De acuerdo con el testamento de David Bowie, quien falleció el 10 de enero después de una batalla de 18 meses contra el cáncer, su fortuna de más de $100 millones de dólares será dividida entre su esposa Iman Abdulmajid Jones, sus dos hijos Duncan Jones y Alexandria Jones, su asistente personal que trabajo con él durante años Corinne Schwab y la niñera de la familia, Marion Skene.
Bowie vendió 140millones de discos durante su carrera de medio siglo, y también obtuvo un aproximado de $55 millones por vender sus “Bowie Bonds” en los que sus regalías se convirtieron en instrumentos financieros.
Iman, quien contrajo matrimonio con Bowie en 1992, recibirá la mitad del total de los ingresos obtenidos durante la vida del cantante además de su departamento en Soho. Duncan y Alexandria recibirán el 25% cada uno, y Alexandria también obtuvo una propiedad en Little Tonshi, cerca de Woodstock.
Schwab, su asistente, recibirá $2 millones de dólares y una acción que Bowie tenía en una compañía llamada Opossum Inc. Skene, quien cuidó de Duncan y de Alexandria cuando eran muy pequeños, recibirá $1 millón de dólares.
Además de las herencias, en el testamento de David también especificó su deseo por ser cremado en Bali, de acuerdo a los rituales Budistas del país. En lugar de realizar un funeral, su familia esparció sus cenizas después de su ceremonia de cremación de acuerdo con los deseos del cantante.