Por Regina Mitre
¿Jazz o no jazz? Redobles, por favor, con ustedes: Magos Herrera, la voz mutable, que va más allá del jazz mexicano desde Nueva York, con amor. Magos dice: ”todos mis álbumes tienen como premisa buscar la tierra prometida. Por ejemplo, <<Al Lado Del Camino>> con Fito Páez habla sobre el peregrinaje. Mi humilde entendimiento es elegir estar y elegir moverse. A mí me gusta moverme por las fronteras de los géneros: las físicas y las musicales”.
Si la música fuera gastronomía, podríamos decir que la propuesta de Magos Herrera es una experimentación fine dining, un ensamble de manjares sonoros: Jazz, Bossa, Clásica, Música de Raíz. Magos Herrera ha forjado su voz en un recorrido de experimentación y la porta honda, muy honda. Elegante, a veces sospecho que le habitan cien sirenas en coros, y van brotando, brotando. La tesitura gallarda de su voz es una de sus características inconfundibles: ”Me tardé años en encontrar mi voz, mi camino, mi faro es la curiosidad y voy descubriéndome. La mía ha cambiado desde hace treinta años. Yo era soprano ligera y ahora mezzo soprano dramático casi contralto: la voz más grave en el rango femenino. En colaboración con Javier Limón, productor y guitarrista de tradición flamenca, en el álbum She for He, justo en la desnudez del trabajo a dúo, tuve que llenar el espacio. Ahí encontré mi voz más reciente”. Honda, muy honda.
Fotografía de Shervin Lainez
¿Qué te inspira, Magos?
”El bailarín, el poeta, la curandera, la gente de la cotidianidad. Encuentro en la vida en sí tanta riqueza: en lo ordinario. Cuando siento una llamarada en el corazón, es ahí”.
Orquídeas susurrantes. País Maravilla. He for She. Dreamers. México Azul. Distancia. Son los nombres de los álbumes trayectoria de Magos Herrera.
¿Cuál fue tu canción parteaguas?
”<<Somos>>, dentro del álbum País Maravilla. Éste fue un proyecto crucial. Yo vivía en la Ciudad de México en aquel 2003, fue un proyecto de reafirmación latinoamericana”.
<<Somos>> es, ¿cómo decirlo?
”Un lienzo que habla de aquello que somos los mexicanos: somos el fuego y la vela. Somos música candela. Somos la piel morena. Sexo versus sensual. Somos la herida que recrea. El largo llanto y su marea. Somos María bonita Lara. Contradicción de todo o nada. Somos vector alegría. Somos magia y fantasía. Somos esta tierra mía. Somos cine nacional”.
Magos es una artista que tiene como bandera la conexión entre géneros y lenguas:
”Mezclo texturas: cuartetos, quintetos, tríos. Bateria, piano, trompetas, cuerdas. En el álbum Alma, nacido como un proyecto pandémico, colaboré con la Sinfónica de Minería. Mi búsqueda es sónica y lírica. Magos une lo inconexo, artistas de todas partes del mundo para converger en la creación entretejida”.
Fotografía de Adrian Tillman
Un Grito Desde La Belleza Para Sacudir A Los Soñadores
San Miguel de Allende, 2022. Dentro del Teatro Ángela Peralta, suena la siguiente frase de la boca del violinista de Brooklyn Rider Colin Jacobsen: ”Estamos aquí en tierras donde convergen creadores que a pesar de tener miedo, siguen soñando”. Y entre voces, la de Magos se alza solemne como un terremoto de luz desde la hondura de un mar para sacudir miopías y despertar a los soñadores que nos habitan. The Dreamers, además de ser un álbum salvavidas, fue también el concierto que culminó el festival de música de cámara en esta ciudad de Guanajuato.
Hay una frase de Tennessee Williams: ”una plegaria para los salvajes de corazón que están enjaulados”. Como un consuelo sin más para aquellas personas aprisionadas en la inercia. Por otro lado, están los soñadores que, como acto revolucionario, prenden fuego a la jaula y emergen para contagiar sus sueños. Incómodos y bellos soñadores.
Magos Herrera lanzó en 2018 el álbum The Dreamers, viviendo en Nueva York en épocas de Trump como una respuesta a los tiempos polarizados y al mundo de cabeza, un mensaje de esperanza, un grito de guerra desde la belleza para rescatar a los soñadores con el jazz. El álbum es un entretejido con el cuarteto de cuerdas Brooklyn Ryder y un homenaje a algunos de los soñadores iberoamericanistas que despiertos alzaron la voz en su contexto opresivo: Violeta Parra, Federico García Lorca, Caetano Veloso, Joao Gilberto. Acá un fragmento de Violeta en voz de Magos y en manos de los Brooklyn Ryder que se alzó como bandera para ilustrar el espíritu de esa noche, el grito de guerra: ”Volver a sentir profundo como un niño frente a Dios”.
¿Qué nos queda? Dejar que un ramo de orquídeas susurrantes nos canten. Bailar la curiosidad. Que con su canto camaleón Magos como brújula siga invitándonos a navegar países maravilla.