Dan Aykroyd durante muchos años trato de realizar una secuela de los Ghostbusters, pero la pelea entre Bill Murray y Harold Ramis y los factores económicos no lo permitieron. Incluso en los intentos de realizar este proyecto se realizó un video juego de Xbox 360 que contaba con la voz de todo el elenco original de la película de 1986.
Murray y Ramis eventualmente hicieron las pases, pero el fallecimiento de Harold parecía el punto final de la historia. Hasta que llegó el reboot, Cazafantasmas (Ghostbusters) de 2016 dirigido por Paul Feig con un elenco femenino, que contaba con Melissa McCarthy, Kristen Wiig, Kate McKinnon y Leslie Jones. La pobre recepción por parte del público abrió la posibilidad de una nueva película dentro del universo original de los Cazafantasmas.
Fue ahí donde el director Jason Reitman, hijo del productor y director Ivan Reitman, tomó la batuta para continuar el legado de su padre y dar una nueva visión a la historia con una secuela que Sony originalmente mantuvo en secreto.
Ghostbusters: Afterlife (Los Cazafantasmas: El Legado) no es ni de lejos una película perfecta, pero es lo que los fans de los Cazafantasmas han esperado durante años. Una película que se siente hecha con corazón y recuerda al cine familiar de los años 80 que realizaba Steven Spielberg. Con múltiples guiños y referencias a Los Cazafantasmas, El Legado continua la historia dos generaciones después en un pequeño pueblo, lejos de las luces de New York, en un entrañable homenaje a Harold Ramis y un tributo a la película original de Ivan Reitman.
En el filme Callie (Carrie Coon), una madre soltera y sus dos hijos, Trevor (Fin Wolfhard) y Phoebe (Mckenna Grace) se mudan a una granja en Summerville, Oklahoma, después de ser desalojados de su departamento en la ciudad, lo que los llevará a descubrir su conexión con los Cazafantasmas.
Jason Reitman da vida una historia familiar, entrañable, cómica, divertida y sobrenatural, donde una madre soltera que sufrió el abandono de su padre se ve obligada a buscar una nueva vida el granja de su difunto padre. Callie, Trevor y Phoebe encontraran una nueva vida en este pueblo y crearán nuevos lazos. La historia gira entorno a estos nuevos lazos y la misteriosa muerte del abuelo. Callie se relaciona con el maestro de ciencias de la escuela (Paul Rudd), Trevor busca relacionarse con la bella Lucky (Celeste O’Connor) y Phoebe encuentra un amigo en Podcast (Logan Kim).
Pero esta película es de Phoebe, interpretada por McKenna Grace, quien interpreta a una incomprendida niña nerd, un personaje divertido, una nerd en su propio derecho que no trata de ser otra cosa o copia los manierismos de su abuelo. Phoebe se conecta por primera vez con su maestro de escuela, el señor Grooberson y con Podcast siendo ella misma, una adolescente incomoda a la que le gusta la ciencia y que a través de ella se conectará también con su familia, que siempre la ha visto como una extraña.
Curiosamente lo que Paul Feig buscaba en el reboot de los Cazafantasmas con un cast femenino, Reitman lo consigue con la Phoebe de McKenna Grace. Un personaje femenino que encuentra su identidad familiar y su lugar en el mundo pero sin comprometer su esencia.
La nostalgia y el buen rato son lo suficientemente poderosos para hacernos dejar de lado la fallas en el guion o en la falta de química entre Finn Wolfhard (que sigue en su búsqueda de una carrera más allá de Stranger Things) y Celeste O’Connor o la falla de algunos de los chistes.
Otro acierto es la inclusión de Paul Rudd, quien sirve como una especie de Rick Moranis, y se relaciona con Callie, la madre de Phoebe. Paul Rudd es la parte adulta de la película que luego hace falta en las películas que se centran en adolescentes y le da credibilidad a la historia.
Ghostbusters: El Legado es una emotiva, divertida y entrañable película que hace honor al nombre de los Cazafantasmas, que busca cimentar un nuevo lugar para la franquicia en la actualidad, sin olvidar el pasado y dándonos el regalo de traernos de vuelta al mundo de los Cazafantasmas.
Protagonizan Mckenna Grace, Carrie Coon, Finn Wolfhard, Logan Kim, Paul Rudd, Bokkem Woodbine y Olivia Wilde. Con participaciones especiales de Bill Murray, Dan Aykroyd, Ernie Hudson, Annie Potts, Sigourney Weaver y material de archivo de Harold Ramis.