El rápido crecimiento económico y la urbanización de un país tan pequeño como Taiwán, se ha convertido en un problema para la contaminación del agua.
Los estudiantes de la Universidad Nacional de Arte de Taiwán, Hung I-Chen, Cheng Yu-ti, y Guo Yi-hui, se dieron la tarea de demostrar qué tan serio es el problema de la contaminación acuífera como parte de un proyecto de arte que titularon Polluted Water Popsicles. El trío tomó muestras de agua contaminada en 100 ríos, lagos y playas a lo largo y ancho de su país.
En estas muestras los alumnos encontraron una mezcla de insectos y basura como bolsas, botellas y deshechos plásticos. Para poder preservar los descubrimientos, el grupo de artistas usó resina de poliéster transparente para crear una serie de coloridas paletas. Con respecto a las envolturas, los estudiantes las decoraron con la información del área de la que fue sacada el agua de cada paleta.
“Está hecha de aguas residuales, por lo que básicamente [las paletas] sólo se pueden ver, no comer,” afirmó Hung. “Las paletas son en su mayoría agua, por lo que tener una fuente de agua limpia es muy importante.”
A pesar de que han habido intentos por disminuir la contaminación, la isla sigue enfrentándose a una producción bastante grande de deshechos.
Sin duda, este es un proyecto que nos pone a pensar que la contaminación del agua es un problema que nos afecta en mayor escala a la que nos imaginamos. ¿Qué pasaría si este proyecto lo hiciéramos en México? Comerse una paleta con aguas de lugares como Lerma, Chalco, los ríos Sonora o Bacanuchi no suena nada placentero, es por esto que cada uno de nosotros somos responsables de la calidad no sólo de nuestras aguas, del medio ambiente en general.
Ser más conscientes del impacto de nuestras acciones diarias se ha vuelto una responsabilidad para toda la sociedad y es necesario tomar medidas para mejorar el mundo en el que vivimos.