Corre 1975. Un adolescente español, un adolescente como casi cualquier otro, pero con una sensibilidad diferente, encuentra un disco. Toda aventura musical después de los años cuarenta comienza así: encuentras un disco y algo cambia dentro de ti. Y se emprende un camino. Ese camino es caprichoso, puede ser sublime o puede incluir sufrimiento, no sabemos. La odisea puede abarcar toda nuestra vida, o puede terminar cuando dejamos la juventud. Para algunos maniacos, durará más allá de lo nombrable.
Manuel Vilas se encontró con un disco de The Velvet Underground a los 12 años de edad. Y por fin emprende el viaje de la obsesión.
Lou Reed era español es el recuento de esa obsesión. Vilas, quien es uno de los escritores claves de las letras hispanas contemporáneas, es un seguidor de sangre pura de la música y obra de Lou Reed. Vilas define su vida a partir de Reed: Vilas adolescente escuchando a Reed en su pueblo de bostezo, Vilas universitario de concierto en Barcelona con su novia del momento, Vilas después de los 40 persiguiendo el fantasma de Reed en una habitación de hotel. El libro es un delicioso intento del fan Vilas de descifrar a su tótem.
El libro no es exactamente una crónica de conciertos ni una selección de reseñas de discos. Más bien es una reflexión de cómo lo que admiramos se convierte en parte esencial de quienes somos.
En un giro divertido, Vilas incorpora la voz de Reed a la narración: inventa anécdotas, lo pone a hablar con empleados de hotel, se aburre de tanta gira, platica a distancia con Laurie Anderson, su esposa, una artista potente por propio mérito, y a la que extraña sin tregua. Pero Lou canta, eso lo salva todo.
Vilas no es el único idolatra a Lou Reed en España. De Europa, España es uno de los países que el genio visitó con mayor frecuencia. Por eso Vilas se atreve a ese título: Lou Reed, el español. Vilas tiene su comunidad de adictos: amigos a los que ve en conciertos, con los comparte la copa de vez en cuando, si la gana da, cada vez que se juntan a platicar de Lou Reed.
Como toda la obra de Manuel Vilas, Lou Reed era español es un ejercicio de autoficción, el género de moda: crear a partir de la propia biografía una obra de ficción; “ficcionalizarse” a uno mismo. Pero la prosa de Vilas está más allá de las bogas: es un maestro de mirarse al ombligo y encontrar ahí una galaxia.
El libro termina con un recuerdo para Reed, un homenaje en el que España se rinde ante él y le declara su amor. El viaje no termina con la muerte del ídolo. Queda su voz, su misterio, su don de convertir anécdotas inanes en cantares de gestas.