Una autopsia reveló que Chester Bennington tenía alcohol en su sistema en el momento de su muerte, aunque los informes aseguraban que el cantante no había estado bajo la influencia de las drogas.
El líder de Linkin Park se suicidó en julio. En el informe, el forense asegura: “Los hallazgos de la autopsia son característicos de la ejecución suicida. Hubo un historial de ideación suicida”.
TMZ informa que la esposa de Bennington, Talinda, había informado a las autoridades sobre el intento anterior de suicidio del cantante en 2006, cuando Bennington salió de su casa con un arma de fuego después de beber mucho.
A principios de este año, amigos de Bennington le dijeron a Rolling Stone que el cantante había estado luchando por mantener su sobriedad el año pasado. Un mes antes de su muerte, Ryan Shuck, guitarrista de Orgy, aseguró que Bennington había estado sobrio por solo seis meses: “Estaba describiendo una batalla hora a hora con la adicción”, dijo Shuck.
Shuck dijo que sabía que Bennington había estado bebiendo en el momento de su muerte: “No sabemos cuánto bebió, pero no te moderas mucho cuando tienes un problema de alcoholismo.”