Apenas unas dos días después del ataque al puente de Crimea -vínculo terrestre esencial para las actividades económicas en Rusia- las fuerzas de Vladimir Putin contra atracaron a través de un bombardeo extensivo contra las ciudades principales de Ucrania, incluídas Kiev, Leópolis, Lutsk, Rivne, Dnipro, Zaporiyia y Odesa.
La misión rusa se ejecutó alrededor de las 8:00 AM hora local de Ucrania, y se reporta que el saldo negativo es de 11 muertos y 60 heridos; aunque se estima que la cifra con el correr de las horas.
Esto supone la ofensiva más grande de Putin desde que inició la invasión a principios de este año: Rusia utilizó 83 misiles y 17 drones tipo Shahed de fabricación iraní, de los cuales, 43 fueron derribados por las defensas ucranianas.
El uso de armamento fabricado en Irán resulta clave para entender dos cosas: la potencial participación de Teherán en el conflicto y deficiencias -tanto tecnológicas como financieras- en la industria bélica de Rusia.
Pierre Gasser -especialista de armas de impacto masivo del Centro Sirice de París- explica que el Shahed 136 es un dron suicida bastante grande y de bajo costo de fabricación, lo cual lo hace muy atractivo para estos escenarios debido a que su objetivo por coordenadas de GPS es introducido antes del despegue y luego avanza de manera autónoma, volando bastante bajo para alcanzar un objetivo fijado a cientos de kilómetros.
Con un rango de acción de entre los 2 mil y los 3 mil kilómetros, se utilizan preferentemente para ataques cuya afectación requiere un efecto expansivo ya que los explosivos que pueden transportar se activan al impactar contra su destino. Parte de su éxito se basa en que son un arma relativamente reciente y los ucranianos apenas se encuentran en etapa de desarrollo de tecnología que pueda capturarlos para su propia defensa.
Grasser también comenta que su uso es una medida de ahorro para Rusia porque le permite administrar valioso arsenal de crucero, el cual tiene un costo de 1,5 a 2 millones de dólares y que en consecuencia, superó las expectativas presupuestales que Putin supuso para esta guerra.
Consecuencias Para Toda Europa
El ataque tendrá un efecto más allá de lo meramente simbólico en el resto de Europa: si el estira y afloja sobre la apertura de gasoconductos ya puso contras las cuerdas a toda la Unión Europea, la situación augura con empeorar ahora que el Ministerio de Energía de Ucrania comunicó que el ataque ruso de este lunes obligará a detener las exportaciones de electricidad a partir de este martes. Recordemos que la red eléctrica ucraniana se integró en la red europea el pasado mes de marzo, por lo que los países de la UE verán cómo su abastecimiento de energías convencionales se reduce al mínimo.
Y no solo es un tema de calefacción -que de por sí ya sugiere que será el invierno más feroz que se haya vivido en Europa desde la Guerra del Petróleo allá en 1970- también es un problema económico: los europeos verán cómo sus bolsillos asumen los costos de la guerra, mientras sus gobiernos han anunciado intervenciones nunca antes vistas en el mercado libre para proteger a las empresas y a sus consumidores con tal de contrarrestar las subidas de precios que alcanzan las decenas de miles de millones de euros.
A la UE todavía le queda una carta bajo la manga es su alianza estratégica con Argelia, quien se podría convertir en su nuevo proveedor de energías.
Mientras tanto, la OTAN y Estados Unidos ya condenaron los ataques rusos y refrendaron su apoyo a Ucrania en todos sentidos.
Por su parte, la ONU convocó a una sesión extraordinaria este martes 11 de octubre para debatir la condena sobre las anexiones arbitrarias de territorio ucraniano a la estructura geográfica rusa y por los bombardeos de este lunes.
Se prevé que el mensaje será contundente: la Rusia de Putin está aislada de la escena diplomática de la escena internacional.