Shane Black, escritor de Iron Man 3, declaró que Marvel lo obligó a cambiar un personaje femenino con el interés de vender más juguetes de acción.
“Todo lo que diré es esto, en el expediente: Hubo un primer borrador de Iron Man 3, donde tuvimos indicio de un problema, que es que tuvimos un personaje femenino como villano en el proyecto. Se había terminado el guión y nos dieron un memo diciendo: No soportamos la idea y hemos cambiado de opinión, ya que, después de consultar, hemos decidido que el juguete no se venderá tan bien si se trata de una mujer” declaró Black.
Black explicó en una entrevista que el personaje de Guy Pearce, Killian, es el que se revela al final de la película para ser el villano principal, que originalmente se había planeado como mujer pero Marvel quería un Killian masculino. El escritor aclaró que el cambio no fue por parte de Kevin Feige, presidente de Marvel, la división corporativa de la compañía fue quien tomó la decisión del cambio de género del personaje con la justificación de que las figuras de acción tienen como target a los niños más que a las niñas, y al no identificarse con el personaje, las ventas de dichos productos se reducirían de manera exponencial.
“Me gustaba la idea, como en Remington Steele (1982), tú piensas que es el hombre, pero al final, la mujer es quien quien roba todo el espectáculo. Sólo me dijeron, ‘De ninguna manera'”.
Los papeles de Rebecca Hall y Stéphanie Szostak quienes representan a Maya Hansen y Ellen Brandt en la película, también fueron reducidos pues en el guión inicial, sus personajes eran mas extendidos.