// Por: Oscar Adame

dom 2 diciembre, 2018

Hoy el político Andrés Manuel López Obrador tomó posesión como el sexagésimo tercer Presidente de los Estados Unidos Mexicanos en una ceremonia que se vio envuelta en una gran paz, aunque los eventos polémicos no faltaron en el arranque de la llamada Cuarta Transformación.

Fueron tres campañas las que el líder de MORENA tuvo que gestar para finalmente salir victorioso, haciéndolo con un margen amplio y con más del 53% de los votos el pasado primero de julio. El candidato de la Coalición Juntos Haremos Historia, conformada por MORENA, PT y Partido Encuentro Social, se convirtió en el primer candidato de izquierda en alcanzar el Poder Ejecutivo de los Estados Unidos Mexicanos.

Un largo, pero sobresaliente discurso

A las 11:00 hrs el Presidente Andrés Manuel López Obrador empezó a viajar hacia San Lázaro para su toma de protesta como máximo representante del país. Su automóvil se vio rodeado por ciclistas, motociclistas, peatones y curiosos que le brindaron palabras de apoyo; algunos de ellos incluso le regalaron ramos de flores. 

Su llegada fue recibida de forma polarizada, pues aunque una mayoría de invitados y políticos mexicanos se pararon desde su entrada al edificio bajo gritos de “Presidente Presidente”, bien es cierto que una gran parte de los gobernadores y de la sección de diputados de partidos de derecha, en específico el PAN, no hicieron más que aplaudir desanimadamente y en un par de ocasiones incluso le mostraron su desacuerdo a Andrés Manuel. 

Enrique Peña Nieto le dio la banda presidencial con un gran respecto, le aplaudió y volvió a sentarse junto a su ex-contricante electoral cuando AMLO empezó su discurso con un “por mandato del pueblo, hoy iniciamos la cuarta transformación“. 

“No tengo derecho a fallarles, actuaré sin oídos, no me reelegiré“, prosiguió frente a una impresión que colocaron varios diputados que decía “Maduro Eres un Dictador”, en referencia a la invitación del actual Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. “Propongo que no haya persecución a funcionarios del pasado“, declaró el Presidente.

“No endeudaré al país y con nuevas refinerías, bajarán precios de gasolinas“, le contestó a una porción de diputados panistas que pedían reducir el costo de la gasolina con pancartas. Además, adelantó que habrá subsidios a campesinos; becas a 10 millones de estudiantes, 100 nuevas universidades públicas y empleos a 2 millones de aprendices.

Invitados

Una de las invitadas más comentadas fue Ivanka Trump, hija del Presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, quien llegó acompañada por el Viceprecidente Mike Pence y la Secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen. 

También estuvieron presentes el Rey Felipe VI de España, así como los presidentes de Colombia, Perú y Ecuador, Iván Duque Márquez, Martín Vizcarra Cornejo y Lenin Moreno Garcés, respectivamente. Los dirigentes de Honduras, Guatemala y El Salvador también celebraron junto a Andrés Manuel.

El gobierno de Argentina mandó a su vicepresidenta y el de Chile mandará a su canciller. Además, Uruguay, Paraguay y Costa Rica también mandaron a sus vicepresidentes. Por otro lado, Canadá tuvo a su Gobernadora General, Julie Payette. 

La Unión Europea estará presente con el Rey de España y su canciller, Josep Borrel Fontenelles. Portugal mandará a su Primer Ministro, António Costa y Alemania mandó a su Ministro Adjunto del Ministerio Federal de Relaciones Exteriores, Niels Annen. Por otro lado, Ucrania, Rumania, Gran Bretaña, Francia e Italia enviarán a ministros de segundo nivel.

 

Se encontró con su pueblo en el Zócalo Capitalino

Tras terminar su largo discurso, de poco menos de dos horas de duración dentro del Palacio de San Lázaro, el Presidente se dirigió a encontrarse con miles de personas congregadas dentro de la plancha del Zócalo Capitalino y frente a las masas decidió dar un discurso tras haber recibido una limpia por parte de los grupos indígenas que fueron invitados. “Que lo cuides de todo lo malo, de las malas energías, que él las pueda romper y seguir libremente“, fueron algunas palabras pronunciadas por la sacerdotisa que llevó a cabo la limpia.

Ahí mismo fue donde AMLO recibió el Bastón de Mando de la Gubernatura Nacional Indígena. “Hacemos entrega de este bastón sagrado que será la guía de usted para gobernar a nuestro país siempre“, dijeron los representantes de los pueblos indígenas al entregarle el Bastón de Mando a López Obrador. 

“Recuerde, los pueblos indígenas y el pueblo afroamericano le entregan su confianza y nuestro compromiso“, dijo a López Obrador tras entregar el Bastón de Mando. “Luego de recibir el Bastón de Mando reafirmo el compromiso de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo de México“, prosiguió.

“Después de la purificación a la investidura presidencial, por los pueblos indígenas de México, diría para resumir en una frase lo que buscamos: la purificación de la viuda publica de México”, aseguró Andrés Manuel López Obrador ante más de 80 mil personas reunidas en el Zócalo previo a enumerar de nueva cuenta todas las cosas en las cuales se comprometió durante su campaña política.

El perfil del hombre que ilusiona a México

A sus 64 años, este hijo de comerciantes nacido el 13 de noviembre de 1953 en Tepetitlán, un municipio pobre del estado de Tabasco, se ha convertido en un líder de multitudes. Un político que llena plazas con decenas de miles de personas que gritan al unísono, -“Es un honor estar con Obrador“-. 

En su discurso victorioso del domingo primero de julio, AMLO no decepcionó a sus seguidores. Frente a miles de ciudadanos reunidos en el Zócalo, en el centro capitalino, declaró que -“Este es un día histórico y será una noche memorable; una mayoría importante de ciudadanos ha decidido iniciar la cuarta transformación de México. Agradezco a los que votaron por nosotros, por su confianza. Los cambios serán profundos y se harán de acuerdo al orden legal establecido. Habrá libertad de creencias, de expresión y empresarial. No habrá una dictadura encubierta ni abierta”-, con toda la razón de la palabra. 

Las elecciones  fueron las más importantes en la historia de México y no sólo por el resultado. Más de 89 millones de mexicanos salieron a hacer valer su voto en la decisión de iniciar con el primer gobierno de izquierda en este país, fueron las votaciones con mayor participación ciudadana en la historia de los Estados Unidos Mexicanos. Un digno ejemplo de que en México la democracia sí existe, y que el poder de decisión recae finalmente en las mayorías. 

Millones han decidido amarlo por su apoyo a los pobres y necesitados, su arduo trabajo en la promulgación abierta a “la mafia del poder” y por su cosmovisión, en la cual todos merecen ser aceptados e incluso perdonados. Desde que fue Jefe de Gobierno de la CDMX ha buscado desmarcarse de la clase política que ha gobernado al país y se ha presentado como ello, una oposición a la corrupción.

Como prueba ha insistido que su gobierno no se centrará en él y en la clase dominante, por el contrario, él ayudará al pueblo a levantarse en su búsqueda por la equidad. No usará el avión presidencial, planea convertir Los Pinos en un centro cultural, bajará su sueldo como Presidente de la República a la mitad de lo que actualmente es, y el de los demás políticos también.  Él llama a este movimiento como “la cuarta transformación de México” y se compara con Benito Juárez, a quien él considera su héroe y así lo ha expresado en diversas ocasiones.  

Su posición promete un cambio muy favorable para esta nación, pero el actuar del pueblo y el reconocimiento de su oposición hacen que esta decisión luzca aun más prometedora.