No Time to Die (2021) es la vigesimoquinta película de la franquicia de James Bond, el espía creado por el escritor Ian Fleming, que en su momento fue interpretado por actores como Sean Connery, Roger Moore y Pierce Brosnan, entre otros.
Daniel Craig es el encargado interpretar al agente al servicio de su majestad por quinta y última vez, pero ¿qué tan relevante sigue siendo James Bond en el mundo actual? Un mundo posterior al movimiento #MeToo y donde el espionaje es mucho más sofisticado al de la guerra fria.
¿Cómo transformar un personaje arcaico en un personaje actual? Cuando Pierce Brosnan interpretaba a James Bond la entonces jefa de del MI6, M (Judi Dench) ya calificaba a Bond como un dinosaurio sobreviviente de la guerra fria. Cuando Daniel Craig asumió el papel de 007 en Casino Royale el director Martin Campell construyó un personaje que recién asumía el rol de agente 00, como un inexperto Bond, en una construcción más realista del personaje, pero que aun conservaba parte de sus características clásicas.
A partir de ese entonces, a diferencia de sus encarnaciones anteriores, James Bond sufrió una evolución durante cuatro películas y hilo conductor, entregándonos dos de las mejores películas de la franquicia: Casino Royale y Skyfall (y dos no tan buenas como Quantum of Solace y Spectre.
Quince años después tras intensas negociaciones para que Craig regresara y varios retrasos por la pandemia Sin tiempo para morir lleva este proceso a su final, ahora con un Bond en retiro de la mano del director Cary Joji Fukunaga y con un equipo de escritores que incluye a la guionista y actriz Phoebe Waller-Bridge (Fleabag), donde Bond es el protagonista sin duda, pero recibe un fuerte apoyo de Q y Moneypenny, en una especie de familia y hay figuras femeninas fuertes como Paloma y Nomi (la nueva 007).
Nomi y Paloma distan mucho de las chicas bond con nombres exóticos que muchas veces solo sirvieron de adorno o conquista de James. Ana de Armas, como Paloma, a porta a una curiosa agente de la CIA que deja muy buena impresión en su breve aparición en pantalla y Lashan Lynch es una rival de James que ahora lleva su número de agente. Además del contar con el regreso de Léa Seydoux, como Madeleine Swan, una compañera romántica que rivaliza con el fantasma de Vesper Lynn (Eva Green), el amor de Bond en Casino Royale.
Fukunaga cierra la historia de este James Bond y busca darle un final adecuado después de 15 años. Pero conservando algunas de las características de las clásicas historia de Bond como las locaciones exóticas, los gadgets, la acción y villanos estilo Bond con Lyutsifer Safin.
Aunque el Safin de Remi Malik no es tan interesante como los villanos de Mads Mikkelsen o Javier Bardem, presenta un amenaza mundial y personal para el viejo 007 que eventualmente llevarán a una conclusión emocionante y emocional que termina el viaje de Daniel Craig como James Bond.
En el pasado una adolescente Madeleine Swan (Léa Seydoux) tiene un encuentro con el terrorista Lyutsifer Safin (Rami Malek), quien busca venganza por el asesinato de su familia a manos del padre de Swan, un asesino de la organización SPECTRE.
En el presente James Bond (Daniel Craig) y Madeleine disfrutan de un viaje en Matera, Italia, tras la caida del lider de SPECTRE, Ernst Stavro Blofeld (Christoph Waltz). En el viaje son emboscados por operativos de la organización criminal, lo que eventualmente llevará a su separación.
Cinco años después, James se encuentra retirado del MI6 en una isla pariadisiaca, donde es contactado por su viejo amigo de la CIA, Felix Leiter (Jeffrey Wright) para ayudarlo a encontrar al científico Valdo Obruchev (David Dencik), que aparentemente fue secuestrado por SPECTRE para obtener el arma biológica Heracles.
Bond tendrá que regresar al juego, lo que lo llevará a encontrarse con sus viejos aliados Eve Mooneypenny (Naomie Harris), Q (Ben Whishaw), M (Ralph Fiennes) y Rory Kinnear (Bill Tanner), nuevos aliados, Paloma (Ana de Armas), Nomi (Lashana Lynch) a reencontrase con un viejo amor, un viejo enemigo y una nueva amenaza.