War nos plantea una historia en la que en el mundo actual, 2022 específicamente, aparece un comando proveniente del futuro, para advertir a la humanidad que en 30 años se desata una guerra contra una raza alienígena, la cual no puede ser ganada, a menos que se mande ayuda militar desde el presente, debido a la cantidad de bajas que ha sufrido la tierra.
Cuando las fuerzas militares ya no son suficientes, la gente del presente se ve obligada a mandar civiles para ayudar en la batalla futura, pero conforme pasa el tiempo, los esfuerzos se ven diezmados, cuando un gran porcentaje de los enviados, ya no regresa al presente.
En este punto es cuando interviene el personaje de Chris Pratt, James Daniel “Dan” Forester, un maestro de biología que sirvió en dos ocasiones en Irak y cuenta con conocimientos militares. Forester es reclutado junto con un equipo que en su mayoría no cuenta con experiencia alguna, y es así como viaja al futuro para enfrentar a esta raza alienígena en el Miami del 2048.
Las similitudes con las que cuenta la trama, con la de cintas como Edge of Tomorrow no son ninguna casualidad. Chris McKay, el director, afirmó haberse basado en varias películas similares, pero tratando de dar un sabor distinto a esta historia. Cabe mencionar que esto es en extremo notorio y los parecidos a otros filmes del mismo género, están presentes durante todo el largometraje.
El problema es que The Tomorrow War palidece ante todas estas cintas de donde toma aspectos prestados, como The Terminator o Independence Day. Además, Chris Pratt no brilla tanto en esta ocasión, ya que su peculiar carisma está reducido en este trabajo, cuando vemos a un personaje más sobrio, el cual encuentra varios dilemas familiares que rayan en la tragedia, mientras se desarrolla la trama.
La verdad es que el inmenso presupuesto que carga el filme, es notorio. Las secuencias de acción son gigantescas, los efectos especiales son espectaculares y los escenarios por donde nos va llevando la historia, son visualmente grandiosos.
La película reluce más en la primera de lo que se podría definir como tres partes. En este desarrollo inicial es cuando tenemos a los personajes infiltrándose en un edificio en este futuro apocalíptico, luchando mano a mano con estas criaturas provenientes de otro planeta, las cuales cabe mencionar, cuentan con un gran diseño, el cual nos hace pensar que en verdad son máquinas de matar, extremadamente peligrosas.
El gigantesco problema que sufre el filme, que es lo que termina destruyendo completamente, es que la trama es increíblemente cambiante, no teniendo un tono constante, alargando la duración del producto final de una manera completamente innecesaria.
The Tomorrow War se siente como tres películas distintas, completamente marcadas, en una sola. Cuando tenemos esta primera y genial parte, la cinta nos lleva a otro territorio, cambiando lo que había sido espectacular, por secuencias grises y hasta cierto punto absurdas, en lo que se transmite al espectador como la solución final al problema del futuro.
Cuando piensas que la película llegó a su conclusión y está en los últimos minutos de duración, decide agregar otra trama nueva, la cual está lejos de terminar, y lleva a los personajes a otro setting distinto para vivir más acción. Al llegar a esta tercera parte, ya estás agotado y comienzas a desconectarte de lo que está pasando, porque bien podría haberse resuelto de una manera mucho más simple y sin crear una nueva secuencia de batalla.
Estos tres segmentos completamente distintos, con vibras, tonos y hasta personajes diferentes, podrían haber sido tres películas lanzadas como una trilogía, pero por alguna extraña razón, todo se decidió condensar en dos horas de duración.
La primera de estas tres partes, es en definitiva la mejor, pero desde ahí la cinta se alarga cada vez más, hasta que llegas a un punto en que preferirías estar viendo uno de esos filmes de los que Chris McKay toma aspectos prestados.
Nuevamente, Chris Pratt no ayuda, su héroe de acción en turno no es para nada identificable y no sirve para que la audiencia se conecte con lo que está sucediendo. Volviendo a Edge of Tomorrow que es en extremo similar, ese filme nos ofrece a un trepidante Tom Cruise con una premisa muchísimo más original.
Al final, después de ver la cinta, entiendes porque Amazon la utilizó como un relleno para su catálogo. No ofrece nada nuevo y se siente solo como una propuesta más, en lo que sería un verano de blockbusters, en donde este sería el más olvidable.
Al final, yo me quedo con la primera parte de esta trilogía resumida en una sola presentación.