La 62ª edición de los Premios Grammy nos trajo una gran cantidad de récords y hechos históricos, pues además de la gran cantidad de galardones que se le otorgaron a Billie Eilish y a su productor y hermano Finneas, la noche también llamó la atención gracias a su apertura a talentos de todos los lugares posibles y aunque los latinos no figuraron en las principales categorías, sí hubo una representación histórica en el triunfo del duo mexicano Rodrigo y Gabriela.
Así pues, durante la ceremonia que se llevó a cabo la noche de ayer, 26 de enero, dentro de las instalaciones del Staples Center de Los Ángeles, California, este duo de guitarristas que combinan temas de nuevo flamenco con rock y heavy metal se convirtió en el primer proyecto musical mexicano en ganar en una categoría no limitada a los latinos, refiriéndonos a que ningún mexicano había ganado un Grammy que no fuera a Mejor Álbum Latino de Rock, Pop, Urbano o a Mejor Álbum Regional Mexicano, alzándose con el galardón a Mejor Álbum Instrumental Contemporáneo gracias a su trabajo en Mettavolution (2019).
Ellos trabajaron durante tres años en el material dentro de sus casas en Ixtapa, México, para posteriormente reunirse con el productor Dave Sardy en su estudio de Los Ángeles, California, en su grabación. De acuerdo a lo declarado, los siete temas que lo conforman están inspirados en la adopción que ambos tuvieron de la religión budista, «se habla sobre la historia de la evolución humana y la liberación del potencial que tenemos como especie».
Contrario a la mayoría de los proyectos mexicanos, Rodrigo Sánchez y Gabriela Quintero se dieron a conocer en el extranjero, cuando empezaron a tocar dentro de distintos bares de Dublín, Irlanda, construyendo un seguimiento intenso por todo Europa al lanzar su álbum homónimo del 2006, mismo que entregó una colección íntima de complejas composiciones de música rock interpretadas con la calidez de la guitarra acústica, siempre tan cercana a la tradición y el espíritu humano.
Golpeados al observar un mundo obsesionado con sí mismo, repleto de la fabricación de imágenes que muestran una falsa felicidad, ellos regresaron para decirnos que “no hay nada peor, es súper insalubre pensar en ti«. Su medicina es la música, misma que sirve para inspirar a la gente «a hacer lo mejor que saben hacer. Ese es nuestro propósito”.