El pasado sábado 25 de agosto falleció el Senador Republicano John McCain a causa de un tumor cerebral. Él será recordado por su vida dedicada a la política y su lucha por “recuperar los valores conservadores de los que se ha separado el país”.
Trató de llevarse la candidatura a la presidencia estadounidense en el 2000, pero perdió el derecho ante George W. Bush. Ocho años después volvió como candidato para competir en las elecciones que ganaría el demócrata Barack Obama.
“Ahora se va en lo que es, tal vez, el ocaso del dominio de Estados Unidos cuando la nación se enfoca hacia adentro, preocupada por los potenciales riesgos y desafíos de la inmigración, el multilateralismo y la economía global”, declaró el corresponsal de la BBC en Washington D.C, Anthony Zurcher. De alguna forma, sus palabras siempre reflejaron la historia de los Estados Unidos en el siglo XX.
Nacido el 29 de agosto de 1936 en la ciudad de Coco Solo de Panamá, John fue criado en el seno de una familia militar. Hijo del Oficial Naval, John S. McCain, J y de Roberta McCain. Su padre, abuelo y bisabuelo fueron almirantes de cuatro estrellas de la Armada de los Estados Unidos, razón por la cual ingresó a la Academia Naval de los Estados Unidos en Annapolis.
Se convirtió en un piloto de caza bombarderos y, al poco tiempo, entró a combate en la Guerra de Vietnam. Frustrado por la burocracia de la guerra, escribió en su autobiografía “con franqueza, nosotros pensamos que nuestros comandantes eran unos completos idiotas que no tenían la menor noción de lo que se requería para ganar la guerra”.
El 29 de julio de 1967, a dos años de servir, fue nombrado Teniente Coronel. Fue a las pocas semanas cuando se encontró en el centro de un incendio enorme generado tras la explosión de una bomba, McCain fue impactado por fragmentos metálicos, pero sobrevivió a un desastre que dio muerte a 134 marinos.
Ese mismo año su avión fue derribado por un cohete antiaéreo sobre la ciudad de Hanói, fue capturado por los vietnamitas, quienes mantuvieron cautivo al teniente a lo largo de cinco años. Sobrevivió y al terminar la guerra fue condecorado con la Estrella de Plata, la Legión de Mérito, la Cruz de Aviación por Servicio Distinguido, la Estrella de Bronce y el Corazón Púrpura.
La imagen de su liberación que data del 14 de marzo de 1973 es una de las escenas más importantes de su vida. “Un demacrado McCain de 26 años, vestido con ropa arrugada, caminando con otros prisioneros de guerra estadounidenses hacia un avión militar de Estados Unidos que los llevaría a la libertad”, declaró Zurcher en su memoria.
Él apareció envejecido, con el cabello completamente blanco, con una expresión demacrada y cojeando, por las heridas que le ocasionaron a forma de tortura.
Tres años después lo colocaron en un puesto comunicativo en la Marina, como enlace entre la institución y el Senado del país, dando por iniciada su carrera política.
En 1982 fue elegido para formar parte de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos y reelecto en 1984. Representó al Partido Republicano en el Senado en tres períodos más durante 1992, 1998 y 2004.
Estando en el Congreso apoyó la Guerra de Iraq del 2003 y la Guerra del Golfo de 1991, así como la mayor parte de las decisiones tomadas por el presidente George W. Bush, además propuso la ‘Enmienda McCain’, un proyecto de Defensa en contra de la tortura.
Abogó por reformar el sistema financiero estadounidense y ganó reputación por luchar en contra de las compañías tabacaleras de los Estados Unidos. En general ganó fama por ir en contra de las creencias de su partido, apoyando al matrimonio homosexual y la inmigración ilegal.
Pese a su par de fracasos por hacerse como el representante máximo de la nación más grande del mundo, McCain nunca dejó de trabajar para su país y al momento de su muerte aun ocupaba un cargo público con la pasión y determinación que caracterizaron a su vida.