#WARPBooks Clothes, Music, Boys: las peripecias de la vanguardia feminista del punk

// Por: Concepción Moreno

lun 8 marzo, 2021

Las memorias de Viv Albertine sobre la era del punk rock son imperdibles. El título completo del libro es Clothes, Clothes, Clothes. Music, Music, Music. Boys, Boys, Boys. Con ese nombre compulsivo, Albertine refleja las obsesiones de su adolescencia: estilo, rock y amantes.

Albertine es una toda una pionera. Estuvo ahí en los primeros conciertos de los Sex Pistols, era amiga de Mick Jones de The Clash, Sid Vicious le enseñó a escupir con buena capacidad pulmonar. Fue novia de Johnny Thunders, el fundador de New York Dolls.

Pero no es el mérito de Albertine el haber conocido a algunos nombres de hombres célebres en el punk. Ella misma es la creadora de una corriente. Sin Albertine no se podría entender a Siouxsie Sioux o la carrera y el estilo de Shirley Manson, la vocalista de Garbage.

Albertine y sus compañeras de la banda The Slits crearon la línea de guerra de las riot grrls. Fueron The Slits la verdaderas de avanzada, la vanguardia en el camino del punk rock que luego seguirían bandas formadas por mujeres como Le Tigre y Bikini Kill. Eso en sí ya es una declaración de principios: nunca un rock que de verdad quiera ser contestario sin las mujeres.

Albertine, nacida en Australia, pero inglesa desde su infancia temprana, da cuenta con gran honestidad de sus descubrimientos: el sexo, el rock, la amistad entre mujeres, el destacar en un ambiente patriarcal como el de la música en el que cada ejecutivo de disquera quería acostarse con ella antes de grabarle un disco.

Clothes, Music, Boys es también un coming-of-age: la historia de una joven mujer que se encuentra muy joven con la decepción amorosa y las gracias del matrimonio, el aborto y otros dolores. Lo interesante es que Albertine nunca se hace la víctima, todo lo cuenta con gran humor y cierto tono irónico. Por ejemplo, de su relación con Johnny Thunders, Albertine dice que se amaron mucho, pero nunca tuvieron sexo: “Johnny siempre me dijo que ese barco había partido hace mucho… Su verdadero amor era la heroína”.

Cuando The Slits se separaron después de dos discos exitosos -con ellos que compartieron escenario con The Clash-, Albertine cayó en una profunda depresión. De ella salió reinventada como directora de cine y televisión. En los años 80 y 90 trabajó largamente con la BBC.

No hace falta se fan del punk o interesarse por la historia de The Slits para disfrutar Clothes, Music, Boys. La narración es ligera y de una gran honradez, sin trucos para crear una falsa empatía. Uno de los mejores recuentos de ser mujer en un ambiente dominado por hombres, y un reportaje desde los márgenes de la cultura.