Uno de los puntos más criticados con respecto a la popularidad del reggeatón y el trap en español es la idea generalizada que se tiene respecto su contenido, el cual se dice está repleto de letras machistas o misóginas. Hay que ser conscientes de ello, es una verdad que rodea al género que es difícil de escapar, puesto que sus orígenes y gran parte de su naturaleza radica en el hecho de que nació como una expresión musical urbana dedicada a la glorificación del sexo y la fiesta en las playas de Puerto Rico.
Hay muchos ejemplos de misoginia en el reggaetón, de la época bling-bling dosmilera, y sus orígenes noventeros. Sin embargo, estas etiquetas no fungen como un absoluto en el cual se pueden categorizar a todas sus producciones e intérpretes. Además, es imposible juzgar a toda una expresión cultural a través de un juicio moral, y es importante hacer una diferenciación justa entre el ser misógino y ser una persona abiertamente sexual, zona en la cual se encuentran hoy en día la gran mayoría de los grandes exponentes del género.
Juzgar al reggaetón por su sexualidad es el equivalente a cuando los hiper-moralistas de 1956 pidieron censurar a Elvis Presley por los -sensuales- movimientos de cadera que mostró en el programa de Ed Sullivan. Un intérprete que fue considerado -vulgar- e -inmoral- gracias a este tema que llegó al punto en el cual el intérprete se hizo acreedor de una amonestación judicial que le prohibía realizar su baile. Era la moralidad de la época, una que se ha abierto a mostrar cada vez más elementos sexuales dentro de su cultura pop debido a las revoluciones culturales que han habido desde entonces, en las cuales se aboga por una mayor libertad de índole sexual y entre las cuales se encuentra el presente del perreo.
Las comparaciones no se pueden hacer solo con artistas que presentaron, de igual manera, bailes y discursos que en realidad son inofensivos. También se pueden hacer sobre intérpretes que sí han mostrado conductas misóginas tanto en su vida personal, como en sus letras, derivados de todos los géneros: rock, metal, cumbia, salsa, punk, y un largo etcétera. En esto, hay que agregar que somos conscientes de los cambios sociales positivos que hemos vivido a lo largo de los últimos lustros, otorgándonos una mayor sensibilidad a tipos de misoginia que no eran tan aparentes.
Si hablamos de misoginia en la música podemos empezar con el feminicidio cometido por Sid Vicious, bajista de Sex Pistols, a su pareja sentimental, Nancy Spungen. El que es considerado como una de las figuras más importantes del punk ha pasado a ser la imagen de cientos de playeras que se venden en centro comerciales fast-fashion y parece que nadie arremete contra su figura, aun siendo quien asesinó a su novia de una apuñalada en el abdomen tras una serie de discusiones de carácter íntimo.
De hecho, se dice que el hecho de asesinar a una mujer fungió como un bien para su carrera. Tras haber sido dejado por Macolm McLaren, principal manager en la historia de Sex Pistols, el empresario volvió a fijarse en la agrupación tras el crimen, ayudando en su defensa, empujándolo a grabar un nuevo álbum de estudio y vistiéndolo con playeras que decían “Cambridge Rapist”.
También podemos remitirnos a varias de las letras de The Rolling Stones, entre ellas la famosa ‘Brown Sugar’, tema de apertura del clásico Sticky Fingers (1971) basada en la corista Claude Lennear. Una pieza repleta de violencia y estereotipos referentes a la comunidad de jóvenes afroamericanas que parece glorificar la esclavitud, tortura y pedofilia en un coro que declara “¿cómo puedes saber tan bien? justo como una chica negra debería”. Ya mejor ni hablemos de piezas como ‘Stupid Girl’, ‘Bitch’, ‘Some Girls’ y ‘Under My Thumb’, las cuales sí hablan directamente sobre la cosificación a la mujer y su valor en relación a su sexualidad.
En su libro The Sex Revolts: Gender, Rebellion and Rock And Roll, el musicólogo Simon Reynolds inicia con un capitulo llamado ‘misogyny on rock’ en el cual habla de una agrupación que fue muy popular a mediados de los años 70, una agrupación de rock-punk llamada The Stranglers cuyo nombre deviene del acto de estrangular a una mujer, de acuerdo a lo declarado por su vocal Hugh Cornwell, quien también declaró en una entrevista lo siguiente: “me gusta dominar a las mujeres, no se siente mal hacerlo, de hecho creo que deberían de ser dominadas”.
Sus primeros dos álbumes vendieron más de medio millón de copias y tuvieron hits top 10 en los UK Single Charts como ‘Sometimes’, un relato que glorifica el golpear a las mujeres, ‘London Lady’, una burla misógina a las groopies, ‘School M’am’, una fantasía en donde las mujeres nunca tienen su periodo, y ‘Bring On The Nubiles’, que prácticamente es un himno de estadios sobre lo sencillo que es violar a una chica con personalidad pasiva.
Los ejemplos siguen en canciones como ‘Te Quiero Puta’ de Rammstein, en la cual los alemanes más famosos del metal industrial describen cómo violan a una mujer mayor. También existe ‘So Easy’ de Guns and Roses, en donde se hace burla de una chica solo por tener una vida sexual activa.
Podemos hablar del productor cumbre de la cultura hip-hop de principios de los años noventa. El también rapero Dr. Dre que tiene una canción titulada ‘Bitches Ain’t Shit ‘ en su álbum clásico The Chronic (1992) en donde declara: “las perras no son la mierda, son putas y engañadoras, enciérralas en estos huevos y que chupen mi pene, mándalas a la chingada cuando hayan terminado, mientras yo subo a mi auto para hacer un escape rápido”. Una persona celebrada en toda la industria musical que además ha sido arrestado en múltiples ocasiones debido a las golpizas que le ha propinado a sus diversas parejas sentimentales.
Incluso podemos mencionar a ‘Ingrata’ de Café Tacvba dentro de la lista de canciones. Una pieza que la banda decidió dejar de tocar por contener la frase “por eso ahora tendré que obsequiarte un par de balazos para que te duela“. Es la misma razón por la cual se critica a los proyectos de reggaetón, pero en este caso la banda fue víctima de críticas injustificadas por parte de sus seguidores debido a tomar la decisión personal de dejar de entregar un mensaje misógino, en lugar de por otorgarlo.
El tema se expande al ridículo cuando hablamos de The Beatles. Aquel cuarteto procedente de Liverpool, Inglaterra, al cual la mayor parte de los críticos y plataformas centradas en la música pop tienen considerada como la mejor banda de la historia. Una banda que además peca de contener letras increíblemente misóginas, al punto de incitar la violencia contra la mujer.
Hagamos un recorrido por algunas de sus lineas, iniciando con ‘Run For Your Life’ del álbum Rubber Soul (1965) que dice lo siguiente: “será mejor que salves tu pellejo, muchacha, esconde la cabeza en la arena, muchacha, pues si te pillo con otro hombre es tu fin, muchacha“. Sigamos con ‘You Like Me Too Much’ que declara: “y es bonito cuando me crees, si me dejas, te seguiré, te traeré a donde perteneces porque no podría soportarlo”.
Podemos continuar con la canción ‘Getting Better’, sobre un muchacho que tiene la intención de re-encontrarse con una muchacha de su pasado con la excusa de que ha mejorado, pero que antes fue “cruel con ella, la golpeé y la aparté de todo lo que amaba”. Romanticismo que se repite en la pieza ‘You Can’t Do That’, en donde Lennon le canta a su chica lo que no tiene permitido hacer, afirmando que: “si te vuelvo a ver hablando con él… ya te lo dije una vez, no puedes hacerlo”.
Finalizamos con la joya de Abbey Road (1969) titulada ‘Maxwells Silver Hammer’ en donde se cuentan las razones por las cuales una mujer murió, una letra que la culpa a ella de haber sido infiel, que termina con la frase: “y mientras ella se arregla para salir, alguien llama a la puerta, bang bang, un martillo sobre su cabeza, bang bang, un martillazo se aseguró de que estuviera bien muerta”.
No se demerita todo el trabajo que The Beatles gestaron a lo largo de su década de carrera musical. Sin lugar a dudas, el rock y el pop no serían lo mismo sin el trabajo del cuarteto, pero tenemos que ser igual de críticos que con el reggaetón más misógino con respecto a su contenido. Es imposible pensar en un mundo en el cual se defienden a estas letra sobre frases creadoras de polémica como: “estas no son horas de llamar a menos que me la quieras mamar” de Bad Bunny, o “perdóname pero te odio, si quieres te lo meto, pero será con odio” de J. Balvin.
Hay que cerrar recordando a un John Lennon que admitió “yo solía ser cruel con mi mujer, físicamente cruel, y con cualquier mujer. Era un golpeador, no sabía expresarme y recurría a los golpes”. Finalmente, el arte no es más que solo un reflejo de la cultura en la cual se gestó. Todos estos artistas tuvieron la posibilidad de mostrar conductas misóginas debido a que en su momento, su sociedad permitía estas conductas. Sin embargo, hoy en día vivimos en un contexto de mayor conciencia social en donde no solo debemos de dejar de crear contenido misógino, si no también señalar al del pasado como un error que debe de ser señalado, entendido, pero nunca justificado,
Hay que criticar este tipo de contenido, pero critiquemos estos aspectos machistas en donde sea que estén. No usemos este argumento sesgadamente solo para fundamentar una concepción que descansa en el clasismo y elitismo cultural.