Pussy Riot estrena ‘Black Snow’, una crítica a la contaminación empresarial

// Por: Oscar Adame

mar 9 julio, 2019

A través de su cuenta oficial de YouTube, el colectivo Pussy Riot estrenó un nuevo tema titulado ‘Black Snow’, en el cual critica a la contaminación ocasionada por las grandes empresas en sus fábricas químicas. En ella, la vocalista Nadya Tolokonnikova grita relatando un panorama post-apocalíptico en Rusia.

La canción recuerda a lo realizado por los últimos artistas del SoundCloud Trap, como $uicide Boy$ y Ghostemane, quienes se caracterizan por haber creado una combinación intensa de cantos hardcore e instrumentaciones doom metal sobre un beat típico del trap. De hecho, la pieza cuenta con un invitado especial que hace aparición en la segunda parte de la canción y que se muestra en el video utilizando una típica máscara de Pussy Riot, pero con una cruz invertida. No aparece acreditado, pero la voz es muy similar a la de Ghostemane. 

En contra de Nornickel

Aunque no se declara de forma directa dentro de la canción, la banda señaló en un comunicado de prensa que la misma trata sobre la compañía minera rusa Nornickel, la cual es una gran productora de nickel, platino, paladio y cobre. La misma trabaja principalmente en el pueblo industrial de Norilsk, mismo lugar en donde nació la líder de Possy Riot, Tolokonnikova. “Los árboles de alrededor están muertos, sus troncos negros tapan el cielo, tal como en una película post-apocalíptica”, declaró en una carta dirigida a Vladimir Putin, Presidente de Rusia. 

En la misma carta, declaró que “el norte de Rusia está repleto de basura sin procesar. Ustedes criminalizan a los activistas ecológicos, mientras los habitantes de Kuzbass son forzados a buscar asilo ambiental en Canada para escapar de las condiciones de vida inconcebibles, el alto grado de enfermedad, la nieve negra y el agua envenenada”. 

Pussy Riot

Pussy Riot es un colectivo ruso de pan feminista formado en 2011 por Nadezhda Tolokónnikova, Yekaterina Samutsévich y María Aliójina que ganó fama en 2012 cuando dieron un concierto improvisado y sin autorización en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú, por lo que las mujeres fueron detenidas y acusadas de vandalismo. Amnistía Internacional calificó la condena como -“un golpe amargo contra la libertad de expresión”-.

Ellas denunciaron malos tratos mientras estaban en custodia. Desde entonces se han distinguido por ser una de las propuestas más importantes de provocación política y por su música intuida en el movimiento Riot grrrl.