De acuerdo a lo reportado por Reuters, un centenar de centroamericanos de la caravana migrante intentaron saltar el pasado domingo a la valla fronteriza que separa a México de los Estados Unidos en Tijuana. La patrulla fronteriza los repelió con gases lacrimógenos y balas de goma.
Por otro lado, el Secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete, ha declarado que “algunos grupos trataron de manera violenta e intempestiva de ingresar a territorio estadounidense, agregando que “se va a actuar y a proceder con la deportación“.
Por el momento 5,000 migrantes centroamericanos han legado a la ciudad fronteriza, cantidad que se espera que se expanda a 9,000 a lo largo e esta semana. Este hecho ha causado una opinión dividida dentro del pueblo tijuanense, con algunos declarando que se debe de actuar humanitariamente y otros tanto rechazando su acogida. Con lemas xenófobos, el alcalde Juan Manuel Gastélum los ha calificado de “bola de vagos y marihuanos”.
“No permitiré que nuestra relación bilateral sea fracturada por el mal hacer de la caravana migrante, están haciendo las cosas fuera de la ley“, ha señalado Gastélum, en respuesta a las imágenes que se han producido en la frontera. “Sería inteligente si México detuviera las caravanas antes de que llegaran a la frontera o si los países de los que salen no los dejaran formarse”, declaró el Presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump en su cuenta de Twitter. Él ordenó el cierre de la garita más transitada de la frontera, San Isidro, por donde cruzan aproximadamente 70,000 vehículos al día.
Además, se ha confirmado que miles de policías han sido re-ubicados en las zonas fronterizas, listos para utilizar la fuerza contra todo aquel que trate de cruzar ilegalmente a territorio norteamericano.
Los centroamericanos han contestado con protestas, en marcha, improvisando pancartas en mantas en las que se escribieron lemas como “Todos Somos Hermanos“, “Gracias México Por Albergar a Nuestros Hijos” y “Trump, No Somos Tus Enemigos“.