La anticipada conclusión de la Eastrail 177 Trilogy de M. Night Shayamalan con su capitulo final Glass (2019) ha sido recipiente de las primeras críticas y la respuesta a sido decepcionante. El último capítulo en la trilogía es parte de una historia de suspenso y horror psicológico de superhéroes que consiste en Unbreakable (2000) y Split (2016), la primera cual se a vuelto un favorito de culto y su secuela favorecida por la crítica, apoyada por interpretaciones como la del protagonista James McAvoy.
Esta última iteración buscaba ser un cierre fuerte juntando a las estrellas Bruce Willis, Samuel L. Jackson con el protagonista de Split en una de los estrenos más esperados del año pasado.
Ante su lanzamiento estadounidense, el filme cuenta con una puntuación de 36% en Rotten Tomatoes. Chris Nashawaty de Entertainment Weekly dijo “En términos de cómic, Glass tarda demasiado en pasar de un panel a otro”.
David Ehrlich de IndieWire dijo “A pesar de la interminable charla sobre cómo los cómics tienen el poder de revelar todas nuestras identidades secretas, uno de los pronunciamientos de Jackson sobre el poder de los ‘tropes’ narrativos se acerca mucho a hacer que “Glass” se sienta como el “Life Itself” de las películas de superhéroes.” Al parecer la crítica, incluso anticipando este lanzamiento a notado una enorme ambición que pierde su éxito en ejecución. Una que se queda corta en expresar concretamente el potencial del universo que solo sutilmente.
Sin embargo, esto no será de ninguna manera impactante en el box office y su lanzamiento internacional, pues paralelo a Unbreakable, la crítica fue fuerte pero no relevante para los fanáticos del cine del director. David Sims de The Atlantic dijo “Lo último del director es una extraña y meta secuencia que está destinada a enfurecer a todos menos a sus fanáticos más devotos.”
De alguna manera, la turbulenta carrera de Shyamalan continua polarizando, pero en esta ocasión al menos dará un cierre a un proyecto que dentro de su núcleo más cercano resulta necesario.