Después del fallecimiento de David Bowie el pasado 10 de enero, una gran cantidad de personalidades expresaron sus condolencias por el multifacético cantante. Ahora, después de dos semanas, Trent Reznor ha hablado acerca de sus recuerdos con David Bowie y el enorme significado de los mismos. Este es su emotivo recuento:
“Para mi, cada álbum de Bowie tiene su propio paquete de memorias. En la época cumbre de los discos, yo iba a casa de un amigo y escuchaba su colección de álbumes. “Scary Monsters” fue el primero con el que me relacioné. Después me fui hacia atrás y descubrí la trilogía de Berlín, la cual fue un gran impacto para mi. Al inicio de los noventa, me encontré en el escenario con una audiencia y yo estaba en un periodo totalmente obsesivo con Bowie. Descubrí todas las migajas que había dejado – las pistas en sus letras que se revelaron con el tiempo, las fotografías crípticas, los artículos de revista- y me proyecté y creé lo que él era para mi. Su música realmente me ayudó a relacionarme conmigo mismo y descubrir quien era yo. El fue una inspiración tremenda en términos de lo que era posible, en el rol de lo que alguien que entretiene puede ser, que no hay reglas.
Después, a mediados de los noventa, me buscó y me dijo: “Hay que colaborar, hagamos una gira juntos.” Es difícil expresar lo increíble y surreal que fue la experiencia en la gira de “Outside” – realmente conocer a este hombre en carne y hueso y descubrir, para mi complacencia, que sobrepasó mis expectativas. El hecho de que fuera tan agraciado, encantador, feliz y valiente se volvió un nuevo punto de inspiración para mi.
En una de nuestras primeras juntas, en los ensayos, estuvimos hablando acerca de cómo iría el tour. Me encontré con una extraña situación: En ese momento, nosotros estábamos vendiendo más en nuestros conciertos que él en Norteamérica. Y no hay manera en el mundo de que David Bowie abriera para mi. Y además de eso, él dijo, “Sabes, no voy a tocar lo que todos quieren que toque. Acabo de terminar un álbum nuevo muy extraño. Y vamos a tocar algunas cosas selectas al estilo de la trilogía de Berlín, y algo del nuevo álbum. Eso no es lo que la gente quiere ver, pero es lo que necesito hacer. Y ustedes nos van a opacar cada noche.” Recuerdo haber pensado “Wow. Estoy siendo testigo en primera mano de la valentía sobre la que he leído.”
Encontramos una manera de hacer un show que tuviera sentido, donde todo se sintiera como una experiencia. Tocamos sin efectos y después David saldría a tocar ‘Subterraneans’ con nosotros y después su se uniría su banda, tocaríamos juntos y luego mi banda saldría del escenario. Uno de los mejores momentos de mi vida fue estar parado en el escenario junto a David Bowie mientras cantaba ‘Hurt’ conmigo. Yo estaba fuera de mi, pensando “Estoy en el escenario junto a la influencia más importante que he tenido y está cantando una canción que yo escribí en mi cuarto.” Fue un momento increíble.
En su mayoría, hubo una reacción silenciosa para él. En el ambiente de un concierto de rock en un anfiteatro al aire libre en el verano, la gente con cervezas de 32 onzas probablemente hubiera preferido escuchar ‘Changes’ en vez de una instalación de arte en el escenario. Él hizo lo que quiso. Eso causó impresión. Y pienso en eso cada vez que voy a pedir tu atención o tu dinero de cierta manera.
En esa gira, yo era un desastre, honestamente. Esa fue la epítome del cohete de la fama de Nine Inch Nails. Eso distorsionó mi personalidad y fue abrumante: el tener que lidiar con que todos te traten diferente, el cambio de no poder pagar tu gasolina a presentarte en arenas llenas de gente que cree que te conoce. La línea empieza a hacerse borrosa entre el hombre en el escenario y la persona que solías ser. Mi manera de lidiar con la vida era doparme con drogas y alcohol por que ma hacía sentir mejor y más equipado para lidiar con las cosas. Mi carrera estaba elevándose al cielo pero los cimientos que me mantenían en pie como persona comenzaban a colapsarse. No estaba consciente de lo mal que estaba, pero en mi corazón sabía que estaba en un camino incontenible de autodestrucción.
Cuando conocí a David, él ya había pasado por todo eso. Y estaba contento. Estaba en paz consigo mismo, con una esposa increíble, claramente enamorados. Hubieron algunas ocasiones en las que ambos estuvimos solos, y el dijo algunas cosas que no recuerdo, pero algunas piezas de sabiduría se me pegaron: “Sabes, hay un mejor camino aquí y en el fondo no tiene que terminar en desesperación o en muerte.”
Un año entero después, llegué hasta el fondo. Cuando me desintoxiqué, sentí
una tremenda culpa por mis acciones, las oportunidades que desperdicié y el daño que ocasioné en el pasado. Y pensé mucho en el tiempo que estuvimos juntos y me pregunto cómo hubiera sido si yo hubiese estado funcionando al 100 porciento. El video de ‘I’m Afraid Of Americans’ cae en la categoría de mi peor etapa –fuera de mi y apenado de la persona que era en ese tiempo. Así que cuando lo veo, tengo sentimientos encontrados- agradecido por haber formado parte de ello pero asqueado de mi mismo, de quien era y deseando que hubiera estado al 100. Y eso me incomodó.
Algunos años después, Bowie pasó por Los Angeles y yo ya había estado sobrio por un tiempo. Quería agradecerle por la manera en la que me ayudó. Y yo me metía indispuestamente a los camerinos, sintiéndome raro y apenado, como, “Hey, soy aquel que vomitó en el tapete”. Y una vez más, me recibió cálidamente con gracia y amor. Y comencé a decir, “Oye, he estado limpio durante…” creo que ni siquiera terminé mi frase; él me abrazó. Y dijo “Ya lo sabía. Sabía que lo harías. Sabía que saldrías de eso.” Tengo escalofríos tan solo de pensarlo. Fue otro momento muy importante de mi vida.
No creo que hayamos terminado. Se siente como si hubiese perdido a un mentor, a una figura paterna, a alguien que se preocupaba por ti, recordándote que en un mundo donde aparentemente la barra baja más y más, donde la estupidez tiene un gran espacio, también hay un lugar para la excelencia y una visión comprometida.”
Trent Reznor le contó esta anécdota a Patrick Doyle para la revista Rolling Stone.