Yekaterina Samutsevich, una de las tres integrantes de a banda punk, Pussy Riot, que fueron condenadas a 2 años de prisión por realizar actos vandálicos incitados por el odio religioso, hecho que en realidad fue una manifestación política en contra del presidente Vladimir Putin dentro de una iglesia, ha sido puesta el libertad tras cumplir 6 meses de detención preventiva.
Samutsevich, de 30 años, consiguió un nuevo abogado que argumentó que su cliente no había participado completamente en acto que la agrupación realizó en febrero, ya que fue expulsada de la catedral de Moscú poco después de haber iniciado la revuelta.
Las otras dos detenidas, Maria Alyokhina, de 24 años, y Nadezhda Tolokonnikova, de 22, fueron enviadas a prisión donde cumplirán el resto de su condena.