Estamos a poco más de un mes de las elecciones federales de México del 2018, en las cuales se renovarán los puestos a diputados federales, senadores y el de Presidente de la República. Son cuatro los candidatos restantes al puesto del poder ejecutivo, quienes se han presentado a los votantes con sus propuestas, ideología política y un personaje creado para sus respectivas campañas.
Es común escuchar o leer respecto al presente de los candidatos, pero pocas veces se habla sobre su pasado, respecto a su verdadera persona y la historia detrás del cómo llegaron a su candidatura. Es por ello que tras haber presentado al personaje de Andres Manuel López Obrador, hoy introduciremos a Ricardo Anaya Cortés con una nota que servirá como una biografía a su persona y carrera como funcionario público.
Quien se diera a conocer por el apodo de “El Joven Maravilla” entró a la clase política como un personaje fresco y brillante. En 17 años de carrera ha trepado en la pirámide de los servidores públicos, pasando de ser diputado local del Distrito XVI de Querétaro a candidato de la república, un tiempo récord que logró gracias a su facilidad de aprendizaje, talento para el discurso y genio en la planificación de proyectos.
Sin embargo, no todos han sido éxitos y alabanzas a lo largo de su corta carrera profesional. Es un hecho bastante evidente que ha utilizado y traicionado a varios personajes notables para escalar dentro de su posición en el Partido Acción Nacional (PAN). Antiguos aliados y amigos de Anaya ahora hablan pestes de quien fue visto como el futuro del partido, de Gustavo Madero a Felipe Calderón y Margarita Zavala, muchas figuras importantes de Acción Nacional se han desencantado del joven maravilla por sus mañas.
Muchos lo consideran como uno de los políticos mejor preparados, más respetados y colmilludos del país, alabando su éxito en los puestos que ha desempeñado. Por otro lado, muchos otros temen de él gracias a la polémica forma en cómo llegó a la candidatura aunado a sus acusaciones de lavado de dinero y corrupción.
Actualmente está pasando por su primera candidatura a la presidencia de la república, propuesto por la coalición Por México Al Frente, integrada por el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano.
Él nació el 25 de febrero de 1979 dentro del municipio de Naucalpan de Juaréz, en el Estado de México. Sus padres lo registraron en Naucalpan, pero sus primeros años vivió en Querétaro, razón por la cual posteriormente se declararía como queretano.
Creció en una familia holgada, su padre Ricardo Anaya Maldonado fue un ingeniero químico bastante exitoso y su madre, Maria Elena Cortés, también se desempeñó con éxito dentro de la arquitectura.
Desde pequeño mostró un gran interés en la política y la historia, por lo que no pasó mucho tiempo antes de que empezara su carrera en el sector público. Apenas cumplida la mayoría de edad, Ricardo presentó una propuesta al gobierno queretano para formar el Insituto Municipal de la Juventud de Querétaro, por ello se desempeñó como director de esta institución que se dedica a promover y desarrollar las aptitudes y habilidades de la juventud del municipio.
Ese proyecto fue todo un éxito, Anaya lo planteo con tal genio que aun hoy en día sigue siendo una institución importante para el desarrollo de la juventud en dicho estado. Dando cursos y talleres gratuitos y fomentando la cultura a base del graffiti, arte que es una constante curiosidad en la vida de Ricardo.
Abandonó su puesto como Director de aquella institución en cuanto fue aceptado en la carrera de Derecho de la Universidad Autónoma de Querétaro y en 2002 se graduó con honores gracias a una interesante tesis titulada “El Graffiti en México, ¿arte o desastre?“, la cual critica con base en estudios socioculturales la importancia que tiene el graffiti en México y cómo es que este arte es una muestra del adoctrinamiento sociocultural de los Estados Unidos. Fue una tesis muy aclamada, por lo cual logró publicarse y distribuirse por todo el país, la introducción incluso fue escrita por Carlos Monsiváis, quien se deshizo en alabanzas ante el talento como -“reportero, cronista y ensayista, porque así lo demanda la escasísima documentación sobre el tema“-, de Anaya.
Con un proyecto que gestó a los 18 años con dinero público, que terminó siendo tan exitoso que otros estados lo empezaron a imitar, era lógico que docenas de políticos empujaran a Anaya a empezar una carrera dentro de la función pública. Es por ello que en el año 2000 lo eligieron como candidato del PAN a diputado local del Congreso el Estado de Querétaro por el XIV distrito, perdió con más del 62% de los votos, pero ese año empezó su relación en el Partido Acción Nacional.
Tras obtener su título con una tesis aclamada por Monsivais y distribuida a todo México, Anaya logró un puesto como el secretario particular del gobernado de Querétaro, Francisco Garrido Patrón. A lo largo de seis años logró una influencia envidiable gracias a ese puesto que además le permitió estudiar y terminar una maestría en derecho fiscal en la Universidad Del Valle de México y un doctorado en Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Nacional Autónoma de México. Es en esta etapa cuando se casó con Carolina Martínez Franco, unión que le ha dado tres hijos, Carmen, Santiago y Mateo.
En 2009 fue nombrado diputado local del Congreso del Estado de Querétaro siendo coordinador del grupo parlamentario del PAN en la LVI legislatura. En 2011 conoce al Presidente Felipe Calderón, quien quedó encantado por la productividad y reputación del muchacho que en ese entonces tenía, razón por la cual obtuvo el puesto como subsecretario de planeación turística de la mano del propio presidente.
En los comicios del 2012 el candidato fue elegido como diputado del Congreso de la Unión, una vez más por la vía plurinominal. Ocupó un escaño en la Cámara de Diputados de la LXII legislatura el 1 de septiembre del 2012 y ahí fue cuando empezó a ganar notoriedad en el ojo público, se le apodó como “Joven Maravilla” y se le integró a numerosas comisiones, siendo su voz una de las más importantes en la comisión de Hacienda y Crédito Público, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros y de la Comisión de Infraestructura.
Fue durante estos años en los cuales se integró a aceptar propuestas de gobierno como la Reforma Energética, la Reforma de Telecomunicaciones y la Reforma Educativa, cosa que ha causado mucha polémica para Anaya las recientes campañas.
En el 2013 fue electo como Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, puesto con el cual presentó 19 iniciativas de ley, cuatro de ellas aprobadas. Aunado a ello, participó en otras 35 iniciativas, 10 de ellas terminaron siento exitosas. De todas ellas sobresale su presentación a una de las iniciativas más polémicas de los últimos años, el regular la aplicación de las técnicas de reproducción humana médicamente asistida.
En 2014, cuando Gustavo Madero buscaba ser la cabeza de la lista de candidatos a legisladores plurinominales del partido, puso a Ricardo Anaya en su cargo de Presidente Nacional del PAN. A un año de cumplir su trabajo debidamente, Ricardo se quedó con el puesto tras ganar una elección interina por un gran porcentaje, más del 80% de la votación.
Gracias a él, el PAN ganó 7 de las 12 gubernaturas en disputa en las elecciones del 2016. Algunas de esas victorias fueron históricas, como las gubernaturas de Veracruz, Durango, Tamaulipas y Quintana Roo. En 2017, ganó la gubernatura de Nayarit, alcanzando el partido 12 estados con gobierno panista, el mayor número en su historia. Durante su presidencia impulsó el Sistema Nacional Anticorrupción, además de formarse la Comisión para Atender la Violencia Política contra las Mujeres, ambas muy exitosas y aclamadas políticas públicas.
Es más que evidente que Anaya se ha hecho con una buena cantidad de enemigos políticos. La izquierda mexicana y el PRI lo odian, al igual que muchos miembros de su propio partido y con razones que son justas.
Para alzarse con la candidatura empezó a hablar pestes de Margarita Zavala y de Maduro, consiguiendo así el odio de dos de sus más grande aliados. Aunado a ello formalizó una alianza que parecía imposible con un partido que no tiene nada que ver con la postura política libertaria del PAN: el PRD, que por postura odia al neoliberalismo y está más interesado en el bienestar social general en lugar de en la economía. Muchos panistas se sintieron ofendidos con esta unión, razón por la cual cientos de cabezas se han ido al PRI o a trabajar en la candidatura independiente de Margarita Zavala.
Esto no es lo único negativo que le ha sucedido a Anaya en las presentes elecciones, la revista Proceso ha señalado su implicación en una operación de triangulación de recursos y desde aquella publicación no ha podido deshacerse de los señalamientos que lo catalogan como un corrupto. Lo cierto es que no ha habido datos o pruebas categóricas en su contra, por lo que puede ser que “la guerra sucia” contra su persona, tal como lo afirma Anaya, sea una realidad.