Pinocho de Guillermo del Toro es el debut de nuestro querido Memo, como director de un largometraje animado.
El filme, que co-dirige con Mark Gustafson, es uno de los proyectos más buscados y deseados del Tapatío. Y probablemente de ahora en adelante, uno de sus más emblemáticos.
La idea original de esta versión del cuento infantil, surgió a partir de una ilustraciones que el artista y narrador Gris Grimly, hizo para la edición de 2002 de Pinocho de Carlo Collodi. La oscura obra del artista atrajo a Memo, quien en 2008 anunció su versión animada de la historia.
Originalmente el filme iba a ser dirigido por Grimly, con guion del mismo y producción de Memo. Pero la versión final fue realizada por Patrick McHale, Matthew Robbins y el mismo del Toro.
Dos estudios se encargaron de la animación, The Jim Henson Company (The Muppets) y el estudio de animación ShadowMachine (Robot Chicken, BoJack Horseman).
Diez años después, luego de una travesía digna de otro filme. Cambios de guionista, directores, productoras y un excedente de 35 millones de presupuesto, que ningún estudio estaba dispuesto a financiar. Netflix entró al quite en 2018 con su división de animación y de distribución.
Aun ahora antes de su estreno en la plataforma de streaming, la película se enfrento a su último percance, al pre-estrenarse en cines de circuito independiente en México, después de que una cadena nacional de cines cancelara las funciones que tenía programadas.
Memo, durante este largo proceso de producción, se aferró a la idea de que su Pinocho no solo tenía que ser una fantasía oscura, sino que además fuera realizada en stop-motion. Él mismo ha declarado en diversas ocasiones, que la obra de Collodi es la que más ha influido en su vida desde la infancia.
Pinocho de Guillermo de Toro es una bella y oscura obra maestra de animación musical, que cuenta con la colaboración de Alexandre Desplat en la música.
Ubicada en la Italia fascista de los años 30, la historia en esencia es la misma. La del títere de madera que cobra vida y sueña con convertirse en niño de verdad. Con los sutiles cambios y el estilo de Guillermo, se convierte en un conmovedor filme sobre la relación entre padres e hijos, con interesantes reflexiones sobre la vida y la muerte.
Un filme con una animación extraordinaria, que rivaliza con obras del stop-motion ya clásicas como The Nightmare Before Christmas (1993) o Coraline (2009).
Memo junto a su codirector Mark Gustafson logra conjuntar una excelente animación, ambientación, historia y un trabajo vocal extraordinario. Sobretodo de Ewan McGregor como Sebastian J. Grillo, David Bradley como Geppetto y Gregory Mann como Pinocchio.
Pero también vale la pena mencionar la participación de Burn Gorman, John Turturro, Finn Wolhard, Cate Blanchett, Tim Blake Nelson, Tilda Swinton, Christoph Waltz y el favorito de del Toro, Ron Perlman.
Pinocho de Guillermo del Toro es un triunfo para el cineasta mexicano. Quien lleva a la pantalla uno de sus proyectos más codiciados. Para Netflix, que rescata un proyecto de otra forma que no hubiera visto la luz. Y para el público que podrá encontrarse ante una obra maestras alejada de las casas de animación más tradicionales.