Varias de las voces más influyentes del Valle de Guadalupe, la zona vitivinícola más importantes del país, han denunciado que la falta de regulación en el uso de suelo pone en riesgo la agricultura de la vid en la región.
En los últimos años, dado el éxito de la creación de restaurantes que “acompañan” a los viñedos, la región ha tenido un crecimiento descuidado por las autoridades. En medio del Valle, en zonas que son más bien agrícolas, se han construido hoteles, bares y clubes. Además, de que ha crecido el sector económico de las celebraciones y otros eventos sociales como las bodas, o banquetes masivos.
No hay una planeación estratégica para el crecimiento del Valle de Guadalupe. Personajes como la viticultora Natalia Badan, de la casa El Mogor, o el enólogo Hugo D’Acosta, han denunciado la falta de voluntad política y una correcta legislación para el crecimiento turístico en la región. La regulación debería cuidar el frágil equilibrio entre la agricultura y el flujo constante de visitantes.
Fernando Pérez Castro, de Provino
Zonas vitivinícolas importantes a nivel internacional como el Napa Valley, en Estados Unidos, y la Toscana, en Italia, tienen una regulación fundamental que permite el desarrollo turístico sin descuidar el cultivo propio de la vid y que beneficia el cuidado de los productos locales.
Fernando Pérez Castro, de Provino, conversó en 2019 con Warp pasa hablar de la necesidad de una regulación sana que “recalibre la situación… porque nosotros somos parte del problema y tenemos que asumirlo como tal. Desde que abrimos una sala de degustación en nuestras vinícolas y dijimos vengan”.
“Si hago algo en el Valle, lo mejor es hacerlo con el propio Valle, no antagonizar”, dijo Pérez Castro en aquella entrevista. “El reglamento, no es una ley marcial con policías, busca es poner una estructura y provocar que haya una participación comunitaria. Que la gente se involucre, que este incluya las denuncias, dotar de infraestructura, seguimiento y que la gente nos acompañe en estos procesos”.
En 2018 se aprobó por el Cabildo de Ensenada Programa Sectorial para los Valles Vitivinícolas de la Zona Norte, donde se considera al Valle de Guadalupe sobre todo como una región para la agricultura. Pero el reglamento, señalan los vitinicultores no se respeta. El año pasado, debido a la pandemia, la regulación quedó sin efecto.