Lo que necesitas saber sobre la crisis del huachicoleo y el desabasto de gasolina

// Por: Diego Galán

mié 9 enero, 2019

Ayer el desabasto de combustible mostró su impacto en la CDMX y el Estado de México, uno que inicialmente se pronosticaba solo afectaría de manera directa a entidades fuera del centro del país, causando el cierre de diferentes gasolineras y largas filas de espera.

La escasez del combustible es un derivado de la estrategia del gobierno federal en contra del robo de combustible o huachicoleo, término referente a la actividad ilegal de ordeña de ductos propiedad de Pemex. Una actividad que lleva largo tiempo sucediendo en el país y que ha incrementado de manera sustancial en los últimos 15 años. La actividad de robo se dio en este periodo, primordialmente en el llamado “Triángulo Rojo” en Puebla la cual comprende seis municipios. Se reporta que el equivalente de estos robos eran pérdidas equivalentes a los 200 millones de MXN diarios.

Una estratégia polémica

La estrategia del gobierno buscó atacar esta problemática tanto por su enorme pérdida financiera como por por su enmarañada relación de complicidad con funcionarios públicos y Petróleos Mexicanos.   

El proyecto planteaba hacer una confrontación definitiva a la problemática, que involucra la toma y vigilancia por parte del ejército y la marina de instalaciones estratégicas, para asegurar un combate efectivo. El proyecto pareció transcurrir sin problemas hasta hacerse evidente un desabasto en entidades de la república, explicadas por un cierre de los ductos petroleros y una sustitución en la transportación a pipas como parte de la transición.

La problemática ha alcanzado una amplia una preocupación social por la continuamente agravación del desabasto y la falta de comunicación por parte del gobierno sobre cuando se esperaría una normalización del abasto.

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La respuesta del gobierno

En la conferencia matutina, hoy el mandatario Andrés Manuel López Obrador abordó estos temas, haciendo énfasis en que el desabasto no se debe a falta de producto, sino al mencionado retraso en la distribución, agravado por una fuga en el ducto petrolero Tuxpan-Azcapotzalco en Hidalgo.

EL mandatario hizo énfasis también, en la dimensión de este persistente problema, agregando que gobiernos como el de Fox, Calderón y EPN eran cómplices y tolerantes a esta actividad delictiva, que creció en los últimos quince años. Adicionalmente, comentó la baja en robo de pipas de un estándar de 1,000 al día a solo 27.

Insistió en un apoyo por parte de la sociedad civil, comprendiendo que la situación está en proceso de normalización y que la respuesta de su gobierno no debe ser laxa ante el problema por la crítica a los efectos causados. De esta manera también agrego una necesidad por serenidad en la respuesta de la sociedad, para evitar lo que ya se está viendo desde el día de ayer, en compras de pánico que sólo agravarán el problema aún más.

Sin embargo, la preocupación civil es más relevante al tener reportes de la Dirección General de Petrolíferos de la Secretaría de Energía que muestra que administraciones pasadas dejo bajos inventarios que solo podrán suministrar en mejor de los casos de 2-3 días, dependiendo de cada entidad dentro de la república.

Con una semana completa de desabasto y sin una declaración clara sobre cuándo se espera normalizar este proceso, las críticas de medios y ciudadanía son válidas a una estrategia que a pesar de mostrarse como una importante y fuerte, también evidencia una falta de pronosticación de sus efectos.

Aquí un comunicado de Pemex: