Esta mañana el cantautor estadounidense Sufjan Stevens dio una vuelta de tuerca bastante interesante a su propuesta musical en su nuevo sencillo titulado ‘Video Game’. Alejado de las estructuras largas y complejas que distinguen a su música, este segundo adelanto de su próximo álbum de estudio The Ascension (2020) se hace valer de una estructura pop comprimida en la cual canta coros y versos que hablan con respecto a la despersonalización de la tecnología.
Influenciado en las agrupaciones de synth-pop ochenteras, Stevens hace uso de estas sonoridades que hoy en día se relacionan con el avance tecnológico para decir que “es una pena que vivamos en una sociedad en la que el valor de una persona se mide en likes, seguidores, oyentes y visualizaciones”.
Él profundiza dentro de los versos de la canción sobre sus temores en relación al por qué la gente accede a jugar en este tipo de dinámicas, mientras que en los coros manda el mensaje de que la única forma de ganar es no participando en ellos. “El principal mensaje de la canción es que tu valor nunca debería estar basado en la efímera aprobación de los demás”.
Multinstrumentista, productor y compositor nacido en Detroit, Michigan, el primero de julio de 1975, Sufjan Stevens es uno de los artistas con mayor aclamación crítica que nos ha dado este milenio. Tras debutar con A Sun Came (1999), el compositor se postró como una joven promesa del folk, rompiendo por completo las expectativas que se tenían sobre él con su siguiente material Enjoy Your Rabbit (2001), un álbum instrumental de música electrónica con influencias chiptune y glitch.
Desde entonces, el músico no ha dejado de sorprender, alcanzando una fama nacional con Michigan (2003) y Seven Swans (2004), las cuales presentan un viaje de narrativa a través de los mayores temores que ha vivido el músico a lo largo de su vida. Sus piezas cargan con una sensibilidad intensa que llega bien acompañada por su instrumentación orquestal y ecléctica.
Sin embargo, el punto más importante de su carrera llegó con el álbum Come On, Feel The Illinois (2005), álbum que fue considerado por medios como Pitchfork y la revista Time como el mejor producto discográfico de su año de publicación. Material que además lo convirtió en una figura idealizada por parte de los escuchas interesados en la música independiente.
La nostalgica combinación de sonidos, en su mayoría elementos retomados de las icónicas bandas escolares, le agregaron una capa de inocencia única a sus bellos relatos, tristes por naturaleza, en donde profundiza en sentimientos derivados de la muerte, el abandono, la desesperanza y el odio propio. Historias que tocan temas emocionales, pero que no son para nada ingenuos. La madurez de Stevens se da a notar en cada una de las líneas de aquel material, viendo con curiosidad todo lo dañino del exterior, sin culpabilizarlo de ello. Es una colección de historias de las cuales Sufjan aprendió, cantos que terminan en hermosas moralejas sobre la espiritualidad y el amor.