Hace 4 años cuando Extinction Rebellion comenzó a bloquear las calles de Londres en un llamado de acción climática, comenzaron a crear una especie de atmósfera de festival que transformó las protestas en un carnaval de resistencia. Just Stop Oil es una coalición de grupos que trabajan juntos para garantizar que el gobierno se comprometa a poner fin a todas las nuevas licencias y consentimientos para la exploración, el desarrollo y la producción de combustibles fósiles en el Reino Unido, un movimiento sucesor de Extintion Rebellion y quienes prometieron bloquear todas las calles del centro de Londres durante todos los días de octubre.
Para su última demanda el viernes pasado 2 activistas de la organización lanzaron una lata de sopa de tomate sobre la pintura de “Los Girasoles” de Van Gogh que se encuentra en la Galería Nacional de Londres. Una acción polarizada que formó parte de varias protestas durante el mismo día en la cual también de grafitearon el letrero de New Scotland Yard, la sede de la policía metropolitana y en la que 28 personas fueron detenidas.
Esta forma de acción directa en la que activistas intentan destruir obras de arte y se pegan a las paredes de los museos comenzó inicialmente en Extinction Rebellion. Su principal ideólogo y fundador, Roger Hallam decía que según estudios el encarcelamiento de activistas por tácticas de acción directa pacífica lleva a un aumento drástico en el apoyo del público. Y así lo decían los dos activistas que se pegaron a las paredes del National Gallery, “¿Qué vale más el arte o la vida? ¿Estamos más preocupados por proteger una pintura que nuestro propio planeta?”
El Reino Unido se enfrenta a una crisis energética que provocará que el 13 % de los ingresos de un hogar medio se destine a la energía doméstica y al combustible para autos. Esto sigue a la decisión de la Unión Europea de prohibir la mayoría del petróleo ruso para diciembre. Los combustibles fósiles son el mayor impulsor de las emisiones de calentamiento climático. Desde la era preindustrial, el clima ya se ha calentado en más de 1 grado centígrado, lo que ha provocado incendios forestales, huracanes y olas de calor más extremos.
Pero lo que está siendo criticado del movimiento Just Stop Oil, es que sus tácticas y estrategias no son normativas y son meramente mediáticas, caricaturizando las luchas revolucionarias. Una mera táctica publicitaria. “Ser encarcelado de manera performática es una victimización cínica por parte de grupos privilegiados que simultáneamente deciden no ayudar a aquellas luchas que sí están sufriendo genuina represión policial y militar.” Se lee en una cadena de twitter.
La fundación dice haber lanzado sopa a un Van Gogh para crear conciencia, sin embargo es esta misma organización la que ha logrado manifestaciones con cientos de personas y nada ha cambiado. Esta claro que es una estrategia que no funciona, que acudir a un museo donde casualmente nadie detiene a dos personas sospechosas que se acercan con una lata de sopa a una de las obras más importantes de la historia moderna, mientras casualmente hay un grupo de reporteros en el mismo salón del museo, solo es una acción que se hace por los likes, por la fama, por la controversia.
Pero ojo, esta no es una nota para criticar a dicha organización. La crisis climática y social es enorme, y es válido sentir ira y accionar para llamar la atención de los gobiernos y la sociedad para crear consciencia. Sin embargo sí creo que ante este tipo de acciones en específico, lo que se logró, más allá de crear una reflexión en las personas sobre el problema en sí, es crear un diálogo sobre si lo que hicieron está bien o no. Es exactamente eso, generar likes y cadenas de twitter sobre posturas a favor o en su mayoría, de odio, sobre la posible destrucción de una obra tan importante.
Y es que justamente tras indagar sobre el origen de Just Stop Oil, lo que se critica es que no es una verdadera organización con fines reales sobre el calentamiento global, es una mera pantalla, un intento más de los gobiernos y millonarios por intentar controlar el diálogo sobre el calentamiento global. Tan es así que en su página de internet cobardemente dicen “La pintura estaba cubierta en vidrio y no fue dañada”.
La crisis climática es real y urge que tomemos acción ante ella. Necesitamos ir más allá de la concientización y comenzar a tejer redes de apoyo mutuo. Educarnos e informarnos sobre el tema para comenzar a accionar desde nuestras propias capacidades. Claro que podemos, pero tenemos que cambiar nuestra forma de hacer las cosas, y comenzar a ser genuinamente radicales