Superando controversias con sus actores presentes y remplazados, la creencias ideológicas de su creadora y los múltiples retrasos por la pandemia se estrenó la tercera entrega de Animales Fantásticos, Los Secretos de Dumbledore. En lo que parece que será un momento de definición para la realización para futuras entregas.
Hay elementos bastante positivos en este film de David Yates para considerar esta película como una experiencia positiva, más allá los problemas con el guion, que han sido característicos de la saga. Sobresalen sobretodo cuando hablamos de las interacciones personajes como Newt Scamander (Eddie Redmayne), Jacob Kowalski (Dan Floger) y Albus Dumbledore (Jude Law), quienes han convertido a sus personajes en favoritos entre los potterheads más allá de la saga original de Harry Potter.
Estos tres héroes son distintivos y recuerdan a personajes ya clásicos del Mundo de Mágico de Harry Potter que estaban lejos de ser perfectos, como Luna Lovewood, Neville Longbotton o el mismo Remus Lupin, que mostraban la imperfección humana, enseñaban la tolerancia y se convirtieron en favoritos entre los fanáticos. Newt Scamander sigue siendo este héroe con rasgos autistas con un gran corazón, Jaco Kowalski más allá de ser un muggle parece tener los rasgos de un verdadero Griffindor y Dumbledore recupera la vulnerabilidad y la humanidad que fue cortada en pantalla grande por falta de tiempo en Las Reliquias de la muerte.
Interesante, además la interpretación de Mads Mikkelsen como Grindelwald, mucho más sobria, más amenazante e incluso más elegante que las encarnaciones anteriores del personaje.
Buena parte de los elementos positivos se dan por la historia entre Dumbledore y Grindelwald, un triunfo para la comunidad LGBTTTIQ+ que adquiere una visibilidad que pocas veces vista (o tal vez nunca) en película del mainstream. Incluso su proyección en China, con todo y los seis segundos que le fueron recortados es claramente la película más gay que se ha proyectado en el país asiático.
Animales Fantásticos: Los Secretos de Dumbledore (2022) continúa con la tradición de los momentos humorísticos y a pesar de la dirección que ha tomado la franquicia nos sigue mostrando algunas criaturas fantásticas que por momentos roban cámara. La trama recuerda más a un heist movie (una película de robo) en la línea de películas como Ocean’s Eleven que a una aventura fantástica. Dumbledore a través de Newt busca conformar un equipo que incluye a Theseus Scamander (Callum Turner), Lally Hicks (Jessica Williams), Yusuf Kama (William Nadlyam) y la inseparable asistente de Newt, Bonty (Alison Sudoi), quienes junto con Newt y Kowalski tendrán que hacer frente a la amenaza de Grindelwald y sus seguidores.
Regresando al guion, si bien es cierto que este spin off de Harry Potter a lo largo de sus entregas se ha caracterizado por sus problemas en la historia, puede ser que a pesar de que no termina de cuajar en este rubro sea la entrega más disfrutable de la franquicia. Aunque por momentos también pareciera que se sigue alargando el chiste. Y esto tiene que ver con el evidente esfuerzo del filme por corregir errores o eleminar elementos sobrantes de las entregas pasadas, regresar al ambiente de Hogwarts y dejar un poco de lado a Norteamérica, en un ambiente más europeo. Lo que también podría facilitar la salida de Ezra Miller para futuras entregas y no deja clara la poca participación del personaje de Katherine Waterston, quien intrepretó en previas entregas a Tina Goldstein, el interés romántico de Newt.
El futuro de Animales Fantásticos aun es incierto, el impulso en la taquilla internacional probablemente sean decisivos para la continuación de la saga y la inclusión en Steven Kloves en el guion (quien deja a un lado su papel de productor y se involucra más en la historia de esta entrega), ponen de manifiesto que aunque J. K. Rowling aun es la capitana del barco, Warner busca darle un sólido cierre a la franquicia para su cuarta y quinta entrega.