El MUAC recibe la primera exposición en Latinoamérica del polémico artista chino Ai Weiwei. Su trabajo en diversos medios lo ha posicionado como uno de los artistas contemporáneos más reconocidos. Pero la constante crítica social en la temática de sus obras le ha llevado a volverse un estandarte del activismo artístico actual. Son conocidas las consecuencias de estos intentos por perseguir la libertad a través de una durísima crítica a lo que pudre las sociedades actuales: acoso por parte de autoridades, censura, exilio, desaparición forzada y repetidos arrestos. Su nombre no puede ser mencionado en ningún lugar de China, y cualquier artículo o nota que rompa esta norma es inmediatamente eliminado.
La exposición Restablecer Memorias no aleja a Weiwei de esta polémica al tratarse de un espacio para explorar sucesos dolorosos del pasado en dos países diferentes: China y México, así como los efectos de estos en el futuro. Una división entre las obras representativas para cada país es notoria, sin embargo la convergencia de estas monumentales obras parece residir en el trauma y el dolor que de alguna forma cada nación del mundo ha sufrido, sobreviviendo a los intentos de asesinar el pasado y suprimir el legado.
Entrando a la sala, una estructura gigantesca de madera recibe al público. Para reconstruirla en esta exposición se necesitó la ayuda de 9 carpinteros especializados en técnicas ancestrales traídos desde China. La monumentalidad de la obra no reside solo en su tamaño: al tratarse de los vestigios de un templo ancestral, pertenencia del clan Wang y perdido por estos tras la Revolución Comunista China. Tras una campaña que pretendía desaparecer todo rastro del pasado, el templo fue pasándose en partes por distintas manos hasta ser adquiridas por Ai Weiwei, transgrediendo su mensaje al intervenirla con colores en las partes más dañadas y torciendo su significado como estandarte cultural. Apropiada y mostrada como una monumental obra de arte, la estructura consigue el cuestionamiento hacia lo viejo y lo nuevo, el pasado y el futuro, la importancia de los objetos históricos y su reutilización como catalizador de mensajes actuales.
Menos llamativas pero igual de importantes son las piezas ubicadas bajo esta estructura, y que llevan la narrativa de la obra a su completamiento. Pedazos del templo intervenidos por el artista, así como objetos utilitarios como tazas ayudan a sumergirse en los temas planteados.
Tras una visita a México, Weiwei se encontró impactado con la trágica historia de los 43 normalistas desaparecidos en septiembre de 2014. Esto lo incitó a crear un nuevo proyecto en el que explora el dolor y sufrimiento de los familiares y amigos de las víctimas. La lucha continua por esclarecer los hechos de ese fatídico día hace al artista recordar su propia motivación para no rendirse en momentos donde sufrió cautiverio por parte de autoridades Chinas.
Distintas pantallas muestran conversaciones con los familiares, amigos y demás especialistas abordando este tema, recordándonos que es necesario no olvidar la nula justicia que se ha hecho sobre el caso Ayotzinapa. Estos videos, pertenecientes al documental To Be aún sin estrenarse, acompañan a otra expresión monumental sobre estos hechos.
Utilizando diminutas piezas de Lego, Weiwei produjo retratos colosales de los 43 estudiantes desaparecidos y 3 asesinados. La ayuda de estudiantes de arquitectura de la UNAM imprime aún más autenticidad local.
El tema de estudiantes afectados por irregularidades gubernamentales llamaron la atención del artista desde que en 2008 un fuerte terremoto sacudió la región de Sichuan, matando a más de 80,000 personas, incluyendo en gran parte a jóvenes que en ese momento se encontraban en la escuela, lugar donde según el artista, los estudiantes deberían ser quienes estén más seguros en este tipo de circunstancias.
La censura del gobierno hacia lo sucedido inmediatamente encendió una llama dentro del artista por buscar justicia hacia las miles de vidas perdidas, para no dejar que se convirtieran en un dato más escondido por el gobierno. Esta misma llama inspiró a Weiwei para crear esta obra sobre los 43 desaparecidos.
Durante la conferencia de prensa del jueves 11 de abril, el artista habló sobre su interés por hacer una exposición en México, pero al mismo tiempo la duda que lo concierne al no conocer demasiado sobre nuestra cultura a pesar de estar profundamente atraído por ésta.
“Cuando vas a un país a exponer, no deseas tocarlo superficialmente” declaró el artista durante la conferencia.
Cuestionado sobre el uso de Legos en su obra, Weiwei habló sobre cómo incluso la misma empresa lo vetó de utilizar sus productos para hacer obras con gran carga política. Tras una incesante lucha por seguir creando con estos diminutos bloques (a pesar de conseguirlos clandestinamente gracias a seguidores que se los enviaban por correo), la marca tuvo que levantar el veto hacia el artista, aceptando proveerse de cuanto material necesario.
La estética alcanzada al construir con Legos también llamó la atención del artista, quien ya ha presentado obras bajo la misma norma en 2014 y 2018. El colorido de cada bloque pixelea las imágenes y permite jugar con la calidad de las fotografías utilizadas en los medios para representar a los protagonistas de luchas sociales.
Sobre su papel como activista opacando su papel de artista, Weiwei aseguró que “el artista siempre debe ser un activista. Soy un ser humano y debo preocuparme por los temas que afectan mi vida.” Estos temas han sido cada vez menos usados por los artistas contemporáneos chinos, llevando a Weiwei a asegurar que el acoso y la censura por parte del gobierno han llevado a una nueva generación de artistas conformistas que prefieren no tocar temas políticos en sus obras.
Ai Weiwei: Restablecer Memorias se expone en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) del 13 de abril al 6 de octubre del 2019, y posteriormente en el MARCO de Monterrey del 28 de noviembre de 2019 al 8 de marzo de 2020.