En mayo de 1961 y en pleno desarrollo de la Guerra Fría contra la entonces Unión Soviética, el presidente John F. Kennedy prometió al pueblo norteamericano que antes de que acabara la década mandaría una misión tripulada para depositar a un hombre en la Luna y traerlo de vuelta a salvo a la Tierra, una hazaña tan solo imaginada por el visionario literario Julio Verne en su “De la Tierra a la Luna” de 1865.
A partir de ese momento la Luna se convirtió en el objetivo a alcanzar y en la manzana de la discordia entre estas dos naciones que emprendieron una intensa carrera para ser los primeros en llegar al satélite de nuestro planeta. El objetivo se alcanzó el 20 de julio de 1969, cuando Neil Armstrong, Edwin “Buzz” Aldrin y Michael Collins alunizaron en el Mar de la Tranquilidad.
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Casi 50 años después de ese momento histórico una nueva misión se prepara para realizar lo que sería el primer vuelo tripulado más allá de la órbita de la Tierra, desde la última misión Apolo de la NASA, en diciembre de 1972.
Lo interesante es que esta vez no es un plan de gobierno o una operación militar quien financia este proyecto, sino inversionistas privados y dos viajeros con el suficiente dinero para pagarse una travesía que partirá de nuestro planeta y realizará una travesía alrededor de la Luna a finales del 2018.
La compañía Space X, fundada por el multimillonario Elon Musk en 2002, ha realizado ya múltiples vuelos orbitales para reabastecer la Estación Espacial Internacional (EEI), utilizando naves automatizadas comandadas desde la Tierra, pero nunca ha transportado seres humanos, de hecho, sería la primera compañía privada en la historia en llevar humanos en un viaje espacial.
Para esta misión han creado la cápsula Dragón 2, que estará siendo sometida a diferentes pruebas por parte de la NASA, igual que los tripulantes y los viajeros a lo largo de este año, para poderlos certificar como astronautas calificados aptos para realizar el vuelo alrededor de la Luna en el 2018.
Además de consolidar con esta misión los viajes privados para circunnavegar la Luna y volver a nuestro planeta, el objetivo de SpaceX es optimizar su tecnología para eventualmente organizar viajes tripulados a Marte para quien tenga el dinero para cambiar como destino turístico la playa… por los inmensos paisajes espaciales.