Después de 10 años llega a la pantalla grande una película en solitario de Batman en manos del director Matt Reeves. Un filme que a diferencia de sus predecesoras encuentra el equilibrio entre la realidad y los cómics, para poner un nuevo estándar a lo que DC Comics y las películas de superhéroes pueden llegar a ser.
El filme, protagonizado por Robert Pattinson, sigue a un Bruce Wayne que tiene 2 años de ser Batman, en una Ciudad Gótica sumida en el crimen y en la desesperanza. En este ambiente un asesinó serial conocido como “el Acertijo” aterroriza la ciudad, mientras se enfoca sus grotescos crímenes en figuras clave de la política y la clase alta de gótica.
Matt Reeves toma elementos prestados de películas como Seven (1995), Zodiac (2007) y Saw (2004), combinándolas con elementos de historias clásicas de los cómics de Batman como Ego, The Long Halloween y Year One. Lo que resulta en un thriller que cumple la promesa de Reeves de mostrar el lado detectivesco del caballero de la noche.
Robert Pattinson cumple como un Bruce Wayne, ajeno a los asuntos de la socialite y un Batman más brutal, que surge de las sombras para infundir terror en los criminales. En su camino encuentra el apoyo de Jeffrey Wright que interpreta a un James Gordon que aun no se desempeña como comisionado y lo conecta con los asuntos de una policía plagada de corrupción y desconfianza al enmascarado. Zoë Kravitz, como Selina Kyle es Catwoman, quien ayuda a Batman a desentramar el mundo bajo de Gótica, plagado de funcionarios corruptos y mafiosos poderosos. Otro elemento destacado en los aliados de Batman es como siempre Alfred, un Andy Serkis que se siente entrañable, pero desgraciadamente es poco utilizado en pantalla.
En oposición a Batman encontramos a un irreconocible Colin Farrell, como el pingüino, un mafioso que dirige el Iceberg Lounge, un club nocturno que reune a las figuras más prominente de Gótica. Y a John Turturro como Carmine Falcone, líder de una de las familias de la mafia que dirige la ciudad.
Paul Dano, por su parte, encuentra en las manos de Reeves una nueva encarnación del Acertijo. Un amenazadora y atemorizante figura que se aleja de la interpretación caricaturesca del personaje de Jim Carrey y que se encuentra siempre dos pasos adelante de Batman con sus acertijos. Una villano que rivaliza con el Joker de Heath Leadger y que recuerda al John de Doe de Seven.
La película no solo destaca con el guion de Matt Reeves y Peter Craig. La fotografía y paleta de colores Greig Fraser rivaliza con algunos de sus mejores trabajos, incluyendo la reciente Dune (2021). Y la música de Michael Giacchino pone en tensión y ambiente al espectador desde el comienzo del filme.
Batman (2023) es una película que dura casi tres horas, pero no hay elementos sobrados o mal utilizados en este tiempo. El director no solo construye el mundo de este nuevo héroe, cimentando las bases de lo que será una franquicia exitosa, se aleja del Batman del universo de Zach Snyder y se acerca más a la realidad de Nolan, pero con toques de cine negro y homenajes al de David Fincher.
Hace un gran uso de la acción, y de la figura de caballero oscuro, pero la trama y las relaciones entre los personajes siempre se encuentra en lugar primordial, abriendo la discusión hacía lo que podría ser la mejor representación de Batman que se haya hecho hasta este momento en el mundo del cine.