The Last Goodbye(2022), el viaje más introspectivo de Odesza

// Por: César A. Corro

sáb 30 julio, 2022

Odesza  banda originaria  de Seattle estreno recientemente  un nuevo álbum titulado The Last Goodbye (2022), un trabajo en la que destacan colaboraciones de Charlie Houston, The Knocks, Lapsley y del islandés Ólafur Arnalds.

Dentro de este nuevo material el dúo electrónico decidió alejarse un poco de la música dance tipo club y lineas pop para acercarse más a un concepto “chill-bass”, capturando un sonido híbrido: una mezcla de paisajes sonoros embriagadores y meditativos (muestras alegres,  toques aireados y sintetizadores que pueden percibirse  como el respirar humano) combinado con beats explosivos dentro de algunas de las melodías a  lo largo de cincuenta y un minutos de duración.

The Last Goodbye es el primer álbum de Odesza en cinco años, considerando que los miembros Clayton Knight y Harrison Mills se asociaron con el productor australiano Golden Features para un sólido álbum en 2020 al que llamaron Bronson, un disco mucho más funky y relajado que cualquier otras cosa que hayan intentado en el pasado. Esta nueva producción discográfica gira entorno  a la autorreflexión dentro de la etapa del COVID y un viaje introspectivo por parte de cada uno de los miembros.

Texturas musicales e introspectivas…

“This Version Of You” es la canción  que abre TLG  en colaboración con la estadounidense Julianna Barwick, en ella la artista hace uso de loops electrónicos con ligeras distorsiones con toques contemplativos para dar una muestra de lo reflexivo que será este viaje, dando una pauta perfecta para dar la bienvenida a ‘Wide Awake’ con Charlie Houston preguntándose Did we make a mistake healing? una melodía que va creciendo poco a poco a manera gradual en qué también lo hace el disco.

Un corte  melancólico y por partes solitario, con letras sobre estar solo en una fiesta sumergido en tus propias emociones. “Odio la forma en que me duele respirar / Pensé que podría poner estos sentimientos a un lado”, canta Charlie una cantante revelación con tan solo 19 años. Esta reconfortante combinación de soledad y unión, conformada por un sello distintivo de música dance, podría ser la pieza central de The Last Goodbye que en conjunto con el talento de Odesza  en vivo podría convertirse en la pieza perfecta de un himno musical dentro de sus conciertos.

Este ambicioso cuarto álbum, The Last Goodbye, se encuentra lleno de diversas texturas musicales , introspección  y líricas que llegan a lo más profundo del alma, un claro ejemplo de ello es la tercera melodía ‘Love Letter’ en conjunto con The Knocks, quienes fusionan sus ideas para crear los primeros versos de esta carta de amor con la frase: “You can´t break my heart cause i las nevef in love” en un ritmo bailable pero melancólico hasta llegar a ‘Behind the Sun’ la cual se muestra como una especie de descanso antes de continuar.

‘Forgive Me’ se centra como la principal dentro de esta producción en donde la banda hace mancuerna con Izzy Bizu, una cantante inglesa-etíopie  quién se ha destacado por sus múltiples éxitos pop durante los últimos cinco años apoyada de forma incondicional por la BBC Radio. Bizu es de gran relevancia debido a que es una pieza clave dentro de este material para dar vida y estructura al trabajo del dúo, en un material que por momentos parece decaer en temas como “North Garden”.

‘Better Now’, con la cantante portuguesa MARO, baja  el ritmo de los beats  de un salto a otro haciendo guiños a cantantes pop o con tintes similares, tratandose de un punto relevante para enaltecer a la pieza que da nombre al álbum: ‘The Last Goodbye’ la cual fue inspirada en ‘Let Me Down Easy’ de Bettye LaVette, una canción que fluye de manera muy natural sin ser forzada, que va de más a menos hasta ser presentada en la pista de baile y remontarnos al año de 1965, año en el que se estreno aquel single de Betty.

Además de mostrar un trabajo complejo por parte de Clayton y Harrison debido a que tuvieron que trabajar arduamente para crear un tono para Lavette a modo de que ella y la tonalidad encajaran a la perfección en esta producción de seis minutos de duración, muestra clara y contundente de lo que son capaces de llegar hacer, algo digno y exquisito para alguien que hizo una gira a lado de James Brown.

 

¡Un viaje sonoro por diferentes caminos!

Hoy en día es complejo que durante un LP las agrupaciones puedan mantener a sus audiencia a lo largo de una canción tras otra, en determinados momentos el escucha debe estar muy concentrado o ser muy fan para que ello suceda, o caso contrario el disco tiene que ser muy bueno para que desees escucharlo de pie a cabeza. Pese a contar con temas relevantes en este trabajo, difícilmente la producción te mantiene enganchado desde un principio debido a que cuenta con elementos específicos que lo hacen seguirlo de manera constante, como es el caso de ‘All My Life’, la cual pierde el ritmo después de una genial colaboración.

Luego de tres minutos la banda intenta compensarlo con otra colaboración alado de Lapsley en donde intenta recuperar el ritmo perdido, que por momentos podría confundir al escucha respecto al lugar en donde esta parado hasta caer en  la contemplativa “Healing Grid” con pequeñas voces y coros de fondo con líricas my simples y repetitivas.

‘I Can’t  Sleep’ llega  casi al final en conjunto con ‘Light of Day’, con el toque de Órlafur Arnalds una colaboración bien aprovechada y que pudiera rescatar el final de las últimas canciones  que por momentos pueden sonar monótonas. Arnals hace uso de elementos clave  para ir dando forma y textura a una canción que bien califica como una de las favoritas por parte de los seguidores de Odesza en conjunto con el video animado.