El 23 de marzo de 1968 Damon Albarn llegó al mundo, cumpliendo medio siglo lo celebra con una gira de Gorillaz que apenas acaba de pisar México y en la que el músico parece más vivo que nunca, ¿qué tanto le debemos aprender a uno de los músicos más prolíferos de su generación?
Suena a una lección o un conteo de “cosas curiosas” sobre él que se sacan de la Wikipedia. No podría entender nunca la complejidad humana ni menos la de un hombre tan multifacético. Ya no son los noventas, a pesar de mantener el buen sentido del humor y el amor propio –esto me encanta– Albarn odia algo y es la falsa modestia, como aquella vez que habló para el diario francés, Le Point, sobre su aspecto físico, -“¿Qué si me sigo considerando guapo? ¿Tengo que fingir falsa modestia? ¿No? De acuerdo ¿Si me considero hermoso? Sí, claramente”-.
En algún momento durante su juventud, encontró como un problema ser considerado “bello”, ya que en repetidas ocasiones se le confundía con una niña, complementado por su indeleble complexión. No es una persona extremamente vanidosa o de lo contrario no traería el mito que lo acompaña, su diente de oro; las versiones sobre cómo perdió el original todavía son especulaciones. A pesar de ello sigue sonriendo como niño, de hecho se ha vuelto su sello personal, tanto como sus tatuajes, los cuales tienen un significado de comunión con su familia, amigos, música, ideología, hasta la humanidad misma.
Luce como un hombre impulsivo y que no para de trabajar, en él siempre está la cordura, incluso en los momentos en los que parece estar totalmente enfiestado, si alguien desafina o perdió el pasó en el show, recibirá un merecido regaño, hasta comenzar de nuevo la pieza. Es impresionante la atención que le pone a su música, cuando dicen que los hombres no están hechos para el multitasking los reto a pasar un día con Damon –yo no lo he hecho– pero llevo años siguiéndole la pista, leyendo sobre su día y día, obviamente las entrevistas son las que hacen esto posible.
De lo poco que he estado cerca como fan, he visto cosas particulares y entiendo parte de lo que lo ha llevado al éxito. Sí, es un hombre que le encanta estar con sus amigos, que disfruta del alcohol y de deambular por las calles de la Condesa, explorando lo que sus pies le permitan. Saliendo así de la zona, entonces tenemos a un curioso que ha recorrido las calles del Centro Histórico, ha disfrutado de las trajineras de Xochimilco, ha vivido lo hermoso de Coyoacán, visitando La Casa Azul de Frida Kahlo, o como la última vez que lo encontraron en el museo de Antropología e Historia, ah y no podemos olvidar su visita a las luchas, que de tanto gusto, salió vestido como el Santo para su gran noche en el festival.
Siempre bastante ocupado, cumple con sus itinerarios tanto de trabajo como de bienestar, para su presentación en el pasado Vive Latino, además de no tener mucho tiempo en la ciudad y haber estado recorriéndola desde el día que llegó, la mañana del show salió muy temprano de su hotel para el soundcheck, del cual se compartieron historias en la cuenta oficial de la banda –corroborando lo que digo–. Al regresar realizó algunas llamadas, alistó detalles e hizo lo que parece ser parte de su rutina diaria, la práctica de la yoga, puesto que no importa el lugar en el que se encuentre, él se da un espacio para esta disciplina, aún más viable que correr o andar bicicleta, aunque también son cosas que le ocurren a su día a día, al menos en Londres.
Tal como un día el periodista y escritor, Pablo Plotkin relató la rutina del líder de Blur, quien pese a ser considerado un rockstar, Albarn es bastante disciplinado y metódico, de ahí algunos demonios de perfección. Sí, él podría vivir cómodamente viajando de incógnito alrededor del mundo o haciendo poco en su casa viviendo de regalías, pero demuestra que la música es algo que ama, de ahí que le importen poco los premios o galardones que puedan otorgarle como sinónimo de aceptación.
No muy en el pasado, por ahí del 2015, el músico conversó con el periodista, dejando ver que se levantaba a las nueve de la mañana para desayunar y entrenar en el parque, posteriormente caminar por West London y por fin llegar a su laboratorio, Studio 13, el cual esta mimetizado entre tantos ladrillos rojos y jardineras llenas de flores, tanto que en lugar de música, luce más como una fábrica de repuestos para autos, según Plotkin.
El cantautor de ‘For Tomorrow’, alguna vez pensó que sería bueno como actor, puesto que tiene las cualidades de ser brillante y extrovertido, pero supo que no era su camino y no había porque forzar las cosas. Sin embargo, su pasión por la música lo ha llevado al teatro con representaciones de Monkey: Journey to the West, Dr. Dee y Wonder.land. Otra de sus incursiones poco conocidas, fue cuando ya se había establecido con Gorillaz y junto a Hewlett, produjeron spots de televisión para la BBC, en el marco de los juegos olímpicos de China, Beijing 2008.
La versatilidad y hermetismo que inunda a Albarn en sus producciones, propias y colaborativas, le hacen cómodo presentar al producto como figura en lugar de su persona, es decir, por ello no tuvo problema en que las primeras presentaciones de Gorillaz fueran detrás de una manta con el escenario, también se puede decir que es la razón por la que tardó mucho para sacar Everyday Robots (2014) su disco solista –a pesar de haber lanzado el EP Damocrazy (2003), no le gusta trabajar solo, es el tipo de protagonismo que no le agrada del todo, ya saben, tener una portada de disco con su cara y si nos vamos más atrás, tenemos a Dan Abnormal –no sólo canción de The Great Escape (1995), sino del seudónimo que utilizó para colaborar en los teclados para el debut de Elastica.
Si creíamos que su inquietud por colaborar con otros músicos sólo era a raíz de Gorillaz, nos equivocamos, ya que es la razón de otros proyectos como The Good, The Bad & The Queen, Rocketjuice and The Moon y primordialmente el corazón del proyecto Africa Express, de este último, en alguna ocasión lo acompañó el mismísimo Paul McCartney e interpretaron juntos ‘Goodnight Tonight’.
Creo que nunca terminaría de enumerar los momentos épicos que Damon Albarn ha otorgado a lo largo de su carrera, justo ese ímpetu de colaboración, no sólo como músico sino también como productor lo ha posicionado como fuente de inspiración para nuevas generaciones, como algunas de sus recientes colaboraciones con los novatos Mura Masa y Rat Boy. Aunque también ha ayudado de otras formas, como al hijo mayor de Jamie, Denholm Hewlett quien se desenvuelve en el ámbito del cine, al cual le ha otorgado el espacio para documentar parte de Africa Express y por supuesto, Gorillaz, tal cercanía ha hecho que el joven cineasta lo considere como su segundo padre.
Son guiños entre el super músico, su genialidad, su humildad y sencillez. En lo personal, algo que me ha dejado marcada es ver su vulnerabilidad y no como símbolo de debilidad, sino de cercanía, una empatía que pocos logran. Su transparencia le permite eso, en 2015 durante la gira del último álbum de Blur, The Magic Whip (2016), dejaron entrar a algunos fans al soundcheck y tuve la fortuna de ser uno de ellos. Todo iba bien, veíamos a la banda ensayar y afinar detalles, hasta que llegó el momento de “Country Sad Ballad Man” canción que no veía la luz en vivo desde el año 2000, perteneciente al álbum homónimo de la banda.
Damon se posicionó en el escenario y tras recordar (revisar) la letra, comenzó a cantar, pero de repente notó algo, no podía dar con las partes agudas de la canción. Muy sorprendido, se quedó viendo a todos los presentes, posteriormente se sentó a pensar, casi se cae de lo incrédulo que estaba, repetía en constantes ocasiones algo similar a, –“¿Cómo era que lo hacía? ¿Cómo lo hacía?”-. Hubo un momento de transe en el que sólo existía él y su pensamiento.
Hasta que dejó de lamentarse por lo que ya no puede hacer; por edad, por tiempo o por comodidad, a final de cuentas es un humano en constante cambio, físico y mental. Así que puso manos en marcha, de inmediato comenzó dando instrucciones a sus compañeros de banda y pidió a sus coritas que le ayudarán con aquellas partes que le perturbaron la existencia por unos minutos. Entre cambios de armonía y sincronización, se pasó la mayor parte del soundcheck en esa canción, consiguió sacarla con dignidad y emotividad. Al final pidió una disculpa por ello.
Ahí vi otra parte de su genialidad y su astucia para resolver la adversidad, el hombre no cede ante la frustración, sus años le debieron haber costado llegar a ese comportamiento, pero su profesionalismo se lo impide, o alguna vez han escuchado “Damon Albarn cancela show o se baja del escenario” Nunca… Excepto la vez que interrumpió una presentación en España, debido a que unos fans muy listos decidieron quitarle sus pulseras cuando les dio la mano. Aunque también era un Damon Albarn bastante bebido, ahora cuando recuerda ese acontecimiento, le parece bastante embarazoso , sabe que actuó enojado y qué nunca volverá a ocurrir.
En su cumpleaños 50, celebramos a un hombre que inspira a otras personas a hacer lo que aman, es el vivo de ejemplo de que si se es lo suficiente constante y perseverante, se pueden lograr grandes cosas aunque eso signifique equivocarse, siempre existirá la reivindicación mientras los ideales no se pierdan.